En diciembre del 2019 las RRSS alcanzaron 28% de confianza entre la gente superando a todas las instituciones del país, salvo las radios (29%), una cifra muy alta a nivel mundial. Ahora cayeron a 15%. Eso dice algo importante sobre el país, ya que los estudios publicados en EEUU comprueban que las redes alimentan la rabia de la gente: buscan potenciar las emociones y animan a las personas a actuar más enojadas.
La lógica de una caída. “En los EEUU, la industria de las RRSS opera en una democracia que sufre las consecuencias de la polarización política extrema. Habiendo exacerbado esta división, las principales empresas tienen que hacer cambios que alivien el odio partidista”. Esta es una de las principales conclusiones de uno de los últimos estudios publicados en EE.UU. y que es concordante con otros que ponen a las plataformas sociales en el peor escenario posible: alimentar la rabia de la gente.
https://www.science.org/doi/10.1126/sciadv.abe5641
Cambio de percepción. En escenarios de polarización, en donde las instituciones aparecen en la parte baja de la confianza de la gente, como los meses posteriores al 18/10, el golpe sobre los medios es aún más fuerte. En cambio, las RRSS buscan mostrar lo que a los usuarios les interesa en ese momento y viralizan lo que hará que las redes exploten. Por supuesto, esto no quiere decir que el 18/10 la violencia se hubiera producido sin Redes Sociales. Facebook y otras compañías no causaron la división política masiva de EEUU, pero la han ampliado y la han empujado a la violencia. Esto dicho por varios estudios.
https://news.yale.edu/2021/08/13/likes-and-shares-teach-people-express-more-outrage-online
No hay que sentarse en los laureles. Chile ha decaído en los indicadores de percepción de la corrupción en los últimos 10 años y no hay semana en que un escándalo no golpee a la ciudadanía. Estas crisis deben ser oportunidades con visión de Estado para fortalecer nuestra institucionalidad y aislar a quienes están dispuestos […]
Si queremos salir del hoyo en que estamos, requerimos de nuevos líderes que nos hagan recuperar la estructura normativa, pero de manera más ética y no autoritaria. Necesitamos urgentemente salir del marasmo y la anomia, para mirar el futuro con esperanza.
Mientras el Presidente posiblemente considera que sus buenas intenciones de origen lo hacen digno de todos los perdones que reclame, gran parte de la sociedad, a estas alturas, ya mira sus disculpas con recelo. Más aún si estás habitualmente ocurren cuando el mandatario está en problemas o se aparecen motivadas por circunstancias electorales.
Los partidos gobiernistas hicieron todo lo posible para erosionar, aportillar y quitar legitimidad a la Constitución vigente, al punto de declararla muerta, pero, ahora piden mantenerla. Socavaron irresponsablemente las bases de la institucionalidad, alentaron el “parlamentarismo de facto”, al punto de aprobar artículos transitorios a la Constitución para… ¡permitir el retiro de los fondos previsionales! […]
La coalición de Gobierno del Primer Mandatario ha experimentado un desfonde no tan sólo ético, tras el caso Convenios, sino que también político y doctrinario. Ya no hay programa, no hay liderazgos, no hay proyecto. Es tan desolador el panorama que la izquierda ha debido buscar refugio en la guarida política más inhóspita, para evitar […]