Habría que parafrasear al asesor de Bill Clinton: es la “permisología”, ¡estúpido! Mientras 6 naranjillos sigan parando el proyecto de tierras raras o frenemos miles de millones de inversión en hidrógeno verde porque las torres eólicas podrían afectar el vuelo migratorio de ciertas aves, la verdad es que no hay nada que hacer.
1) Chile: el “perro del hortelano” del calentamiento global. Hemos repetido muchas veces que nunca antes los intereses de Chile habían estado tan alineados con los intereses del mundo.
2) Atraer y no ahuyentar capitales. El desarrollo de estas industrias requiere grandes capitales. Y especialmente inversión extranjera. Una planta de hidrógeno verde de tamaño mediano, como la que intenta construir el consorcio HIF en Magallanes, cuesta alrededor de US$4.500 millones. Y lo que queremos es que esa región se transforme en la capital mundial del hidrógeno verde.
3) ¿Qué mueve la aguja? Nadie dice que la institucionalidad ambiental no debe ser respetada. Pero tenemos que cambiar de enfoque. Como país nos interesa que los proyectos se hagan. Eso es lo que genera empleo, riqueza y recaudación fiscal.
El rol del Congreso será fundamental, ya sea para efectivamente hacer más eficiente la Ley de Presupuesto, como para disminuir la discrecionalidad y espacios de opacidad, pero los anuncios entregados dan líneas de que, al parecer, se está recogiendo el guante y elevando los estándares de competencia, transparencia e integridad.
Si más allá de las buenas palabras el día de la presentación del presupuesto, el Presidente entiende el profundo mensaje que hay en las ansias por recuperar el crecimiento y el vértigo de la movilidad social, tiene la oportunidad de dar una sorpresa, inesperada viniendo de él pero intensamente añorada.
Boric, Jackson y Vallejo, por mencionar algunos, no lideraron un gran proyecto ideológico, únicamente lideraron un proceso de movilización, agitación social e impugnación al poder. Ante el vaciamiento de todo eso, sólo queda volver a los orígenes: la calle, aunque ésta ya no sea copada por cientos de miles estudiantes precarizados, sino que por un […]
Chile no puede permitirse el estancamiento o el retroceso político, económico y cultural al que lleva la anomia que se instaló en el país hace cuatro o cinco años y que algunos esperan poder prolongar al infinito.
Pese al cansancio de la población frente a un debate que ha sido percibido como “un asunto de los políticos”, lejano de las urgencias nacionales, se requiere dar la mejor salida posible al proceso constituyente que está en curso. Existen hoy mejores condiciones para renovar el pacto constitucional, lo que implica definir lo que es […]