Donald Trump y Joe Biden no solo tienen un tipo de liderazgo muy opuesto, sino que también sus propuestas y visión de país tienen profundas discrepancias. Pero ¿qué tan distintos son sus votantes? ¿En qué creen y qué les preocupa?
DONALD TRUMP
1.- “Blue collars”:
Trabajadores de ingresos bajos y medios – Son su electorado más leal, que lo hizo presidente en 2016: la clase trabajadora estadounidense, de ingresos bajos y medios, que hoy se siente abandonada por el sistema económico imperante en Estados Unidos y amenazado por la inmigración.
“Trump captó al obrero de sectores golpeados por la globalización, los Blue Collars, trabajadores de industrias tradicionales, como automotrices o extractoras de carbón, que antes tenían mucho poder y ahora están en declive”, explica el especialista en política exterior de Estados Unidos, José Alberto Morandé.
En 2016, Trump se comprometió a reactivar estas industrias de combustibles fósiles, pese a su alta contaminación. Y cumplió: desmanteló la política medioambiental de Barack Obama y benefició a ese sector. Este grupo de votantes suele vivir en los estados del centro de Estados Unidos, como West Virginia, donde Trump ganó holgadamente (con un 68.5%) en 2016, gracias a los trabajadores del carbón.
2.- Hombres y blancos:
Amplia ventaja el 2016: El votante de Trump es en su mayoría hombre y de etnia blanca. Según una encuesta de la consultora Edison Research, en las presidenciales del 2016 un 53% de votantes masculinos optaron por Trump frente a un 41% que lo hizo por Hillary Clinton. Además, un 58% de votantes blancos optó por Trump en 2016, versus un 37% lo hizo por Clinton.
Esto explica por qué Trump evitó condenar a los supremacistas blancos en el primer debate con Joe Biden.
“Trump no puede condenar a los supremacistas blancos porque son una parte importante de sus votantes. Son personas que se sienten amenazados por los inmigrantes”, explica Kenneth Bunker, cientista político de London School of Economic.
3.- Conservadores y religiosos:
Fortaleza entre evangélicos – Según un estudio de Voter Study Group, el 31% de los votantes de Trump en 2016 se definen como “conservadores acérrimos”: en lo económico defienden el libre mercado, privilegian a los nacidos en su tierra por sobre los inmigrantes y son tradicionales en temas morales.
Cifras del Instituto Pew señalan que en las elecciones de 2016 un 81% de los cristianos evangélicos blancos apoyaron a Trump.
El mismo organismo dice que, de acuerdo con una encuesta realizada en julio de este año, el 82% de los votantes registrados como evangélicos blancos votarían por Trump o se inclinarían por votar por él, mientras que solo un 17% apoyarían a Joe Biden.
4.- Veteranos de guerra:
Bastión electoral en duda – Se calcula que en EEUU hay unos 23 millones de veteranos, tradicionalmente más afines a los republicanos, y fueron un factor importante a favor de Trump el 2016. Pero en esta vuelta su apoyo no está tan claro pues Trump se ha envuelto en polémicas que lo podrían alejar de estos votantes.
En septiembre, por ejemplo, trascendió que el mandatario había llamado “perdedores” a los miembros del ejército de Estados Unidos que fueron capturados o murieron en combate.
JOE BIDEN
1.- Moderado y liberal:
A la caza del centro – Biden ha insistido en la necesidad de reunificar al país, en contraste con el liderazgo agresivo de Donald Trump. Los analistas aseguran que esto lo ayudará a captar a los votantes de centro, incluso dentro del Partido Republicano e independientes, y a los indecisos.
“La fortaleza de Biden es que es un líder responsable. Débil, quizás, pero responsable. Trump, en cambio, es un líder agresivo pero irresponsable”, explica Kenneth Bunker.
El votante demócrata ha sido tradicionalmente más liberal que el republicano. No está en contra de la inmigración, cree que el Estado sí debe prestar servicios básicos como la salud y es favorable al aborto o al matrimonio entre personas del mismo sexo.
“El simpatizante de Biden es lo contrario del de Trump; es más liberal, más educado y tiene mayores ingresos”, dice Kenneth Bunker.
2.- Mujeres y afroestadounidenses:
El factor Kamala – Según The New York Times, un 59% del voto femenino estaría con Biden, mientras solo un 35% respaldaría a Trump. Además, tiene un amplio respaldo entre los afroestadounidenses. El grupo es especialmente importante tras las masivas protestas en contra del racismo ocurridas en junio. Biden no ha perdido oportunidad de calificar a Trump como “el primer presidente racista” de EEUU.
La elección de Kamala Harris como compañera de fórmula es un guiño importante a esos votantes. Si gana Biden, ella será la primera mujer negra en ocupar la vicepresidencia estadounidense.
Solo un 8% de los votantes negros apoyó a Trump en 2016, aunque eso no significó que el resto respaldara a la candidata demócrata. “Los afroamericanos se restaron en la última elección porque Hillary no suscitaba apoyo. Pero están arrepentidos y se espera que vayan a votar”, dice el académico José Alberto Morandé.
3.- Anti-Trump:
Un virtual plebiscito – En una contienda donde uno de los competidores apuesta por reelegirse –como es el caso de Donald Trump–, los expertos suelen decir que se trata más de un plebiscito sobre el gobernante que de la elección de uno nuevo.
“Hay muchos votantes que son anti-Trump y que van a ir a votar por Biden solo para que Trump no siga en la presidencia”, explica Morandé. Estos votantes anti-Trump están incluso al interior del Partido Republicano, donde algunos de sus líderes están apoyando a Biden, como el ex gobernador de Ohio, John Kasich, quien en una convención demócrata virtual dijo: “Estoy orgulloso de mi herencia republicana, pero lo que he visto en estos cuatro años va contra esos principios”.
4.- Votantes preocupados por el cambio climático:
Donald Trump ha tenido diversos desencuentros con la comunidad científica por este tema. El presidente ha dicho que no cree en su impacto y ha tomado polémicas decisiones como retirar a EEUU del Acuerdo de Paris.
Así, según el Instituto Pew de los votantes registrados que apoyarán a Biden casi el 70% dice que para ellos el cambio climático es “muy importante”. Al contrario, solo el 11% de los simpatizantes de Trump dicen lo mismo.
Luis Eduardo Thayer atribuyó a temas logísticos, como la falta de impresoras en Colchane, la tardanza en la implementación del acuerdo de reconducción de migrantes irregulares que el Gobierno suscribió en diciembre con Bolivia. En el Ejecutivo dan por hecho que el proceso comenzaría esta semana, pese a la demora de más de 2 meses.
Según informa The New York Times, el borrador divide a los países en tres grupos para controlar el ingreso de sus ciudadanos: Rojo, naranjo y amarillo. A 11 países -entre ellos, Cuba y Venezuela- la propuesta es que haya una suspensión total de visas.
El condenado, un hombre de 69 años que cometió un doble asesinato en 2001, prefirió ese método, que no se había usado desde 2010 en el país, en vez de la silla eléctrica o la inyección letal. Solo cinco de los 50 estados de ese país permiten el fusilamiento como forma de ejecución.
El incidente, que ha desatado alarma en Estados Unidos, ocurrió esta madrugada a solo una cuadra de la sede presidencial norteamericana y terminó con el hombre herido y trasladado a un hospital. Al momento del tiroteo, el Presidente Donald Trump se encontraba en su casa de Mar-a-Lago en el estado de Florida.
El periodista, una de las víctimas más reconocidas del caso Karadima, encabeza una misión permanente de ayuda a las víctimas de la guerra en Ucrania. Crítico de Donald Trump y defensor de Volodímir Zelenski, Cruz afirma que los ucranianos jamás aceptaran que Rusia se quede con los territorios conquistados.