Abril 25, 2024

Más impuestos para todos, ¿menos para mí? Por Pablo Correa

Economista y académico de la Escuela de Negocios de la UAI

Priorizar el crecimiento. No es retórica: crecimiento implica mayor recaudación fiscal directa, incremento en la masa salarial, en la formalidad laboral y, por ende, una posibilidad futura de ir cerrando la brecha en los impuestos personales. Por ahí va la cosa. Claro, es más lento y difícil, pero es correcto.


“Renta también es para ti” fue el slogan que el Servicios de Impuestos Internos (SII) escogió este año para incentivar la declaración de dicho impuesto durante abril. ¿Para mí también? ¿en serio? Quizás cuantas personas se harán esa pregunta mientras siguen con interés y devoción los pasos del ministro Mario Marcel en la tramitación de la reforma tributaria -ahora- pacto fiscal, que en julio de 2022 buscaba recaudar 4,3 puntos del PIB y hoy, a punta de golpes de realidad, pasó primero a 2,7 puntos, después a 1,5 puntos, para terminar probablemente en…bueno, todos sabemos dónde.

El tema no es que Chile no necesite una reforma tributaria. El problema es que llevamos años enfocando mal el problema. La recaudación fiscal (no los ingresos fiscales) no es excesivamente alta, es relativamente estable y cercana al 20,5% del PIB en promedio desde el año 2010 a la fecha. ¿Es muy distinta al promedio de la OECD? Una vez descontado el aporte a la seguridad social (para medir peras con peras), la brecha se aproxima a los 5 puntos del PIB. Por lo tanto, el diagnóstico es correcto: Chile tiene una recaudación tributaria menor a la de los países más desarrollados: el Estado necesita más si queremos entregar servicios públicos acordes a un país desarrollado.

Pero llevamos más de 30 años intentando solucionar este problema como Robin Hood: cobrarles más a los ricos, para que el Estado redistribuya hacia los pobres. Y los ricos son siempre los mismos. Las empresas, por definición entes sin rostro, y un grupo de personas -donde por supuesto uno nunca está incluido- y sobre los cuales siembre hay un juicio de valor: no están pagando suficientes impuestos.

Sin embargo, al mirar los datos -cosa que en los últimos años se ha transformado casi en una herejía a la hora de diseñar políticas públicas- nos damos cuenta de que, al compararnos con el mismo grupo de países, nuestro sector empresarial paga relativamente mucho más impuestos, llegando a representar cerca 6% del PIB versus un 3,3% promedio en la OECD. Esto es tanto por la tasa única del impuesto corporativo, como la marginal sobre capital. O sea, es claro que seguir subiendo el impuesto al capital, no es la receta (dato útil al margen: el capital también es móvil).

Veamos otros impuestos entonces: ¿es el IVA o impuesto al consumo el problema? No, tampoco va por ahí. No hay brechas significativas cuando nos comparamos por otros países y, al contrario, Chile se destaca hace años por tener un sistema de impuesto al valor agregado que no genera distorsiones en precios relativos al ser un impuesto con tasa única, con baja tasa de evasión y que se ha modernizado en el tiempo, ampliando su perímetro hacia el mundo de servicios exentos históricamente sin razón.

¿Qué más? Los impuestos a la propiedad o al patrimonio no son de mi gusto -y al parecer de nadie, según muestra la evidencia reciente-, ya que siempre van sobre un stock de riqueza ya tributado, y en un mundo con cuentas de capitales nacionales más abiertas, la competencia no es una buena aliada de la recaudación fiscal. Además, hoy Chile no tiene diferencias significativas con sus pares más desarrollados.

Siempre están los impuestos pigouvianos al rescate: necesarios, útiles y cada vez utilizables sobre un espectro más amplio de externalidades. Si en un principio estaba el tabaco, alcohol y combustibles, ahora podemos ir incluyendo azúcares, plástico, sal, grasas saturadas…la lista de externalidades negativas a tributar es alta, pero la recaudación efectiva acotada.

Entonces, ¿por dónde va la cosa? Pues por donde nadie quiere: por el bolsillo de las personas. Los impuestos personales -en los últimos diez años- representaron en promedio un 1,7% del PIB versus el 8% en la OECD. Ahí están prácticamente toda nuestra brecha tributaria. Las personas en Chile pagan poco impuesto sobre sus ingresos.

Pero ¡cómo se atreve a decir eso, si la tasa marginal llega al 40% y más encima la quieren aumentar! Tienen toda la razón. No es que se pague poco, es que son muy pocas las personas las que pagan impuesto sobre la renta. Por eso nuestro enfoque ha sido el equivocado.

  • Podemos seguir pensando que las 9.711 personas que declararon rentas por sobre el tramo del 40% del global complementario el año fiscal 2023 siguen contribuyendo poco y que los “ricos” deben pagar. Dudo que eso mueva la aguja.
  • La otra es pensar que las 8.423.799 personas que recibieron ingresos y se ubican en los tramos exentos puede ser una cifra algo abultada.
  • Pero estamos hablando de una cota mínima de ingresos de aproximadamente $900.000 brutos mensuales. La economía política hace muy poco realista pensar en aumentar los impuestos para la clase media-media y de ingresos medios altos (C3, C2 y C1b).

¿Estamos atrapados? ¿Qué pasaría si miráramos el problema con desde una visión de largo plazo? La solución pasa por reconocer que en el corto y mediano plazo no tenemos la capacidad de aumentar los impuestos y abandonar esa retorica: no más alzas tributarias por un buen tiempo, independiente del gobierno de turno. No es realista incrementar el impuesto a las personas y el impuesto a las empresas debe simplificarse, y en algún momento, tratar de reducirse. Ese es el primer paso.

Lo segundo es acotar las expectativas de gasto. Detener las promesas de incremento de gasto fiscal, porque cualquier otra cosa es irresponsable. Tercero, priorizar las necesidades futuras, y con ello, revisar el gasto comprometido. No es posible tener un Estado donde más del 90% de sus ingresos están “pegados” y sean inflexibles a la baja. Esto pasa recortar por el empleo público, donde todo intento de modernizar el Estado se derrumba.

Finalmente, priorizar el crecimiento. No es retórica: crecimiento implica mayor recaudación fiscal directa, incremento en la masa salarial, en la formalidad laboral y, por ende, una posibilidad futura de ir cerrando la brecha en los impuestos personales. Por ahí va la cosa. Claro, es más lento y difícil, pero es correcto.

Para más contenido After Office, clic aquí.

Publicaciones relacionadas

Socio de Consultoría Tributaria de KPMG en Chile

Mayo 2, 2024

Tratado que evita la doble tributación: Un motor para la inversión. Por Antonio Guzmán

Dado el impacto que recibió el mercado de capitales por los retiros de fondos de pensiones ocurridos durante la pandemia, sumado al desincentivo que generó la nueva tasa de 10% a la ganancia de capital, sería una excelente noticia que los inversionistas americanos aprovechen esta exención y aumenten su inversión en la bolsa de valores […]

Conduce Catalina Edwards

Abril 30, 2024

After Office [E92] – Mónica Gana: impacto y desafíos de Fundación Casa Familia

En un nuevo After Office: Femenino, Catalina Edwards conversa con la directora ejecutiva de Fundación Casa Familia, Mónica Gana, sobre el rol y la expansión de la institución que brinda apoyo a familias con niños oncológicos, a través de casas de acogida y cuidados paliativos.

Economista y académico de la Escuela de Negocios UAI

Abril 30, 2024

Información ambiental, social y de gobernanza. Por Kevin Cowan

Es importante seguir avanzando en el involucramiento de los directorios para que no sólo se avance en la entrega de información, sino que también en una mejor gestión de los riesgos y oportunidades asociados a los factores sociales y ambientales.

Jaime Troncoso R.

Abril 29, 2024

CMPC realizaría la mayor inversión de una empresa chilena en el exterior: US$ 4.500 millones

Planta productiva de la CMPC. (Crédito CMPC)

Empresas CMPC anunció el estudio de lo que será la inversión directa más grande que haya realizado una empresa chilena en el exterior. La compañía acordó con el Estado de Rio Grande do Sul de Brasil un protocolo para avanzar en la evaluación de un proyecto del orden de los US$ 4.500 millones para la […]

Periodista y conductora de After Office de Ex-Ante

Abril 29, 2024

Mensajes de la Fed e Imacec de marzo serán claves para el mercado. Por Catalina Edwards

La mirada de los mercados apuntan a las palabras que pronuncie el presidente de la Reserva Federal de Estados Unidos (Fed), Jerome Powell, luego de la reunión del Comité Federal de Mercado Abierto (FOMC) que es el órgano rector que determina la dirección de la política monetaria, este miércoles 1 de mayo.