Más cauto que el resto del mercado, Araya estima que es “difícil que el IPSA logre los 5.500 puntos, pese a que el consenso de mercado lo ve en 5.900 puntos”. Estas son sus razones:
-¿Qué impacto tiene este escenario en las acciones?
No estoy optimista con el IPSA. En el mejor de los casos lo veo en 5.510 puntos. No veo que las expectativas estén mejorando. El consumidor está cauteloso, y desde el punto de vista de las empresas, hay aún más cautela por la discusión constitucional. Lo que sí sabemos es que el riesgo país ha aumentado, por lo tanto, la tasa de descuento de esos flujos es mayor que hace dos o tres años atrás. Somos un país más endeudado, tenemos doble de déficit y nos estamos acercando a niveles de endeudamiento y deterioro parecidos al del resto de Latinoamérica. Si antes estábamos a la vuelta de la esquina del desarrollo, hoy nos hemos alejado.
-¿Cómo ve el escenario económico?
Todo el mundo tiene sus teorías. Yo creo que nos vamos a acercar a crecimientos bajos, pero una recesión con mercado laboral fuerte, con liquidez en los bolsillos, con menor apalancamiento de las familias la verdad no me cuadra. Recesión no, desaceleración sí. Difícil y de corto plazo.
-¿Dónde conviene guardar o invertir dinero?
En el colchón, no. Conviene tenerla invertida, en activos reales, en deuda privada y en el caso de sectores, en particular, buscar aquellos que no tengan mucha deuda y ahí los bancos deberían andar bastante bien.
El estratega sostiene que los márgenes de las compañías se irán apretando. “Yo no estoy optimista en las acciones. Soy más optimista en ganarme la inflación o ganarme el devengo de las tasas de interés en Chile con un bono que tenga una buena capacidad de pago, de compañías importantes”.
-¿Y cómo ve la bolsa? ¿Sectores más y menos riesgosos?
Estoy más convencido con los bancos. Hoy no me atrevería en el sector utilities (servicios básicos) por ejemplo. Mientras no tengamos un rayado de cancha claro difícilmente vamos a proyectar un escenario tranquilo. Lo que sí sabemos es que este gobierno por mucho que tenga buena intención no podría hacerse cargo de todo el tema eléctrico, abastecimiento, luz, agua, etc… Para eso se necesita plata. Hay acciones del sector energía que están en el suelo, pero hoy no es claro que haya un catalizador o crecimiento de flujos de esas compañías que compensen el mayor riesgo como país. Están baratas… pero no sabemos si van a subir rápido.
-Otros sectores donde haya impacto del escenario constitucional.
En el sector forestal podría ser. Ahí donde los activos biológicos chocan con el tema indígena. Este tema (en el borrador) está super abierto y eso puede generar un escenario de intranquilidad sobre todo para este sector. Pero aquí, la astucia de CMPC y Copec es que hace rato están invirtiendo en Uruguay y Brasil, donde el crecimiento de los árboles es más lento, pero la logística no es tan mala. Han sido inteligentes en eso sentido.
-¿Y las mineras?
En este sector está todo más tranquilo. No veo una modificación grande. Incluso se ve mayor competencia con la creación de la futura Empresa Nacional del Litio. Hoy no sabemos si a SQM le van a renovar la concesión el Salar de Atacama en 2029. Pero, la compañía tiene la capacidad instalada y una economía de escala tan grande que es muy difícil que un nuevo actor no busque hacer un joint venture con SQM. Ellos no van a desaparecer.
-¿Y cómo ves el tipo de cambio?
El dólar ha respondido bastante bien a los créditos default swap o seguros de no pago. Cuando monitoreas el CVS a 10 años, te sugiere niveles de $800 – $810. De persistir la idea de una Constitución no tan disruptiva, el tipo de cambio no debiera ir más arriba de $875. Yo sería vendedor en $875 y comprador en $800. Si todo funciona bien, el cobre sigue firme, la inflación cede y el crecimiento no cae más de lo previsto, se podría ver que el dólar vaya a buscar los $780.
-¿El dólar se moverá en función del resultado del plebiscito?
No nos olvidemos que tenemos un Banco Central interventor. Yo supondría que si el apruebo o el rechazo genera desórdenes sociales y eso hace disparar el dólar, el BC va a intervenir. Lo que más genera volatilidad es eso. Yo no estoy del todo optimista, pero veo que las pérdidas están más acotadas. Lo que no veo son catalizadores positivos.
China implementa medidas para reactivar su economía, mientras en Chile las reformas avanzan lentamente. La burocracia local sigue frenando el impulso necesario para agilizar proyectos clave y fomentar el empleo.
El dólar cerró en $918,93 tras alcanzar un máximo de $922,7, impulsado por la caída del cobre (-2,16%) y tensiones en Medio Oriente. El IPSA bajó 0,04%, cerrando en 6.389,2 puntos.
La nueva ley de Delitos Económicos ha significado importantes esfuerzos de las organizaciones para adecuar sus sistemas de prevención penales, pero el camino recién comienza, apalancado por un horizonte valorativo común en el mundo.
El dólar subió a $911,5 impulsado por la tensión en Medio Oriente, mientras el IPSA cayó 0,88%. El cobre subió 1,53%, pero el temor a interrupciones en el petróleo podría aumentar la presión inflacionaria global.
El éxito de estas modificaciones legales se juega en que su aplicación se lleve a cabo de tal forma que asegure la debida transparencia en las decisiones, que no se entorpezca la labor de este servicio público clave para el país y se resuelvan adecuadamente los conflictos de interés.