Es legítimo preguntarse si el éxito de la vacunación masiva que pone a Chile a la vanguardia mundial -en vísperas de las elecciones de constituyentes, gobernadores, alcaldes y concejales- no está causando un ataque de pánico en la oposición que intenta aprovechar el aumento de los casos para volver a lanzarse con todo contra el gobierno, con el Colegio Médico a la cabeza.
“La encarnación del mal”. La pandemia nos llegó en medio del estallido social, un gigantesco cuestionamiento a las instituciones, al gobierno y especialmente a la figura Sebastián Piñera a quién una buena parte de la oposición ve como la “encarnación del mal”. En los rayados callejeros lo que más abunda son los llamados a que renuncie.
La tesis. La oposición busca instalar una “presunción de inmoralidad” respecto de todo lo que hace el gobierno para enfrentar el flagelo de CV19, acusando a Piñera privilegiar los negocios por sobre la salud de las personas.
El prontuario. La búsqueda desesperada de un “pandemiagate” se inició con una campaña feroz de desprestigio contra el ex ministro Mañalich, a quien acusaron falsamente de engañar a la población sobre el número de fallecidos a causa del CV19.
Los acuerdos desahuciados: En medio de las críticas, el gobierno junto a todos partidos políticos suscribió, con bombos y platillos, un acuerdo económico propuesto por un grupo transversal de economistas convocados por el Colegio Médico, cuyo resultado fue un paquete de ayudas por U$16.000 millones. Al poco tiempo fue declarado “insuficiente” por la oposición.
La arremetida final: La guinda de la torta la puso el presidente de la DC, Fuad Chahin. En una conversación privada (donde se dice la verdad) con dirigentes de su partido acusó a Piñera de sabotear las elecciones programadas para abril al permitir el aumento de contagios con el fin de justificar su postergación. Por último, llamó a “irse con todo contra el gobierno” incluso por medio de una nueva acusación constitucional.
El texto fue escrito desde la revancha, y con actitudes seudo autoritarias. Se excluyó a sectores políticos completos del proceso y se adoptaron reglas que no se adoptaría en ninguno de los países de los cuales se ha mencionado que podrían servir de modelo para Chile. Es, para efecto de toda evaluación técnica, un fracaso.
La escuela política de Stingo fueron los matinales. Sin un animador al lado se anima demasiado y cae en el insulto, el desprecio, hablando de “mi platita” como si preocuparse de ello fuera de tonto, o riéndose de la edad de Ricardo Lagos o de la preocupación por la propiedad privada de un poblador de […]
No veo al Presidente como un líder empoderado para manejar una situación política y económica compleja que empeorará. Ni tampoco explicándole a la ciudadanía qué es lo que él quiere y necesita, cuál es su visión para salir del impasse político-económico-social y constitucional, sino más bien evadiendo la realidad, minimizando los errores.
Parece más aconsejable que el gobierno separe su suerte del texto propuesto por la convención, adopte una prudente distancia y analice con pragmatismo “todos los escenarios”, ya que su obligación seguirá siendo gobernar el país y no defraudar las esperanzas de cambio que anidan en la sociedad chilena.
Si vamos a recaudar más, es un imperativo moral asegurar que esos recursos públicos se gasten bien. Para que el gobierno tome en serio el rol del Estado en su lucha contra la desigualdad, debe tener a la vista que los esfuerzos en gastar bien son tres veces más efectivos que los esfuerzos en recaudar […]