Este año 2023 quedará marcado por el significativo incremento en las tasas de interés de largo plazo, en un contexto de crecientes niveles de deuda pública y privada en los mercados financieros internacionales, con tasas de política monetaria en niveles muy sobre sus valores de largo plazo tanto en economías desarrolladas como emergentes.
El bono del tesoro norteamericano a 10 años alcanzó en octubre su mayor valor desde 2007 (casi 5%, ver figura 1), en tanto que las expectativas para la FED FUND muestran que estos bonos retornarían a valores en torno a 4% recién en 2025. Ello, en un contexto en que la deuda pública de Estados Unidos se ha mantenido en torno a 120% del PIB, valores no observados desde la segunda guerra mundial.
Las presiones al alza en las tasas largas, además, se han visto impulsadas por una fuerte caída en la demanda por papeles norteamericanos por parte de China, que alcanzó su menor valor en 14 años, exhibiendo una caída de 40% en la última década. Con esto, estaríamos frente a un cambio estructural en el mercado de deuda en los mercados internacionales, escenario que enfrentarán en los próximos años tanto los gobiernos como las empresas y los hogares, con tasas de interés que se mantendrían en valores superiores a los de la última década.
En este contexto, los inversionistas han ido demostrando una mayor preferencia por la renta fija para los próximos años en comparación con el apetito por los mercados accionarios (figura 2), con condiciones crediticias que se han ido restringiendo consistentemente, en línea con este panorama.
En Chile, el último Informe de Estabilidad Financiera (IEF) del Banco Central muestra que el crédito comercial se contrajo -6.4% en términos reales en septiembre, respecto del mismo mes del año anterior.
En base a análisis alternativos, el IEF concluye que dicha contracción estaría principalmente asociada a una menor demanda por parte de las empresas ante menores necesidades de finamiento producto de la escasez de proyectos de inversión. A modo de ejemplo, de acuerdo con el catastro actualizado de proyectos de inversión en la minería publicado por Cochilco, para 2024 no se visualizan proyectos relevantes (superiores a US$ 1000 millones), y de acuerdo al Informe de Política Monetaria de septiembre, la formación bruta de capital fija recién se recuperaría en 2025.
En tanto, las emisiones locales de bonos continúan por debajo de sus promedios históricos y de lo observado el año 2022, especialmente las emisiones correspondientes al sector corporativo. En cuanto a los hogares, el panorama no es más alentador, con un mercado hipotecario más restringido e indicadores de calidad crediticia que empiezan a dar cuenta de la debilidad del mercado laboral.
Hacia adelante las proyecciones oficiales muestran un crecimiento del PIB modesto en torno a un potencial de 2% para el próximo bienio, y con riesgos importantes provenientes de los mercados financieros internacionales. En este contexto, en el corto plazo, resulta relevante que durante el 2024 la normalización de la TPM sea más rápida que la implícita hoy en los precios de activos.
El IPSA cerró con un alza de 0,95%, alcanzando los 6.639 puntos impulsado por Copec, Falabella y SQM-B. El dólar subió $5, situándose en $977,80, influenciado por amenazas comerciales de Donald Trump y datos económicos de EE.UU.
El gasto en licencias médicas creció un 131% entre 2015 y 2022, alcanzando más del 1% del PIB. El abuso y los problemas de diseño evidencian la urgencia de rediseñar esta prestación clave para nuestra seguridad social.
El S&P 500 alcanzó su récord número 53 del año, subiendo un 0,56% y cerrando noviembre como su mejor mes de 2024 con un alza del 5,74%. En Chile, el IPSA retrocedió un 0,16% y el dólar cayó a $972,75 tras tres sesiones de estabilidad.
Los tiempos corren y no podemos esperar cinco, ocho o diez años para recién contar con la autorización para un proyecto que necesitamos ahora. En palabras de las autoridades canadienses, “la carrera por desarrollar los proyectos, tecnologías e industrias del futuro es hoy.”
El referencial IPSA de la Bolsa de Comercio de Santiago avanzó un 0,12%, alcanzando los 6.587 puntos en una jornada marcada por bajos volúmenes debido al feriado del Día de Acción de Gracias en EE.UU. El dólar cerró sin variaciones, mientras el mercado sigue atento a las políticas del próximo gobierno de Trump.