-El ex Presidente Lagos se refirió una vez a Sergio de Castro como el ministro de Hacienda más influyente en la historia de Chile después de Manuel Rengifo, quien ocupó el cargo entre 1830 y 1839. ¿Estás de acuerdo?
-Creo que es una apreciación correcta. El Chile de los 30 años que ha beneficiado a toda la población y que creó el Chile pujante y de progreso fue gracias a la perseverancia y a la valentía de Sergio de Castro.
-¿Qué dificultades encontró De Castro para construir el nuevo modelo económico? ¿Cuáles fueron sus principales adversarios?
-Hubo dos frentes que le fueron muy difíciles. Uno dentro del gobierno propiamente tal donde por un lado, inicialmente, el general Leigh y la aviación se oponían a la transformación y a la modernización de Chile. Pero también había un grupo en el Ejército que se manifestaba especialmente a través del llamado Comité Asesor de Pinochet.
Pero no fueron solo los militares los que estaban en un bando opositor, sino también un grupo muy importante de empresarios que estaban acostumbrados a vivir en un país sin competencia, con proteccionismo, con favoritismos. Lo que hizo De Castro a través de la modernización fue obligarlos a competir. Eso fue muy rechazado por mucho tiempo.
-¿A qué atribuyes que, pese a la oposición de los militares, ganara el apoyo de Pinochet?
-Hubo varias cosas, incluyendo astucia de parte de Sergio de Castro. En marzo de 1975, en la famosa visita de Milton Friedman a Chile, en ese grupo también vino un economista entrenado en Chicago, un brasilero que se llamaba Carlos Langoni (ex presidente del Banco Central de Brasil). Entonces lo que le dijeron a Pinochet fue que el “milagro económico brasilero” de fines de los 60′ e inicios de los 70′ -que los militares chilenos miraban con mucha admiración- tenía ciertos ingredientes de competencia y modernización. Eso fue una astucia porque la verdad es que el modelo de los militares brasileros tenía bien poca competencia.
Lo que impresionó mucho a Pinochet fue la valentía y la manera muy directa que tenía para hablar Sergio de Castro. Era al pan pan, vino vino. Decía garabatos, tenía un hablar muy llano. Hay una anécdota, que me la confirmó Sergio. Un día, mientras algo se estaba discutiendo, Pinochet dijo: “No debiéramos preocuparnos porque tenemos la sartén por el mango”. Y De Castro, que en ese momento ni siquiera era ministro, sino un asesor, le dijo: “Cuidado general, no se vayan a quedar con el puro mango”.
-Estuviste hablando muy a fondo con Sergio de Castro para el libro que estás preparando sobre la UP y supongo que él, que ya estaba enfermo en esa época, hizo un balance sobre ese período. ¿Qué fue lo que más te impresionó?
-De la UP hablamos algo muy interesante. Durante esa época, Sergio propuso -y hay un documento escrito sobre eso- de que si querían redistribuir el ingreso, como quería la UP, en vez de hacerlo a través de la distorsión del sistema de precios, el gobierno fuera dueño de la mayoría de las empresas pero que las dejaran funcionar en un sistema de competencia y que las utilidades se pagaran como distribución de dividendos a toda la población. El tema era la competencia: sin competencia no hay eficiencia, sin eficiencia no hay productividad y sin productividad no hay crecimiento. El mensaje era “si quieren distribuir, háganlo, pero de una forma más inteligente”.
-¿A qué atribuyes la caída de Sergio de Castro, en plena crisis de la deuda externa en Latinoamérica?
-En política alguien tiene que pagar los platos rotos cuando hay una crisis y él estaba ya cansado, pero hay que recordar que él sale y lo sucede un amigo, compañero y discípulo, que es Sergio de la Cuadra, y que a Sergio de la Cuadra lo sucede Rolf Lüders. Es decir, es una salida de la persona, pero no que se había terminado el modelo.
-¿Cómo fue su relación con Hernán Büchi? ¿Büchi era un seguidor de De Castro o introdujo cambios al modelo?
-Creo que Büchi es el líder de los chicagos de segunda generación. En mi libro hablo de ellos siendo los que empujan un neoliberalismo pragmático. No tenían la obsesión que tenían los chicago boys iniciales o más antiguos de terminar con la inflación y llevarla a un dígito. Hay que recordar que entre 1984 y 1990 -Büchi llegó a Hacienda en 1985- la inflación fue como de 20%, 25%. Y la mantuvieron y no les importó. Cuando llegó la democracia la inflación era de más de 20%, pero se preocupan de que terminen las privatizaciones, que el tipo de cambio sea competitivo, que la regla de la ley y el estado de derecho se mantengan y atraer mucha inversión extranjera. Creo que Büchi es un continuador de la segunda etapa del mismo modelo.
-¿Por qué la Concertación siguió el modelo?
-Porque no hay nada más seductor que el éxito. Y si tú mezclas una experiencia exitosa con gente inteligente como Alejandro Foxley, al final se adopta la receta del éxito. Lo que pasa es que Foxley llega y se da cuenta de que en los últimos 4 años de Büchi, de la dictadura, hay un éxito económico sensacional. Y por tanto Foxley, que había sido el mayor crítico de los chicago boys, decide que no hay que cambiar en la mitad de la carrera a un caballo que va ganando y lo mantiene.
-El principal rival de Sergio de Castro en el gabinete, al cual nunca perdonó, fue José Piñera. ¿Qué pasó entre ambos?
-Lo digo en mi libro. Creo que hubo un choque de personalidades y un choque de visiones. Sergio era mucho más llano, menos esteta si tú quieres que José y con preocupación del tema económico en forma muy directa. En cambio José es el que está detrás del famoso discurso de las 7 modernizaciones de Pinochet del año 79. Eso fue produciendo un conflicto que se hizo público. Hay un artículo de los 80, del Wall Street Journal, que habla de los pragmáticos y de los ortodoxos dentro del gobierno de Pinochet. En fin, hay que resaltar que Sergio era muy valiente y muy generoso. Y esos son dos atributos que son escasos en el Chile de hoy.
-¿En qué se expresó esa valentía y generosidad?
-Bueno, la valentía se expresó en que enfrentó esta oposición total de parte de un grupo de las FF.AA. y de parte de un grupo de empresarios muy importantes. Además no hay que olvidar, y yo lo tengo en mi libro, que Manuel Contreras lo odiaba. Había armado, según se dice, un dossier de todos los chicago boys. Lo odiaba en parte porque Sergio de Castro se negó a aumentarle el presupuesto a la DINA y eso lo enfrentó directamente con Contreras.
La obra y el estilo de Sergio de Castro (1930-2024), el arquitecto del modelo económico chileno
La obra y el estilo de Sergio de Castro (1930-2024), el arquitecto del modelo económico chileno.https://t.co/Zx6inILeRL
— Ex-Ante (@exantecl) April 26, 2024
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