El primer aniversario de la entrada en vigor del CPTPP ha sido objeto de un intenso debate. A un informe publicado por la Subrei donde se señalan efectos dispares en las exportaciones al bloque, se sumó una ácida columna del ex subsecretario Ahumada, donde declaró que “el TPP11 no ha generado ganancias marginales, sino que ganancias nulas”.
Desde una mirada de largo plazo, la entrada de Chile a este bloque viene a ratificar una política de Estado basada en la apertura comercial, que trasciende a gobiernos de turno. Con 33 acuerdos, Chile es el país con más tratados de libre comercio del mundo, gozando de un acceso preferencial a 65 economías, que representan el 88% del PIB mundial.
La crítica al CPTPP, basada exclusivamente en una disminución de las exportaciones para el 2023, es infundada y caprichosa. Esto porque en un escenario de estancamiento económico, todas las exportaciones de Chile cayeron (-8,7% real anual), no solo las destinadas a los países de este bloque (ver Figura 1). Por el contrario, la pregunta correcta que debemos hacernos es: ¿cuál hubiese sido este resultado sin la entrada de Chile al CPTPP?
La crítica de Ahumada al CPTPP es sintomática de la manera de hacer política de la izquierda frenteamplista. Se esconde un ella un profundo desdén a los logros alcanzados por Chile en las última décadas —en este caso una exitosa apertura comercial basada en el multilateralismo— y se arman “monos de paja” para apuntar con el dedo y así avanzar con agendas propias.
La entrada de Chile al CPTPP es un buen ejemplo de cómo Chile debe avanzar hacia el futuro. Dando continuidad a una política de Estado que ha mostrado ser exitosa, de forma gradual y sin saltos al vacío que prometan refundar nuestra economía.
Los Fondos Generacionales enfrentan grandes desafíos de implementación. La complejidad aconseja un trabajo estrecho y mancomunado entre las autoridades, académicos y la industria para contribuir a una implementación exitosa.
La baja natalidad no es solo un dato estadístico: es un síntoma de una sociedad que ha hecho cada vez más difícil elegir ser madre. Urge repensar nuestras prioridades como sociedad y apostar por medidas que hagan de la crianza una opción viable, de lo contrario, la celebración del Día de la Madre va camino […]
Esperamos que esta campaña electoral no se limite a eslóganes, sino que convoque a los candidatos a mirar el desarrollo futuro del país. Apostar por la infraestructura no solo es una promesa de campaña atractiva: es una decisión responsable y estratégica.
Avanzar en transparencia ya no es una opción, sino una urgencia. El compromiso de abrir los datos y permitir el escrutinio técnico por parte de centros de estudio y universidades sigue pendiente. Cumplirlo no solo reforzaría la credibilidad de las estimaciones, sino también la confianza en la sostenibilidad de nuestras finanzas públicas.
En un nuevo podcast After Office Investing, Catalina Edwards conversa con la gerenta de Sostenibilidad de Banco Santander, Soledad Ramírez, sobre la segunda versión de los fondos concursables impulsados por la entidad, que buscan fortalecer el bienestar social y la educación financiera. A continuación lo que implica la nueva edición de esta iniciativa.