Habría que parafrasear al asesor de Bill Clinton: es la “permisología”, ¡estúpido! Mientras 6 naranjillos sigan parando el proyecto de tierras raras o frenemos miles de millones de inversión en hidrógeno verde porque las torres eólicas podrían afectar el vuelo migratorio de ciertas aves, la verdad es que no hay nada que hacer.
1) Chile: el “perro del hortelano” del calentamiento global. Hemos repetido muchas veces que nunca antes los intereses de Chile habían estado tan alineados con los intereses del mundo.
2) Atraer y no ahuyentar capitales. El desarrollo de estas industrias requiere grandes capitales. Y especialmente inversión extranjera. Una planta de hidrógeno verde de tamaño mediano, como la que intenta construir el consorcio HIF en Magallanes, cuesta alrededor de US$4.500 millones. Y lo que queremos es que esa región se transforme en la capital mundial del hidrógeno verde.
3) ¿Qué mueve la aguja? Nadie dice que la institucionalidad ambiental no debe ser respetada. Pero tenemos que cambiar de enfoque. Como país nos interesa que los proyectos se hagan. Eso es lo que genera empleo, riqueza y recaudación fiscal.
Por primera vez en décadas la generación de los hijos está viviendo “peor” que la generación de sus padres. El nuevo sistema de financiamiento universitario lamentablemente profundiza esta situación. No solo les será difícil comprar una vivienda, sino que tendrán un ingreso disponible significativamente más bajo.
La visión de Rodrigo Navarrete es una invitación a reencontrarnos con la belleza de lo simple, a celebrar lo nuestro logrando que una ópera clásica se siente tan cercana como las raíces de nuestra propia tierra.
Según el politólogo Kurt Weyland, si bien es cierto que la democracia se ha mostrado resiliente frente al populismo, este sigue siendo una amenaza y no una oportunidad. Que su éxito haya sido escaso es, dentro de todo, una buena noticia. Ofrece una robusta explicación para moderar el pesimismo y contrarrestar la teoría de la […]
Mientras los chilenos saboreábamos empanadas, vino tinto y nos refocilábamos con whatsapps ajenos, las placas tectónicas de la economía global parecen haber comenzado a moverse a favor de Chile. Nada puede ser mejor para nuestra economía que un escenario global de menores tasas de interés de corto plazo (nuestro banco central hoy es más libre […]
Estamos asistiendo en estos días a manifestaciones de la atávica tradición autodestructiva de la derecha chilena, que no pocas veces se comporta como si se estuviera saboteando a sí misma, como si le asustara la idea de gobernar y quisiera alejar esa posibilidad.