Habría que parafrasear al asesor de Bill Clinton: es la “permisología”, ¡estúpido! Mientras 6 naranjillos sigan parando el proyecto de tierras raras o frenemos miles de millones de inversión en hidrógeno verde porque las torres eólicas podrían afectar el vuelo migratorio de ciertas aves, la verdad es que no hay nada que hacer.
1) Chile: el “perro del hortelano” del calentamiento global. Hemos repetido muchas veces que nunca antes los intereses de Chile habían estado tan alineados con los intereses del mundo.
2) Atraer y no ahuyentar capitales. El desarrollo de estas industrias requiere grandes capitales. Y especialmente inversión extranjera. Una planta de hidrógeno verde de tamaño mediano, como la que intenta construir el consorcio HIF en Magallanes, cuesta alrededor de US$4.500 millones. Y lo que queremos es que esa región se transforme en la capital mundial del hidrógeno verde.
3) ¿Qué mueve la aguja? Nadie dice que la institucionalidad ambiental no debe ser respetada. Pero tenemos que cambiar de enfoque. Como país nos interesa que los proyectos se hagan. Eso es lo que genera empleo, riqueza y recaudación fiscal.
Proteger la infraestructura crítica del país también es proteger la vida y la seguridad de todos. Decisiones como la tomada por el juez de garantía de Limache solo abren la puerta a nuevos actos temerarios, que algún día pueden terminar en tragedia.
El 2025 será un año decisivo para las empresas en Chile. Los inversionistas deberán tomar decisiones clave: ¿adoptarán una estrategia ofensiva, buscando activos para expandirse y aprovechar el mercado, como Menotti/Bielsa? ¿O se centrarán en fortalecer su defensa, esperando las oportunidades más seguras y calculadas, al estilo de Bilardo/Merlo?
La Inteligencia Artificial (IA) puede ser una oportunidad gigantesca: liberar a las personas de tareas repetitivas y potenciar sus capacidades intelectuales. Hacer el trabajo más desafiante, más satisfactorio. Pero para eso, necesitamos un mercado laboral flexible, adaptativo y vivo.
En esta hora tan favorable, el piso mínimo para la derecha chilena es ganar la presidencial. Algunas encuestas incluso vaticinan dos derechas en segunda vuelta. Están cerca, además, de obtener mayoría parlamentaria. El riesgo latente es que su envalentonamiento se traduzca en excesiva fragmentación y confusión de propósito. La derecha chilena suele auto-boicotearse. ¿Aprovechará este […]
¿Por qué el PS ha insistido hasta ahora en la candidatura de Vodanovic y arriesgar con eso un fracaso rotundo en las primarias? ¿Ha primado la mantención del equilibrio entre las distintas facciones en lugar de la búsqueda de mayor influencia y mejor resultado del conjunto del partido? No sería la primera vez.