Las prestaciones previsionales financiadas por el gasto público “serían el principal responsable de la resiliencia del consumo”, dice el documento dirigido por el economista Jorge Selaive. Arroja luces donde hasta ahora el Banco Central se enfrentaba a un misterio. “Esta magnitud abre la discusión del espacio para continuar incrementando el peso de prestaciones previsionales con cargo al erario público y/o la relevancia de una reforma tributaria”, dice Scotiabank.
Fisco. Un incremento relevante de los desembolsos del Fisco al financiamiento de las pensiones básicas estarían tras la misteriosa resiliencia del consumo en Chile, de acuerdo con un reporte del Departamento de Estudios de Scotiabank Chile.
- La demora en el ajuste macroeconómico chileno se debió, en buena medida, a que la capacidad de consumo se mantuvo más alta de lo previsto en los trimestres recientes. Dado ese estímulo a la economía, la inflación se tornó persistente y el Banco Central ha debido retrasar la normalización de la Tasa de Política Monetaria (TPM).
- En el más reciente Informe de Política Monetaria (IPoM), la entidad dirigida por Rosanna Costa corrigió al alza su estimación inflacionaria para cierre de 2023 desde 3,7% a 4,6% anual. Lo hizo debido a “la menor velocidad de ajuste del consumo y una brecha de actividad que se cierra más tarde que lo previsto”.
- El vicepresidente del Banco Central, Pablo García, dijo a mediados de abril a Ex-Ante: “Lo que se observó con la revisión de las cuentas nacionales es que el nivel de consumo en los últimos años estuvo más arriba de lo que nosotros pensamos, más de 4.300 millones de dólares adicionales. Eso puede haber respondido a que la propensión a consumir los estímulos que se dieron en el ciclo positivo de liquidez para los hogares fue mayor de lo que se pensaba”.
- Los economistas esperaban una reducción importante del consumo (y de la inflación) luego del fin del ciclo de inéditas transferencias fiscales (IFE) y de los tres retiros previsionales. No sucedió con la intensidad prevista.
Consumo. El informe de Scotiabank, al que tuvo acceso Ex-Ante, presenta una hipótesis documentada para dilucidar el fenómeno. Fue preparado por el economista jefe, Jorge Selaive, y los especialistas Waldo Riveras y Aníbal Alarcón Astorga.
- Allí se trata de entender qué hace que el consumo en bienes distintos de los durables siga con una robustez que no parece concordar con menor dinamismo de los ingresos por trabajo.
- El consejero García sugirió que podría haber un efecto endeudamiento en el margen del consumo más sostenido. En Scotiabank observan que los créditos rotativos, sin embargo, no tendrían “la magnitud ni dinámica para explicar la resiliencia del consumo total”.
Orden de magnitud. La hipótesis de Scotiabank apunta a los desembolsos fiscales para las pensiones. “Las prestaciones previsionales financiadas con recursos fiscales son de magnitud importante y han superado las estimaciones preliminares, especialmente lo referente a la Pensión Garantizada Universal (PGU)”. Esas prestaciones “serían el principal responsable de la resiliencia del consumo”.
- En general, los pensionados tienen a destinar a consumo todos sus ingresos. En este caso, la “propensión marginal de consumo cercana a 1”, donde 0 es todo para ahorro y 1 es todo para consumo.
- En Scotiabank recuerdan que en el Informe de Finanzas Públicas del cuarto trimestre de 2022 se reconoce un gasto fiscal en PGU mayor a las previsiones, reflejado en un incremento del subtítulo sobre “Prestaciones Previsionales”.
- Otro antecedente está en el subtítulo de “prestaciones previsionales” del Estado de Operaciones del Gobierno Central, así como en el Informe de Ejecución Presupuestaria del primer trimestre de 2023. Allí surge la PGU como un componente relevante de los desembolsos efectivos por concepto previsional.
- “De un promedio histórico en torno a US$ 800 millones mensuales, se ubica en US$ 1.300 millones a fines del primer trimestre. Para 2023, es posible estimar preliminarmente un desembolso adicional en prestacionales previsionales, respecto a promedio histórico, de US$ 5.300 millones correspondiente a 1,8% del PIB. Esta magnitud abre la discusión del espacio para continuar incrementando el peso de prestaciones previsionales con cargo al erario público y/o la relevancia de una reforma tributaria”.
- “Antes de la PGU, los hogares que pertenecieran al 60% de menores ingresos según el RSH recibían un aporte (pilar solidario de vejez) de $176.000. A partir de febrero de 2022, la PGU reemplazó al pilar solidario de vejez, entregando un pago automático correspondiente a $185.000. Es decir, el incremento con respecto al pilar solidario de vejez fue de $9.000. Seis meses después, en agosto de 2022, se extendió para todos los mayores de 65 años que no pertenecieran a un hogar del 10% más rico de dicho grupo etario (desde el 60% al 90%). Con
cifras a marzo de 2023, el desembolso vinculado a la PGU alcanzó US$ 347 millones, mostrando un persistente aumento”.
- “El universo potencial de personas que pueden acceder a la PGU, estimado en torno a 2,5 millones, estaría muy cerca de alcanzarse”. Ahora estaría en 2,3 millones.
- “¿Hasta cuándo veremos aceleración en los desembolsos previsionales? Estimamos que estamos muy cerca de lograr estabilidad en los desembolsos previsionales hacia mitad de este año”.
- Con esa estabilización en los desembolsos previsionales, se reduciría la presión sobre el consumo comercial. “Lo anterior es altamente condicional a que no se realicen nuevos ajustes en la cobertura de los beneficios previsionales”.
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