Te invitamos a escuchar el podcast de Ex-Ante, After Office, un espacio dedicado a la conversación con distintas mujeres de alta dirección, influyentes, de impacto, emprendedoras y del mundo de la innovación. Conducido por la destacada periodista Catalina Edwards.
Bárbara Wolff Göpfert es ingeniera comercial por la Universidad Adolfo Ibáñez. Actualmente se desempeña como gerenta de Asuntos Corporativos y Sustentabilidad de CCU S.A.
Bárbara Wolff y la importancia de la sustentabilidad en los procesos productivos. “Mi convicción es que siempre hay que impulsar la sustentabilidad desde el negocio y no a pesar del negocio. Correr con el negocio, generar valor y desde ahí construir estrategias que logren mitigar sus impactos. Generar esta mayor propuesta de valor, generar buenas herramientas de gestión, lograr anticiparse a tus nuevas amenazas ambientales, sociales, etcétera y así sumar de alguna manera tres: organización, negocios y sustentabilidad”.
Su historia personal en el sello de su gestión. “Soy oriunda del campo, de la provincia, tengo una conexión personal importante con la naturaleza. Creo que por el hecho de haber vivido más aislada de las zonas urbanas, también tuve una infancia un poco quizás más solitaria y creo que la naturaleza en ese sentido cubrió muy buenos espacios. Cada vez que puedo, vuelvo a ella. Pero Hoy día es una combinación entre que me encanta el negocio con esta convicción personal de que lo podemos hacer cada vez mejor, y que está dentro de nuestras responsabilidades como empresas líderes y como ejecutivos líderes empujar este carro”.
Su perfil de liderazgo en la alta dirección. “A mí me encanta empoderar a mis equipos de trabajo. Me nace ser súper cercana y a la vez muy exigente. Ahora, prefiero mil veces que nos equivoquemos a que dejemos de hacer cosas. Tengo un lema que traspaso a todas las personas que he tenido el placer de liderar, que tiene que ver con decir: ‘Progreso antes de la perfección’”.
China implementa medidas para reactivar su economía, mientras en Chile las reformas avanzan lentamente. La burocracia local sigue frenando el impulso necesario para agilizar proyectos clave y fomentar el empleo.
El dólar cerró en $918,93 tras alcanzar un máximo de $922,7, impulsado por la caída del cobre (-2,16%) y tensiones en Medio Oriente. El IPSA bajó 0,04%, cerrando en 6.389,2 puntos.
La nueva ley de Delitos Económicos ha significado importantes esfuerzos de las organizaciones para adecuar sus sistemas de prevención penales, pero el camino recién comienza, apalancado por un horizonte valorativo común en el mundo.
El dólar subió a $911,5 impulsado por la tensión en Medio Oriente, mientras el IPSA cayó 0,88%. El cobre subió 1,53%, pero el temor a interrupciones en el petróleo podría aumentar la presión inflacionaria global.
El éxito de estas modificaciones legales se juega en que su aplicación se lleve a cabo de tal forma que asegure la debida transparencia en las decisiones, que no se entorpezca la labor de este servicio público clave para el país y se resuelvan adecuadamente los conflictos de interés.