La fortaleza de los consumidores podría hacer especialmente difícil frenar la economía, lo que en principio parece un escenario benigno, pero que esconde riesgos importantes.
Existe el riesgo de que las tasas continúen presionadas en los próximos meses. A nivel de componentes cíclicas, los conflictos geopolíticos, el comportamiento del petróleo, las huelgas, entre otros factores, aún hacen posible que la FED deba continuar subiendo tasas o que las deba mantener altas por mucho más de lo esperado.
Las tensiones en China van más allá de simple debilidad económica. El desplome en el mercado inmobiliario ha disminuido también los ingresos de los gobiernos regionales, cuya principal vía de financiamiento es la venta de terrenos. Esto ha llevado a disminuir el gasto social, provocando a su vez descontento e incluso protestas.
Los factores estructurales que podrían explicar dificultades en el control de la inflación siguen plenamente vigentes: baja productividad, estrechez del mercado laboral, alto crecimiento de salarios y una inflación explicada mayormente por demanda.
La incertidumbre es parte de la ecuación, pero dada la bajísima prima por riesgo en renta variable, seguir el rally hoy es apostar a que con un alto grado de seguridad las cosas van a salir bien. El pecado, por tanto, es de base. No podemos descartar en lo absoluto que haya sorpresas positivas, pero […]
Al parecer la elección de consejeros constitucionales parece haber quitado todo el castigo asociado al primer proceso constituyente y la elección presidencial. Pareciera que al mercado le gustó mucho la convención elegida.
El 2022 la Fed advirtió que frenaría la economía y golpearía los portafolios de inversión. Hoy el mercado está claramente advertido de una recesión. No repita el error del 2022, gestione su cartera y prepárela para los riesgos que vienen.
El escenario actual hace muy difícil poder esquivar una recesión. Es más, aumenta la probabilidad de que ocurra antes de tiempo y con un grado de destrucción económica mayor.