El gobierno chileno declinó la invitación formulada al Estado de Chile por el embajador de Israel, Gil Artzyeli, para participar en un ambicioso proyecto aeroespacial conjunto: el envío a la Luna de una nave nodriza con dos módulos para alunizar en el lado oscuro de la Luna. Uno de ellos tendría la bandera chilena. También incluía la participación de ingenieros chilenos. El know how, datos, aprendizajes e innovaciones desarrollados durante el proyecto serían compartidos con Chile de igual a igual. El gobierno adujo razones presupuestarias para no participar en la iniciativa, pese a que el gasto para Chile era de aproximadamente US$7,5 millones. Además, agregó que “la exploración espacial ultraterrestre no se encuentra dentro de los planes gubernamentales”.
La invitación. Durante meses el embajador de Israel en Chile, Gil Arztyeli, sostuvo diversas reuniones con las máximas autoridades de los ministerios de Defensa, Ciencia y Tecnología, Bienes Nacionales, Transportes y Telecomunicaciones y Relaciones Exteriores, para extenderles una invitación inédita para el país: la posibilidad de que Chile participe en la misión lunar Beresheet 2 de la ONG israelí SpaceIL.
- El proyecto contempla el envío de una nave espacial no tripulada para que orbite la luna durante 5 años con dos módulos independientes que alunicen en el lado oscuro y visible de la luna con fines de exploración, educativos y científicos.
- La invitación a Chile era como socio estratégico y único país de Latinoamérica que participaría en la misión, pudiendo elegir a cinco ingenieros chilenos para que se integren al equipo de 35 ingenieros que estarán involucrados en el proyecto. Además, un científico chileno sería invitado a permanecer durante 2 años como asesor del comité científico de Israel.
- Según la propuesta todo el know-how, datos, aprendizajes e innovaciones que se desarrollen durante la puesta en marcha y realización del proyecto serían compartidos con Chile de igual a igual.
- Además, tratándose de un Estado y no de una empresa privada la que colaboraría en el proyecto, se estableció que uno de los módulos que realizarán el alunizaje llevaría la bandera de Chile.
- De haber aceptado la invitación y si la misión tuviera éxito, Chile se convertiría en el décimo país del mundo con un proyecto científico de exploración en el deep space (espacio profundo) a 400 mil kilómetros de distancia de la Tierra; el séptimo país en alunizar en el satélite natural; y el segundo junto con Israel, en llegar al lado oscuro de la luna. Logro que sólo ha conseguido China.
Los costos. La organización no gubernamental y sin fines de lucro SpaceIL se creó el 2011 para competir en la iniciativa Google Lunar X Prize, que premiaría con US$20 millones al primer equipo de ingenieros privados del mundo en realizar un alunizaje. Aunque nadie logró el cometido, el equipo israelí consiguió el 2019 con el proyecto Beresheet construir la primera nave de Israel en viajar más allá de la órbita terrestre, aunque en un fallo de último momento el pequeño módulo, de 2m de alto por 1,5m de ancho, se estrelló contra la luna.
- De inmediato la organización echó a andar el proyecto Beresheet 2, con un presupuesto estimado de US$120 millones -una fracción de lo que gastan los estados en exploraciones espaciales-. Con el apoyo de la NASA y el 90% recaudado a través de donaciones.
- Se invitó a participar a Chile por la relación histórica con el país en materias diplomáticas, científicas y de defensa. Y en particular porque ya existe una colaboración en temas del espacio, a través del Programa Satelital de Chile.
- Chile debía aportar con el 12,5% del total del presupuesto, esto es US$15 millones, según informó a las autoridades chilenas el CEO de SpaceIL, Shimon Sarid, en una visita realizada al país a fines de marzo. Sarid junto al embajador Artzyeli, también visitaron la Facultad de Ciencias Físicas y Matemáticas de la Universidad de Chile y la Academia Chilena de Ciencias para explicar los alcances del proyecto.
- Consultados por la ministra de Defensa, Maya Fernández, sobre la posibilidad de hacer una colaboración público privada en el financiamiento, desde la embajada se buscaron otras vías de apoyo como la de la Fundación Libertad Humana, que estudia los efectos de las tecnologías para transformar las dinámicas sociales.
- Así, finalmente el monto que debía aportar Chile al proyecto se redujo a US$7,5 millones, aproximadamente.
La negativa del gobierno. En carta fechada el 11 de julio, la ministra de Ciencias, Tecnología, Conocimiento e Innovación, Aisén Etcheverry, rechazó la invitación del embajador de Israel en su calidad de presidenta de la Comisión Asesora Presidencial en materia espacial.
- En el texto, la ministra agradece el ofrecimiento y señala que es un “reconocimiento a las capacidades científicas y tecnológicas que Chile ha logrado alcanzar en el ámbito espacial”.
- Sin embargo, agrega que el Consejo de Política Espacial ha concluido que no es viable la participación de Chile “dada la situación económica actual y los costos asociados con este proyecto, Chile lamentablemente no cuenta con los recursos económicos ni los instrumentos presupuestarios necesarios para su financiamiento. Agradecemos el apoyo ofrecido por la Fundación Libertad Humana, pero aún si este se materializara, los requerimientos financieros exceden nuestras capacidades”.
- En la misiva, la ministra sostiene que, por otra parte, “la exploración espacial ultraterrestre no se encuentra dentro de los planes gubernamentales a corto plazo y nuestras prioridades están centradas en la implementación del Sistema Nacional Satelital, en el cual las empresas de Israel tienen un rol relevante”.
Polémicas con Israel. El embajador de Israel en Chile, Gil Artzyeli, ha enfrentado tensos momentos en su relación con el gobierno y sectores del gobierno, que incluyeron una negativa del presidente Boric a recibir sus cartas credenciales,
- El primer impasse se produjo el 15 de septiembre del año pasado cuando el Presidente Gabriel Boric se negó a recibir sus cartas credenciales ese día, g3sto que justificó como una protesta por la muerte de un joven palestino en medio de una redada israelí en Cisjordania. El hecho generó una crisis diplomática entre Chile e Israel y la entonces canciller Antonia Urrejola pidió disculpas al embajador en la sede del ministerio de Relaciones Exteriores.
- Tras el pedido de disculpas, Artzyeli señaló que “para mí fue un incidente no muy cómodo el de esta mañana. Siendo un israelí y un judío mi pueblo ha pasado peores cosas en los último cuatro mil años y vamos a superar el incidente de esta mañana, para el bien de Chile, de Israel y de nuestras relaciones bilaterales”.
- El segundo incidente se produjo en la Cámara de diputados, el pasado 16 de mayo, cuando el embajador acudió a la comisión de Defensa, precisamente a explicar los detalles del proyecto de exploración lunar Beresheet 2 al cual Chile está invitado.
- Allí el embajador de Israel, fue recibido por un grupo de diputados del Frente Amplio y el PC ataviados con los pañuelos tradicionales palestinos (Kufiyas o shemagh) y pusieron una bandera palestina sobre la mesa donde el embajador iba a exponer. Ver video del incidente.
- Entre los manifestantes se encontraban Jorge Brito (RD), Catalina Pérez (RD), Diego Ibáñez (Convergencia Social) y Karol Cariola (PC) entre otros.
- Protestaban por un fuerte cruce de palabras en Twitter ocurrido tiempo antes entre Brito y el embajador. Cuando el embajador cuestionó la condena de Cancillería chilena frente a hechos de violencia en Jenin Palestina, el diputado Brito respondió que “No se puede lamentar el holocausto al mismo tiempo que se defiende un apartheid y matanza criminal. Contra toda barbarie, por todas las víctimas, nadie merece vivir bajo ocupación”. Ante esto, Artzyeli le contestó por la misma red social: “eres un miserable”.
- En la Cámara, ante las protestas de los diputados, el presidente de la comisión de Defensa, Francisco Undurraga (Evópoli) debió llamar varias veces al orden y desalojar a los asesores y prensa de la sesión.