Jorge Edwards en realidad era resistido por la derecha y la izquierda, pero era tan querible, tan genuino, tan exento de falsedades y de mala fe, que muchos lo perdonaban. Y somos muchos los que lo vamos a extrañar mucho.
En el duro discurso que pronunció desde Iquique en reacción a la votación de la reforma tributaria en la “Cámara de Diputados” – así la llamó él, en puro masculino, nada menos que en el Día de la Mujer”- el presidente finalizó con un singular agradecimiento a “los parlamentarios que no le dieron la espalda […]