Francisco Sagasti (76) emprende la difícil tarea de completar los ocho meses que quedan del actual período presidencial. Eso a la luz de la severa crisis política y social por la que atraviesa Perú y los cuestionamientos de la población a los poderes del Estado.
El cuarto del período. Sagasti será el cuarto presidente del país durante el actual quinquenio que terminará el 28 de julio de 2021, luego de Pedro Pablo Kuczynski, que renunció en marzo de 2018; de Martín Vizcarra que fue destituido hace una semana, y Manuel Merino, que renunció el domingo.
Llegar a julio. Su permanencia en el poder, a diferencia de lo que ocurrió con Merino, parece estar garantizada hasta julio. Eso porque tiene el apoyo de las principales bancadas, y porque la oposición se ha reducido al fujimorismo y algunos congresistas de dos partidos, lo que le brinda a Sagasti oxígeno al menos por unos meses.
Descontento y corrupción. Sagasti deberá intentar canalizar las críticas contra la clase política. Ese descontento, coronado por las mayores manifestaciones políticas en 20 años y que le costaron el cargo a Merino, tienen sustento: 68 los 130 congresistas peruanos tienen abiertas investigaciones en el ministerio público, la mayoría por casos por corrupción.
Ocho meses de parlamentario. Si bien tuvo experiencia política como asesor de ministros, su estreno en cargos de elección popular comenzó recién en marzo pasado cuando ocupó un escaño de parlamentario por el Partido Morado. Eso tras las elecciones extraordinarias de enero de 2020.
Nueve escaños. La colectividad a la que pertenece, el Partido Morado, tiene tres años de vida y es considerada como de centroderecha. Apenas tiene nueve congresistas (de un total de 130), incluido Sagasti. Fue la única tienda política que votó en contra de la destitución de Vizcarra.
Historia familiar. Es nieto del héroe nacional peruano Francisco Sagasti Saldaña, vencedor de la batalla de Tarapacá, durante la guerra del Pacífico. La familia de su madre, Elsa Hochhausler Reinisch, emigró desde Austria a Chile.
Militares y APRA. Trabajó como asesor tanto para la dictadura militar (1968-1980) como para los dos gobiernos de Alan García (1985-1990 y 2006-2011). Además, fue funcionario de Naciones Unidas y del Banco Mundial. Ha sido profesor e investigador de universidades peruanas, estadounidenses y europeas.
El souvenir del secuestrado. En 1996 estuvo entre las casi 800 personas que permanecieron como rehenes del Movimiento Revolucionario Túpac Amaru durante la toma de la residencia del embajador de Japón. Sin embargo, Sagasti fue liberado tras cinco días y regresó a Costa Rica donde entonces residía. Antes de salir de la residencia nipona, Sagasti le pidió un autógrafo a cada uno de los miembros del comando emerretista.
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