Qué observar. El mundo está viviendo un cambio tecnológico que podemos calificar de “disruptivo”. Cuando un proceso productivo se puede hacer ahora 10 veces más rápido que antes, o cuando algo se puede producir a un costo 10 veces más barato que antes, se habla de un cambio tecnológico disruptivo. Es decir, una verdadera revolución que indica que la manera de “hacer empresa” ahora es muy diferente a la anterior.
EE.UU. y China frente a frente. Se dice que esta nueva economía digital, junto a la necesidad de descarbonizar el mundo y luchar contra el calentamiento global, está llevando a que, en términos geopolíticos, los petroestados tienden a ser reemplazados por los tecnoestados. Y aquí las dos grandes potencias rivales son, obviamente, Estados Unidos y China.
Y qué pasa en China: El ranking de empresas de mayor valor de mercado lo encabeza Tencent, la dueña de WeChat (el whatsapp chino), en tanto que el grupo Alibaba ocupa el tercer lugar. Cuatro de las diez primeras pertenecen a la nueva economía.
Mercado Libre saca la cara: El mismo gráfico muestra cuán diferente es todavía la situación en Latinoamérica. En este caso Mercado Libre es la única que pertenece a la nueva economía, en un ranking que sigue encabezado este año por las brasileñas Petrobras y Vale (minería).
El turno de Chile: En nuestro país, en cambio, las empresas tradicionales no han sido todavía suficientemente desafiadas y los mismos nombres se repiten, en diferente orden, año tras año. Ahora SQM, impulsada por el espectacular precio del litio, encabeza el ranking, y otras como Falabella, Enel, Copec, Cencosud, BancoChile, etc., se turnan en los primeros lugares. Aunque ya tenemos tres unicornios (Cornershop, NotCo y Betterfly), las empresas de la nueva economía todavía no irrumpen en el ranking.
En una nueva edición de After Office: Femenino, Catalina Edwards conversa con la speaker internacional Denisse Goldfarb, autora del libro “Con100te de mi futuro” y CEO de The People Future, para abordar las dinámicas cambiantes del mercado laboral y cómo las personas pueden adaptarse.
Priorizar el crecimiento. No es retórica: crecimiento implica mayor recaudación fiscal directa, incremento en la masa salarial, en la formalidad laboral y, por ende, una posibilidad futura de ir cerrando la brecha en los impuestos personales. Por ahí va la cosa. Claro, es más lento y difícil, pero es correcto.
Es importante que las autoridades, especialmente en épocas pre electorales, no solo se encuentren prestas a instar a las empresas a “pagar mejor”, sino que también otorguen las condiciones necesarias para que la economía vuelva a una situación de crecimiento.
Con varios minutos de retraso ingresó la ministra del Trabajo y Previsión Social, Jeannette Jara, a la Comisión de Trabajo del Senado. En el encuentro se abordaron los alcances del dictamen de la Dirección del Trabajo, que interpretó la adecuación de la jornada laboral a las 44 horas que parten este 26 de abril. “Cuando […]
Un aspecto que ha mejorado la composición de los directorios es la incorporación de mujeres en forma voluntaria en los últimos años. Ellas efectivamente han traído experiencias valiosas y nuevas miradas que han ayudado a la toma de mejores decisiones y a la generación de un mejor clima. Sin embargo, no estoy a favor del […]