1. Oportunidad única. Nunca antes los intereses del mundo habían estado tan alineados con el interés de nuestro país. El mundo necesita hoy exactamente lo que Chile tiene. Y eso por dos razones: el calentamiento global y lo que la naturaleza nos dio.
2. Chile verde y digital. Se han “alineado los astros”. Y eso porque todavía hay más: el cambio tecnológico disruptivo que está transformando la manera de hacer empresa y rebarajando el naipe en el mundo empresarial abre la posibilidad de que jóvenes profesionales chilenos, con talento y buena formación universitaria, estén configurando una masa crítica de “startups” y emprendimientos que ya están dando que hablar en las más diversas áreas. Es decir, está en nuestras manos transformarnos en una economía verde y en una economía digital.
3. “Win-win”. Este “alineamiento de los astros” nos permitiría, si lo aprovechamos bien, no solo “salvar” al mundo en su lucha contra el calentamiento global entregándole lo que más necesita hoy, sino al mismo tiempo beneficiarnos con los mejores precios que la comunidad global está dispuesta a pagar por los llamados “minerales críticos”, como el cobre y el litio.
4. Pero no lo estamos viendo. Sin embargo, esta realidad que está ahí, a la vuelta de la esquina, parece un “sueño” en el contexto del Chile actual. Lo que tenemos es un país que lleva una década de estancamiento económico, en que por primera vez en los últimos cuarenta años la premisa de que la generación de nuestros hijos o nietos vivirá mejor que la de sus padres está puesta en duda.
5. La trampa y el péndulo. En lo económico, caímos de lleno en la llamada “trampa de los países de ingreso medio”, de la cual pocos han logrado salir. El “sueño” del desarrollo se fue alejando.
Hasta ahora se han aprobado varias normas infumables para la izquierda y ya se habla de “tirar la toalla”, hacer fracasar el proceso y llamar al rechazo. El drama es que ello requiere un pretexto potente para movilizar a la gente. La izquierda no se puede dar el lujo de perder. Así las cosas, para […]
La centroderecha se encuentra en una encrucijada histórica en la que debe decidir si seguirá el camino de la confrontación y la polarización, alineándose con la derecha más radical, o si buscará un camino más moderado y constructivo que responda a las demandas de una sociedad diversa y cambiante. La elección que hagan en este […]
En el caso de algunas de ellas me pareció un verdadero milagro que estuvieran disponibles: son bellezas fílmicas que por algún motivo se habían perdido en el horizonte. Otras han ido y venido entre una plataforma y otra y se las vuelvo a recomendar porque no hay que perderlas de vista.
Nada más pedagógico que la primera limonada, ácida y dulce al mismo tiempo, que como la vida nos hace arrugar la cara pero también aprender a saborearla incluso estando enfermos, y de un sorbo vuelve el alma al cuerpo, como marino con limones de Palermo. Algo es algo.
Como en la saga de la película The Hangover, nos pegamos una primera farra constitucional elefantiásica, y todo indica que nos aproximamos de cabeza a una segunda. Ni en Las Vegas ni a Bangkok; lo echamos a perder todo acá en Santiago.