Desde que estalló el caso Democracia Viva, el 16 de junio, a la diputada Catalina Pérez se le solicitó no participar en puntos de prensa de la bancada ni del Frente Amplio ni estar en espacios de decisiones junto a ellos. Cuando hay reuniones se le avisa con anticipación para que no esté. Su ostracismo político lo ha intentado revertir en los últimos meses, comenzando a participar en actividades en el Congreso y viajando de nuevo en avión a Antofagasta, pero la detención de la concejal Paz Fuica, una mujer de su confianza, cayó como un balde de agua fría en su entorno. A Fuica se suman las detenciones de Daniel Andrade y Carlos Contreras, todos integrantes del círculo de hierro de la ex presidenta de RD.
Tercera detención. El miércoles poco después de las 17:00 horas, Catalina Pérez estaba en medio del segundo piso de la Cámara de Diputadas y Diputados participando de una foto grupal con seis parlamentarias más, además de la Red Chilena contra la Violencia hacia las Mujeres.
- A diferencia de lo que ha ocurrido usualmente después de que estalló el caso Democracia Viva, el 16 de junio de 2023, Pérez tomó un rol protagónico en la actividad y apareció al medio de la foto grupal y no a un costado, como en otras ocasiones.
- El paso que dio Pérez se estrelló una hora después con la detención en el marco del Caso Convenios de Paz Fuica, concejal de Antofagasta y miembro de su círculo de hierro desde que se desempeñó como su jefa territorial, entre marzo de 2018 y marzo de 2022.
- Según los antecedentes y testimonios recabados por el fiscal Cristián Aguilar, Fuica daba instrucciones y elegía a las fundaciones para favorecerlas con recursos del Programa de Asentamientos Precarios del Ministerio de Vivienda, entre ellos Democracia Viva. Además de concejal de RD, partido que suspendió su militancia 4 días antes de su detención, se desempeñaba en la Seremi Minvu. Según un informe de PDI, citado por fiscalía, Fuica era el “brazo de derecho” de Carlos Contreras, ex seremi de Vivienda de Antofagasta y también ex jefe de gabinete de Catalina Pérez. Contreras operaba junto a Daniel Andrade, presidente de Democracia Viva y ex pareja de la diputada.
Un complejo retorno. Pérez se instaló hace meses en Santiago, terminó su relación con Andrade y quienes la apoyaban dejaron de hacerlo. Su día a día en el Congreso tampoco ha sido el mismo.
- A la diputada, que debió dejar la vicepresidencia de la Cámara de Diputados cuando estalló el escándalo, le ha costado regresar a sus labores parlamentarias. La travesía comenzó con una fuerte presión de los medios en los pasillos del Congreso y con el aislamiento de RD.
- Pérez y los diputados del partido tomaron definiciones que hasta el día de hoy son complejas para la parlamentaria.
- Además de su suspensión de militancia se le solicitó que no participara de puntos de prensa de la bancada ni del Frente Amplio. Los únicos en los que se integran son los relacionados con la bancada transversal feminista Julieta Kirkwood.
- También se le pidió no estar en los espacios de decisión de la colectividad.
- Por eso, si bien almuerza en el comedor de los diputados de su sector, cuando hay reuniones se le avisa con anticipación para que no esté.
- En noviembre se le comunicó su salida de la comisión de Constitución, una de las instancias más importantes del Congreso. En su reemplazo llegó Maite Orsini (RD). Pérez fue trasladada a la comisión Gobierno Interior.
Su relación con RD. Su relación con la directiva de RD —que ella lideró en 2019— nunca mejoró.
- Existe un trato de cordialidad con el presidente de la colectividad, Diego Vela, menos áspera de la que en un momento tuvo con el senador Juan Ignacio Latorre, quien primero la apoyó, y después tomó distancia de ella.
- Con los diputados de RD Jaime Sáez y Orsini, además del independiente RD Andrés Giordano, mantiene una buena relación.
- No así con Jorge Brito, con quien fue muy cercana.
- Ahora, dicen fuentes de la colectividad, ni siquiera se saludan. Pérez aún está molesta con las críticas que le hizo Brito por su rol en el caso Convenios.
El difícil intento de rearmarse. De todas formas, con el paso de los meses, Pérez ha mostrado un intento por recomponer su carrera política, sobre todo a partir de su labor en las comisiones de Gobierno Interior, Mujeres y Cultura, que ella integra.
- Diversos parlamentarios explican que, al menos antes de la detención de Paz Fuica, la diputada se había visto más participativa en las últimas semanas, y haciendo los puntos políticos que le interesan.
- En el hemiciclo, eso sí, no interviene mucho.
- Para la acusación constitucional del ministro Carlos Montes no votó, pese a haber estado gran parte del tiempo al interior de la sala.
- Nunca ha dejado de tener su oficina contigua a la del diputado Jaime Sáez (RD) y durante las últimas semanas, según explicitan fuentes de la colectividad, habría planteado que el no poder participar de espacios de decisión en la colectividad dificultan su labor parlamentaria.
- Durante el último tiempo también ha vuelto a la Región de Antofagasta, distrito por el cual ella es diputada que representa.
- Ya no lo hace por tierra, como cuando estalló el caso y los involucrados en el caso Convenios solían ser increpados en los aeropuertos, sino que viaja en avión.
- Entre quienes la conocen señalan que ha vuelto a su trabajo territorial, visitando campamentos y reuniéndose con dirigentes sociales.
- En estos días está preocupada de resolver el problema que tienen las comunidades de San Pedro de Atacama con las jaurías de perros.
Los flancos abiertos. La diputada sostuvo en noviembre en entrevista con La Tercera que informó del caso Democracia Viva al senador Latorre y la ex subsecretaria del Minvu Tatiana Rojas antes que explotara el caso, y sostuvo que nunca se contactó con Crispi, Jackson o el Presidente. Para algunos se trataba de una señal de que su objetivo no era pasar cuentas, sino que reiterar su inocencia en un proceso que puede costarle el desafuero.
- Un tema que aún da vueltas tiene que ver con la declaración judicial de Edson Dettoni, secretario de RD, quien dio a conocer de un “rumor” de la directora de la Dipres Javiera Martínez (RD).
- “Lo que me contó Javiera Martínez Fariña, también militante y actual jefa de la Dipres, como un rumor y que lo confirmara, lo ratifiqué al día siguiente con Juan Ignacio Latorre”, indicó. “Catalina (Pérez) nos había mentido”.
- La mentira a la cual hizo referencia apunta a que -según él- se enteraron de que Catalina Pérez sabía de los convenios por lo menos entre marzo y mayo de 2023, vale decir, entre 1 a 3 meses antes que explotara el caso. Más tarde el diputado Sáez planteó que la jefa de gabinete de Pérez sabía al menos desde diciembre de 2022.
- Como sea, Javiera Martínez nunca ha contado quién le contó el rumor y en qué consistía.
- El avance del flanco judicial ha sido un obstáculo para su rearme como parlamentaria y su reelección, dado que competir otra vez por RD es impensable por algunos.
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