“Yo soy tu padre”: aquella tremenda frase que Darth Vader le lanza, en pleno combate a muerte, a Luke Skywalker en El Imperio Contraataca (Star Wars) (en Disney +) está en el canon de las inolvidables. Marlon Brando, en El Padrino (en Netflix), Brian Cox en la elogiada serie Succession (en HBO Max), se inscriben en ese estereotipo de padres super poderosos y castradores.
Esta selección —a la que podía haber agregado incluso a Chaplin y El Pibe— va en sentido opuesto. Y parto por clásicos del cine que cualquier cinéfilo debería venerar.
Basada en la novela homónima de Luigi Bartolini (publicada en 1945), relata las desventuras de Antonio Ricci, un cariñoso padre de familia quien vive con su mujer y sus hijos en un sucucho miserable en un suburbio pobre de Roma. Cada mañana se suma a la cola de cesantes que en las afueras del municipio busca un trabajo. Consigue uno: pegar carteles. Pero para eso necesita una bicicleta, misma que tiene empeñada. Su mujer encuentra una solución.
Parte feliz y cuando está pegando un afiche de una glamorosa Rita Hayworth (Gilda) le roban su preciado vehículo. Allí empieza, acompañado de su pequeño hijo, un desesperado peregrinar. Ven las cientos estacionadas en Piazza Vittorio y en Porta Portese; recorren una feria donde venden partes; van a un restorán (una escena triste, inútilmente disfrazada de alegre por el padre).
(Si no la han visto y no quieren spoiler, sáltense el siguiente párrafo) Hasta que Antonio roba una bicicleta. Pero a él sí que lo atrapan y lo hacen ante los ojos angustiados de su hijo, que es quien lo rescata de la multitud. El dolor del niño y la desesperación del padre al sentirse humillado ante su hijo, para quien su padre es un héroe, es una de las escenas más desoladoras que registra el cine.
El llanto del niño es totalmente natural, gracias a un “truco” (una manipulación bastante cruel, que hoy sería motivo de escándalo) que usó De Sica y que aparece en la película de Tornatore Nos habíamos amado Tanto (1974).
Datos. De Sica (1901 – 1974) filmó este clásico del neorrealismo italiano, uno de los movimientos más relevantes del cine mundial, como lo hizo la mayoría de quienes se inscriben en éste, surgido en una Italia post Guerra, derrotada y pobre: con poquísimo dinero, solo en escenarios naturales, cuidando no gastar mucho celuloide, cámara en mano y sin repetir tomas.
Ladrón de Bicicletas (Ladri di biciclette)
Dirección: Vittorio De Sica
Guion: Cesare Zavattini, Vittorio De Sica, Gherardo Gherardi, Suso Cecchi d’Amico
Música: Alessandro Cicognini
Fotografía: Carlo Montuori (B&W)
Reparto: Lamberto Maggiorani, Enzo Staiola, Lianella Carell, Gino Saltamerenda, Vittorio Antonucci, Giulio Chiari
Italia, 1948
Duración: 93 min.
La película (basada en la novela de Harper Lee) es un drama político judicial que tiene en el centro a un abogado viudo, padre de familia, Atticus Finch (Gregory Peck). Ambientada en la época de la Gran Depresión, en un pueblo del sur de EE.UU., Finch debe hacerse cargo de la defensa de un hombre negro, acusado de violar a una mujer blanca. Un caso perdido, en un lugar y una época en que el racismo era lo natural.
Pero Finch se convence de la inocencia del acusado y asume todos los riesgos de jugarse por él. Lo que implica incluso ataques a mansalva a su casa. Ello lo acerca a sus hijos, especialmente a su hija, con quien mantiene conversaciones profundas sobre la ética, como algo que no admite concesiones ni ambigüedades. Un momento difícil en el que, sin embargo, un padre tiene la oportunidad de entregar el mejor legado posible a sus descendientes.
To Kill a Mockingbird
Dirección: Robert Mulligan
Guion: Horton Foote. Novela: Harper Lee
Música: Elmer Bernstein
Fotografía: Russell Harlan (B&W)
Reparto: Gregory Peck, Mary Badham, Brock Peters, Phillip Alford, John Megna, Frank Overton
EE.UU., 1962
Duración: 129 min.
Imposible no pensar en esta película en el Día del Padre. El impacto que tuvo en su momento —y que la ha hecho inolvidable— tiene que ver con que aborda un tema nada común en los ’70.
Joanna (Meryl Streep), cansada del hogar y de su marido, lo abandona. Y con él, a su pequeño hijo. Ted (Dustin Hoffman), un exitoso publicista, buen proveedor, se ve de pronto obligado a hacerse cargo de todo aquello que Joanna hacía cotidiana y silenciosamente. Esa clásica división de roles, que él no se había cuestionado, se vuelve un doble desafío: asumir las invisibles tareas domésticas y convertirse en padre y madre, muy presente, de un niño pequeño, que demanda mucho tiempo y atención. Además de seguir trabajando.
Cuando ha logrado controlar más o menos bien la situación y sobre todo ha ganado en la construcción del afecto padre-hijo, ella regresa para reclamar la custodia del niño.
Kramer vs. Kramer
Dirección: Robert Benton
Guion: Robert Benton. Novela: Avery Corman
Música: John Kander
Fotografía: Néstor Almendros
Reparto: Dustin Hoffman, Meryl Streep, Jane Alexander, Justin Henry, Howard Duff, George Coe
EE.UU., 1979
Duración: 104 min.
Detrás del drama político social de Billy Elliot se asoma un fuerte dilema paterno filial.
Es 1984 en el condado de Durham. Una familia de mineros se suma a la huelga frente a las decisiones del gobierno de Margaret Thatcher. El padre (Gary Lewis) y su hijo Tony (Jamie Draven) son firmes partidarios del movimiento. Billy (Jamie Bell), el hijo menor, es enviado a clases de box por su padre. Pero él quiere ser bailarín. Se ha entusiasmado viendo la clase de ballet de la señora Wilkinson. Billy tiene condiciones innatas y se apasiona con el baile. Pero esto no solo es una rareza en el lugar y contraviene las ideas que su padre tiene para su futuro sino que enfrentará al minero a una durísima decisión.
El hombre, que ama a su hijo, es capaz de entender que eso es lo que Billy ama, aunque le parezca algo demasiado fuera de lugar. Pero más aún que ello, si quiere apoyarlo, deberá dejar de lado sus más íntimas convicciones éticas.
Cualquier opción que elija le será profundamente dolorosa.
Billy Elliot
Dirección: Stephen Daldry
Guion: Lee Hall
Música: Stephen Warbeck
Fotografía: Brian Tufano
Reparto: Julie Walters, Jamie Bell, Jamie Draven, Gary Lewis, Jean Heywood, Stuart Wells, Mike Elliot
Reino Unido, 2000
Duración: 111 min.
El padre enfrentado a la más dolorosa de las pérdidas. Un hombre que cuenta con todas las herramientas para lidiar con la desgracia humana —es psicoanalista— pero que ante su propia experiencia se ve absolutamente desarmado.
Todo comienza en una pequeña ciudad del norte de Italia, donde vive una familia, muy unida y feliz: Giovanni, el padre (el psicoanalista), su esposa Paola y sus dos hijos adolescentes, Irene, la mayor, y Andrea, el pequeño. Cuando Andrea muere en un trágico accidente, la plácida felicidad se hace añicos. Giovanni se niega a aceptar la muerte de su hijo e intenta seguir adelante con su vida como si nada hubiera pasado.
La stanza del figlio
Dirección: Nanni Moretti
Guion: Nanni Moretti, Linda Ferri, Heidrun Schleef
Música: Nicola Piovani
Fotografía: Giuseppe Lanci
Reparto: Nanni Moretti, Laura Morante, Jasmine Trinca, Giuseppe Sanfelice, Silvio Orlando, Stefano Accorsi
Italia, 2001
Duración: 100 min.
Basado en un hecho real. Giuseppe Conlon (Pete Postlethwaite, fallecido en 2011) y su hijo Gerry (Daniel Day Lewis) son enviados a prisión acusados por un atentado del IRA en el que no tuvieron participación. En la cárcel es el padre, un hombre ya mayor, el que contiene permanentemente al hijo, lo serena, lo calma. Y soporta por los dos la desgracia que padecen.
La injusta sentencia ha arrastrado incluso a otros miembros de su familia. Hasta que una abogada (Emma Thompson) revisa el caso y se da cuenta de las numerosas irregularidades que condujeron a los Conlon a la cárcel.
In the Name of the Father
Dirección: Jim Sheridan
Guion: Terry George, Jim Sheridan. Novela: Gerry Conlon
Música: Trevor Jones. Canciones: Bono, Gavin Friday
Fotografía: Peter Biziou
Reparto: Daniel Day-Lewis, Pete Postlethwaite, Emma Thompson, Nye Heron, Mark Sheppard, Tom Wilkinson, Corin Redgrave
Irlanda, 1993
Duración: 135 min.
Sean Penn encarna a un hombre con discapacidad intelectual. La madre de su hija, en la misma clínica en que parió, le entrega a la criatura y desaparece a perderse.
Sólo y con todas sus limitaciones, el hombre se las arregla para criar y amar a su hija (una adorable Dakota Fanning).
I Am Sam
Dirección: Jessie Nelson
Guion: Jessie Nelson, Kristine Johnson
Música: John Powell
Fotografía: Elliot Davis
Reparto: Sean Penn, Michelle Pfeiffer, Laura Dern, Dianne Wiest, Dakota Fanning, Joseph Rosenberg
EE.UU., 2001
Duración: 132 min.
Otra película ineludible para el Día del Padre. Difícil que alguien no se acuerde de esta comedia dramática y delirante en que Robin Williams, como Daniel, se disfraza de “nanny”, con tal de seguir junto a sus pequeños hijos, tras separarse de su mujer, Miranda (Sally Field).
Llena de escenas divertidas e inolvidables, desde la secuencia en que Miranda lo contrata, cuando se presenta como Mrs Doubtfire, escondido tras un elaborado maquillaje, hasta aquel momento en que Daniel intenta boicotear la relación de su ex con un nuevo novio (Pierce Brosnan).
Mrs. Doubtfire
Dirección: Chris Columbus
Guion: Randi Mayem Singer, Leslie Dixon
Música: Howard Shore
Fotografía: Donald McAlpine
Reparto: Robin Williams, Sally Field, Pierce Brosnan, Mara Wilson, Harvey Fierstein, Lisa Jakub
EE.UU., 1993
Duración: 125 min.
Desde aquella primera breve “imagen”, con la pantalla en negro, en que escuchamos un diálogo entre un padre y su niña, sabemos que esa complicidad entre Laura (Rashida Jones) y Felix (Bill Murray) atravesará esta historia.
Tras ese prólogo, una elipsis: ahora Laura lleva 7 años en Nueva York, felizmente casada con Dean (Marlon Wayans), con quien tiene dos hijas pequeñas. A Dean le va muy bien con su emprendimiento que, eso sí, lo mantiene viajando a menudo. Mientras, Laura está estancada: escritora con reputación, en su iluminado y espacioso escritorio, “cuando puede” se enfrenta a esa temida página en blanco. El “cuando puede” significa la vida de dueña de casa.
La que fuera la rutilante Laura es hoy una mujer apagada. Por eso, el descubrimiento de un objeto disonante desencadena lo que sigue. ¿Qué queda? Llamar a su cómplice de la vida: papá.
Felix es un viejo pero muy vital “bon-vivant”, refinado, mundano, un playboy muy vivido y sobre todo ¡encantador! Astuto pero delicado, decide ayudar activamente a su indecisa “pequeña” con las dudas que la corroen. Aunque Felix pueda meter la pata con sus singulares ideas, solo una gran quebrazón de vidrios sacará a Laura de su estado de aletargamiento vital.
On the Rocks
Dirección y guión: Sofia Coppola
Música: Phoenix
Fotografía: Philippe Le Sourd
Reparto: Bill Murray, Rashida Jones, Marlon Wayans, Jenny Slate, Barbara Bain, Natia Dune, Jessica Henwick
EE.UU. 2020
Duración: 95 min.
Hace un año que Johnny (J. Phoenix), un periodista que graba notas y podcast en diferentes ciudades de EE.UU., no se habla con su única hermana. Hasta que el silencio en el impersonal e impoluto hotel donde descansa esa noche se le hacen insoportables. Toma el teléfono y llama a Gaby.
En ese breve y amable intercambio sabemos que hace un año la madre de ambos ha muerto; que Gaby está casada y es madre de Jesse, un niño de 9 años, y que afronta un complejo problema. Para ayudarla, Johnny se trasladará hasta donde vive Gaby y mientras ella soluciona la dolorosa situación que atañe a su marido, él se hará cargo de su sobrino.
Filmada en un necesario y preciso blanco y negro, la película se enfoca no solo en el proceso de reconciliación entre los hermanos, sino que en la inesperada situación que pone a Johnny en el rol de padre.
Jesse es un niño común y corriente. Tanto, que parece sacado de la vida real: contradictorio, amoroso, exigente, amable, llevado de sus ideas, sencillo. Todo a la vez. Y Johnny debe seguir haciendo su trabajo, así es que el recorrido por las calles del país haciendo preguntas a niños y adolescentes lo hace con él. No es una tarea ingrata; tampoco nada fácil. Esta relación paterno-filial de última hora han de improvisarla entre ambos. Y los dos atraviesan un momento vital emocionalmente complejo.
Jesse acostumbra a que le lean cuentos (“Star Child”, de Claire A. Nivola; “El maravilloso mago de Oz”, de L. Frank Baum). Gran recurso para enfatizar sobre el tema que gravita en C’Mon C’Mon (algo así como “¡vamos, vamos!”), al que se suma aquello que Johnny recoge en sus entrevistas. Y que es nada más, nada menos, las relaciones familiares, los vínculos afectivos, la convivencia, las esperanzas.
C’mon C’mon
Dirección y guion: Mike Mills
Música: Aaron Dessner, Bryce Dessner
Fotografía: Robbie Ryan (B&W)
Reparto: Joaquin Phoenix, Woody Norman, Gaby Hoffmann, Brandon Rush, Mary Passeri, Khadija Emma Neumann
EE.UU., 2021
Duración: 108 min.
Aunque con final feliz —y mucha aventura de por medio— esta es una película muy dramática, más aún para el público infantil.
Dicho en crudo, arranca con la historia de una familia feliz que queda destrozada tras un ataque mortal, del que solo sobreviven el padre y un hijo, que queda con secuelas físicas. Todo ello, claro, representado por bellos peces payasos —Marlín y Coral— que deciden formar una familia en los mares de Australia. Una barracuda ataca la anémona donde viven y provoca la muerte de Coral y todos sus pequeños, excepto Nemo, el que queda herido en su aleta izquierda, lo que limita su capacidad de nadar.
Esto convierte a Marlín en un padre obsesivamente sobreprotector. Ya crecido, y tras una discusión con su padre, Nemo escapa del arrecife y es capturado por buceadores. De allí en adelante Marlín literalmente recorrerá los mares en busca de su hijo, no importando los peligros a los que se enfrente.
La olvidadiza Dory, quien lo acompaña en su trayecto, aporta mucho del humor de esta bella historia padre-hijo. Tras las aventuras y desventuras, ambos —Marlín y Nemo— aprenderán a relacionarse mejor.
Esta historia es como el reverso de El Rey León (1994, en Disney +), que va sobre la pérdida del padre, que ha educado a su hijo, Simba, desde que nace, para sucederlo y el cachorro es feliz con ello: el drama se desata allí luego de la trágica muerte del padre, producto de una traición.
Finding Nemo
Para saber qué ver en cines y por streaming, clic aquí.
Ver esta publicación en Instagram
En materia de acusaciones constitucionales oportunistas e infundadas nadie puede tirar la primera piedra. En el gobierno de Piñera hubo diez contra ministros y dos en contra del propio presidente, sin ningún fundamento. La oposición cree —no sin razones— que los cargos contra Yáñez son rebuscados y tienen tinte político. Que se busca reponer el […]
En momentos de incertidumbre es razonable ponerse a soñar […]. También pensar que si todo se jode, mejor haber comido muy bien anoche, y haberse tomado porque sí ese vino caro que guardaba para una ocasión especial. Todo por pasar una noche espectacular en que lo único amargo sea el chocolate. Algo es algo.
Si lo que pretendía Philips era hacer una introspección, digamos, una mirada íntima a la locura del personaje, solo consiguió un relato claustrofóbico y monocorde, carente de los matices que uno espera de un análisis de este orden.
Nuestra economía no ha perdido el rumbo; las oportunidades para dar el salto están ahí. El problema es que el crecimiento dejó de ser una prioridad y el viento de cola ya no alcanza. Ahora, si somos capaces de trabajar en torno a una estrategia de desarrollo compartida, quizás podamos enmendar el rumbo y, finalmente, […]
China implementa medidas para reactivar su economía, mientras en Chile las reformas avanzan lentamente. La burocracia local sigue frenando el impulso necesario para agilizar proyectos clave y fomentar el empleo.