Las transiciones pactadas reconocen que quienes apoyaron o fueron parte de la dictadura también tienen derecho a participar plenamente en la vida pública, a elegir y ser elegidos (sin perjuicio de tener que responder por violaciones a los DDHH que hubiesen cometido). Arancibia encarna este principio básico que, sin embargo, le resulta absolutamente intolerable a los constituyentes de extrema izquierda que dominan la Convención.
Figura emblemática. ¿Qué hace el ex edecán del General Pinochet en una convención constituyente cuyo propósito declarado es terminar en forma definitiva con los últimos vestigios de la legalidad heredada del régimen militar y nada menos que instalado en la comisión de DDHH, que fueron pisoteados durante la dictadura?
El derecho de participar. Las transiciones pactadas reconocen que quienes apoyaron o fueron parte de la dictadura también tienen el derecho de participar plenamente en la vida pública, a elegir y ser elegidos (sin perjuicio de tener que responder por las violaciones a los DDHH que hubiesen cometido). El ex almirante Jorge Arancibia encarna este principio básico que, sin embargo, le resulta absolutamente intolerable a los constituyentes de extrema izquierda que dominan la Convención.
El texto fue escrito desde la revancha, y con actitudes seudo autoritarias. Se excluyó a sectores políticos completos del proceso y se adoptaron reglas que no se adoptaría en ninguno de los países de los cuales se ha mencionado que podrían servir de modelo para Chile. Es, para efecto de toda evaluación técnica, un fracaso.
La escuela política de Stingo fueron los matinales. Sin un animador al lado se anima demasiado y cae en el insulto, el desprecio, hablando de “mi platita” como si preocuparse de ello fuera de tonto, o riéndose de la edad de Ricardo Lagos o de la preocupación por la propiedad privada de un poblador de […]
No veo al Presidente como un líder empoderado para manejar una situación política y económica compleja que empeorará. Ni tampoco explicándole a la ciudadanía qué es lo que él quiere y necesita, cuál es su visión para salir del impasse político-económico-social y constitucional, sino más bien evadiendo la realidad, minimizando los errores.
Parece más aconsejable que el gobierno separe su suerte del texto propuesto por la convención, adopte una prudente distancia y analice con pragmatismo “todos los escenarios”, ya que su obligación seguirá siendo gobernar el país y no defraudar las esperanzas de cambio que anidan en la sociedad chilena.
Si vamos a recaudar más, es un imperativo moral asegurar que esos recursos públicos se gasten bien. Para que el gobierno tome en serio el rol del Estado en su lucha contra la desigualdad, debe tener a la vista que los esfuerzos en gastar bien son tres veces más efectivos que los esfuerzos en recaudar […]