Los personajes de esta elección son Natalia Piergentili y Gloria Hutt en la búsqueda del centro. Franco Parisi y José Antonio Kast por el descontento que marcó Rechazo y el presidente Boric con su apuesta de una identidad de izquierda para su gobierno.
La elección de Mayo ya no es una simple decisión sobre quiénes escribirán una nueva constitución, sino un desafío político mayor para el gobierno y las fuerzas opositoras. El gallito que se vivió en el oficialismo por una o dos listas, además de la medición de fuerzas en la derecha entre Republicanos y Chile Vamos, son las variables a mirar, más allá del texto en sí. Eso marca una diferencia con la vez anterior, donde los que salieron elegidos fueron determinantes en el texto que se escribió, como hizo ver Stingo al principio al declarar que no iban a tener en cuenta a la derecha.
- La apuesta del Presidente por una sola lista, es una jugada arriesgada Fiel a su estilo, Boric no teme a los riesgos. Ha sido así en toda su vida, y en más de una ocasión la suerte le ha sonreído. Su personalidad cada día se parece más a la de Jack Aubrey, el personaje de las novelas de Patrick O’ Brian, aunque sin su experiencia. En esta jugada necesita que la lista Unidad x Chile saque más votos que la encabezada por el PPD, y en especial que la presidenta de dicho partido no salga elegida. Así puede hacer un cambio de gabinete bajo su control, sin necesidad de ampliarse hacia el centro, y con el nuevo eje Convergencia Social – Partido Socialista que puede darle sentido al gobierno.
- Es la primera elección donde se eligen representantes con voto obligatorio. El anterior proceso fue el plebiscito de septiembre, donde un 62% votó Rechazo. No es por tanto asimilable a ninguna elección anterior, ni replicable la elección de diputados, que tuvo voto voluntario. Por ello los modelos que circulan, tanto de partidos como de expertos son solamente conjeturas, pues no hay certeza alguna sobre cómo votarán los electores más alejados de la política. El plebiscito era un dilema mucho más sencillo, ahora se enfrentan a nombres de candidatos, coaliciones y partidos. No hay claridad de cómo se comportarán, y cualquier aproximación al 62% del rechazo es solo un ejercicio especulativo.
- Republicanos va por el sorpasso a la derecha. En el primer caso, las tropas de Kast van por el voto duro de la derecha. Su estrategia es similar al Frente Amplio en los tiempos de la colaboración crítica, ir por el “sorpasso” hacia el resto de la derecha. El discurso de los Republicanos se parece mucho al de la superioridad moral que tenían en los tiempos que veían como contrincantes al socialismo democrático. Pero en la derecha las cosas son siempre más rudas, y por tanto el primer encuentro en redes sociales entre el senador Moreira y el diputado Urruticoechea que incluyó amenazas de golpes va a ser el tono de la confrontación.
- Parisi va por el salvataje al PDG. El ex economista del pueblo descubrió que vía zoom podía ganarle a los restos de la Concertación y al piñerismo, pero otra cosa es navegar en las aguas turbulentas de la política del espectáculo que vivimos hoy. Por ello se apresuró a arreglar monetariamente su tema judicial para encabezar el proceso electoral de su partido. Aunque se ha manifestado siempre en contra de una nueva constitución, sabe que esta elección es otra batalla y necesita al PDG captando los votos del descontento con la política tradicional.
- Piergentilli es el nuevo símbolo del centro La presidenta del PPD se ha convertido en el nuevo símbolo del centro, tras el fracaso de Amarillos y Demócratas en configurarse como partidos políticos. En el primer caso, Warnken pese a toda su verborrea y presencia en los medios demostró no ser una figura que arrastrara gente a firmar por su movimiento, como reconoció amargamente en una entrevista en el Mercurio. En el segundo caso, pese a haber desgarrado la DC, tampoco logró tener fuerza para constituirse en partido, y pese a los dos senadores que posee dicho movimiento lograron tener presencia en los expertos. La derecha fue sabia en los dos casos, los utilizó como rostros en la campaña del Rechazo, pero después los desechó privilegiando a los suyos. Ahora se verá si la presidenta del PPD logrará hacerse del reino desconocido del centro político.
- El dato nuevamente será cómo se comportan los electores que concurrirán de manera obligatoria, y no participan regularmente En la elección pasada la mayor parte de ese grupo fue por el Rechazo, pero eso no es predictor de nada. Tampoco son predictores las elecciones de diputados que tanto utilizan los expertos electorales que pululan en los medios, por haber sido con voto voluntario. Es difícil pensar que vayan hacia las listas oficialistas, lo que ha abierto el apetito de Kast y Parisi. Como este grupo consume más TV y redes sociales que medios tradicionales, las peleas serán en los foros televisivos, los canales de youtube, los podcast y no en los medios tradicionales.
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