Destacado como líder entre los sobrevivientes del accidente aéreo en la Cordillera de los Andes fue quien, junto a Roberto Canessa, logró el rescate de sus compañeros. Ha forjado una reputación en diversos campos. Su trayectoria lo ha llevado a convertirse en un exitoso hombre de negocios, atleta y productor de programas de televisión. También ha ganado reconocimiento internacional como orador, desarrollando estrategias para fomentar la excelencia tanto en el ámbito laboral como en la vida cotidiana. En un hito significativo, fue distinguido como el “Mejor orador en el mundo” por el World Business Forum en Nueva York en el año 2010.
En el momento del impacto, Canessa cursaba sus estudios de Medicina. Tras regresar a Uruguay, transformó su vida al convertirse en médico cardiólogo pediatra. Su destacada carrera fue reconocida con el Premio Nacional de Medicina de Uruguay, y en 2015, fue designado Honorary Fellow of the American Society of Echocardiography. Además, comparte su experiencia y conocimientos a través de conferencias de liderazgo para empresas, colaborando activamente con una red compuesta por distinguidos colegas de todo el mundo.
Nacido en Montevideo en 1953, este sobreviviente de la tragedia de los Andes cursó sus estudios en el colegio Christian Brothers. Después de la tragedia, orientó su trayectoria hacia el Derecho. Con una sólida experiencia de 13 años en la industria de envases plásticos y alimenticia, actualmente se dedica al desarrollo de proyectos de inversión inmobiliaria y se destaca como conferencista motivacional a nivel mundial. En la actualidad, ocupa el cargo de Vicepresidente en la Unión de Rugby del Uruguay (URU) y es miembro del consejo de administración de la Fundación Viven.
Como el último superviviente en abordar el helicóptero de rescate, no solo protagonizó un momento crucial, sino que también forjó una trayectoria impresionante. Tras obtener una licenciatura en Dirección y Administración de Empresas y adquirir amplios conocimientos médicos, destacó en su labor como conferencista, donde comparte su mensaje inspirador en áreas fundamentales como gestión de adversidad, liderazgo y motivación. Como orador, ha colaborado de manera recurrente con instituciones de renombre en diversos países, incluyendo México, Estados Unidos, España, Chile, República Dominicana, Puerto Rico, Colombia, Argentina, El Salvador, Panamá, Brasil, Venezuela, Suiza y Uruguay, entre otros.
Siendo el más joven entre los sobrevivientes, contaba con 18 años cuando el avión se estrelló (cumpliendo 19 en la cordillera). Hijo del destacado artista Carlos Páez Vilaró -quien buscó incesantemente a su hijo tras el accidente-enfocó sus esfuerzos en el ámbito agropecuario, desempeñándose como técnico en la materia durante años. Posteriormente, expandió su carrera hacia la esfera empresarial, destacándose como escritor con la publicación de dos libros sobre la tragedia. Además, incursionó en el ámbito publicitario y se consolidó como orador motivacional.
Conocido por el apodo de “El Alemán”, tras la pérdida del capitán del equipo, Marcelo Pérez del Castillo, a la edad de 25 años, este miembro de los primos Strauch emergió como líder crucial. Su papel fue esencial para la toma de decisiones, la organización efectiva del grupo y la desafiante tarea de proporcionar alimento. Tras la tragedia, desarrolló una destacada carrera como arquitecto en Montevideo.
En el momento del accidente aéreo, contaba con 24 años y desde su carrera como ingeniero en agronomía desempeñó un papel innovador al inventar una máquina para derretir hielo, proporcionando así una fuente crucial de agua para consumo. Además, contribuyó al bienestar del grupo creando lentes de sol. En la actualidad, reside en un entorno rural, donde administra su granja para ganado.
Durante el accidente aéreo, salió ileso y era uno de los de mayor edad en el grupo, contando con 27 años en ese momento. Su presencia fue crucial para mantener la armonía, actuando como un mediador que templaba los ánimos durante las discusiones entre los supervivientes. Su naturaleza amable proporcionaba la contención necesaria para los más jóvenes que enfrentaban las adversidades. En su carrera profesional, destacó al dirigir una empresa informática y tecnológica en Montevideo.
A sus 24 años, sobrevivió al accidente saliendo ileso inicialmente. Sin embargo, tras la avalancha, sufrió una lesión en el pie que se complicó con gangrena. Aunque la herida se infectó, perseveró durante los últimos días sin poder caminar.
A su retorno a Uruguay, plasmó su experiencia en un libro y compartió sus vivencias a través de charlas motivacionales. Simultáneamente, se destacó como uno de los principales productores lácteos del país durante muchos años. En su jubilación, canalizó su pasión por la pintura. Falleció el jueves 27 de julio de 2023, a la edad de 75 años. Fue el segundo de los sobrevivientes que murió.
Con 21 años durante el accidente, el estudiante de economía viajaba con sus íntimos amigos Arturo Nogueira y Felipe Maquiarrán, quienes fallecieron en circunstancias diferentes. En contraste con los demás, se destacaba por ser tímido e introspectivo. Tras el incidente, retomó sus estudios de Economía en la Universidad de Buenos Aires y posteriormente obtuvo un MBA en la Universidad de Stanford, Estados Unidos. Más tarde, se estableció en Argentina, donde desempeñó el rol de director en una destacada fábrica de cerveza y bebidas.
La oportunidad de unirse al viaje a Chile surgió gracias a amigos que sí eran miembros del club, a pesar de no ser parte de la expedición. Durante el accidente aéreo a sus 19 años, sufrió una fractura en la pierna izquierda (tibia y peroné), y fue Roberto Canessa quien logró recolocar los huesos de manera que no requiriera cirugía posterior. Dada su condición, tuvo que descansar en las hamacas improvisadas para los heridos. Cuando los helicópteros de rescate llegaron, Mangino, quien no había caminado en los 72 días de supervivencia, fue el primero en subirse. Después de vivir muchos años en Brasil, regresó a Montevideo, donde contribuyó al sector de calefacción y aire acondicionado. Además, se incorporó a la junta del equipo de Rugby Old Christians.
Cuando ocurrió el accidente aéreo, Harley tenía 20 años y experimentaba su primera vez viajando en avión. Durante la odisea, desempeñó un papel crucial al reparar un pequeño transistor que les permitió estar al tanto de las noticias relacionadas con las tareas de búsqueda. Posteriormente, alcanzó el éxito como ingeniero trabajando para un fabricante de pinturas. Hoy, mantiene su dedicación al deporte.
En compañía de su esposa Liliana, decidieron aprovechar la atractiva oferta de los pasajes de avión para celebrar su aniversario de bodas con unas vacaciones en Chile. Al momento del trágico accidente aéreo, contaba con 36 años (cumpliendo 37 en la montaña) y ostentaba el título de ser el mayor entre todos los supervivientes. Desafortunadamente, perdió a su esposa cuando quedó sepultada en un alud. En los años subsiguientes al accidente, rehizo su vida y contrajo matrimonio con Ana María, con quien tuvo cuatro hijos más. Trabajó hasta su jubilación en la empresa tabacalera de la familia de Panchito Abal (jugador del equipo de rugby). El 4 de junio de 2015 fue el primero de los sobrevivientes de los Andes que falleció.
Al igual que varios de sus compañeros sobrevivientes, había cursado sus estudios en el colegio Stella Maris, ubicado en el barrio de Carrasco, y participaba activamente en el equipo de rugby Old Christians. Cuando ocurrió el fatídico accidente aéreo, contaba con 20 años, celebrando su 21º cumpleaños en la cordillera. En la actualidad, se desempeña como técnico y productor agropecuario, llevando a cabo su vida entre su rancho y Carrasco.
Su amistad cercana con Bobby François y Carlitos Páez lo llevó a unirse al equipo de rugby para el viaje a Chile. Durante sus días universitarios, se dedicó a estudiar Ingeniería Agrónoma. Después de regresar a Uruguay por un tiempo, emprendió un nuevo capítulo en su vida al trasladarse a Asunción, Paraguay. A medida que pasaba el tiempo, se dio cuenta del impacto inspirador que la historia de supervivencia tenía en quienes la escuchaban. Esto lo motivó a compartir su experiencia a través de conferencias y entrevistas, convirtiéndose en un empresario exitoso en el camino.
Ajeno al equipo de rugby Old Christians, su campo de juego era el fútbol, compartiendo equipo con Numa Turcatti. Inmerso en la Facultad de Derecho, era compañero de sus amigos Turcatti y Gastón Costemalle, siendo este último quien los convocó a unirse al viaje a Chile. Conmemoró sus 25 años en medio de las montañas, donde las secuelas de heridas graves en una pierna le impidieron moverse durante los 72 días de supervivencia.
Tras el accidente en los Andes, concluyó sus estudios de derecho y ascendió a ser propietario de uno de los estudios notariales más prestigiosos de Uruguay. Su residencia actual se encuentra en Carrasco.
Lea también. Las 15 películas que tienen que ver este verano
Ver esta publicación en Instagram
No deja de ser llamativo que de manera consistente Raúl Zurita aparezca entre los favoritos al Nobel de Literatura, que se entrega este jueves. Es difícil que lo gane, tiene los méritos literarios para conseguirlo, aunque por un asunto geopolítico -que la Academia Sueca toma en cuenta- se vea improbable que Chile tenga un tercer […]
La visión de Rodrigo Navarrete es una invitación a reencontrarnos con la belleza de lo simple, a celebrar lo nuestro logrando que una ópera clásica se siente tan cercana como las raíces de nuestra propia tierra.
¿Quién es Juan Diego Santa Cruz? El crítico gastronómico de Ex-Ante se ha hecho notar con sus columnas y recetas. Acá cuenta su historia: es sobrino de Lucía Santa Cruz (consejera de LyD y eximia cocinera) y nieto de Hernán Eyzaguirre, autor de Saber y sabores de la comida chilena. A finales de año abrirá […]
Este 7 de octubre se cumple un año desde el ataque de Hamas contra Israel, que desató una escalada bélica que hoy afecta a gran parte de la región. Más de 41.000 palestinos fallecidos en Gaza y más de un centenar de rehenes israelíes aún sin ser rescatados, son parte de los números de un […]
China State Construction Engineering Corporation (CSCEC) es una de las compañías de construcción más antiguas del país asiático y una de las más grandes del mundo. En Chile solamente están desarrollando un proyecto, que corresponde a infraestructura astronómica en la región de Antofagasta. A partir de esta iniciativa pretenden explorar el mercado chileno para nuevas […]