El Presidente Lula da Silva llegó esta semana a la cumbre en Bruselas con la idea de no condenar a Rusia, lo que finalmente ocurrió, pero Boric habló en el plenario de que no se lograba sellar un acuerdo porque “algunos no quieren decir que es la guerra contra Ucrania”. “Posiblemente, la falta de costumbre de participar en estas reuniones hace que un joven tenga más prisa”, le respondió Lula. Como telón de fondo estaban las diferencias que arrastraban desde mayo, cuando el líder del PT convocó a una reunión en Brasilia de 11 mandatarios sudamericanos para intentar revivir Unasur, pero donde intentó otorgar cartas democráticas a Maduro, en su interés por reafirmar el liderazgo de Brasil y retomar la influencia de su país en Venezuela. Boric discrepó en el plenario con él.
Qué observar. Horas después de concluir la cumbre Celac-UE, que emitió una declaración en que manifiesta su profunda preocupación por la guerra de Rusia y Ucrania, pero no condena la invasión de Putin, Lula enfrentó en términos poco usuales a un presidente de izquierda, como Boric.
- “Es importante que desde América Latina lo digamos con claridad. Lo que sucede en Ucrania es una guerra de agresión imperial, inaceptable, en donde se viola el derecho internacional. Y entiendo que la declaración conjunta está trabada hoy porque algunos no quieren decir que es la guerra contra Ucrania”, indicó Boric en el plenario de la cumbre.
- Por el contrario, Lula llegó a Bruselas apostando a instalarse como un líder global y con la idea de no condenar a Rusia, como quería la UE, que fue derrotada en esa posición.
Lo que dijo Lula. En una rueda de prensa en Bélgica, Lula señaló este miércoles que Boric tenía “un poco más de ansiedad que los demás” mandatarios que participaron en la cumbre entre la Unión Europea (UE) y la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac), y que por este motivo criticó las dificultades de algunos países latinoamericanos para condenar la invasión rusa a Ucrania en la declaración final del encuentro.
- “Posiblemente, porque debe haber sido la primera reunión de Boric de la Unión Europea con América Latina, tiene un poco más de ansiedad que los demás. Solo eso”, declaró Lula.
- “Todos sabemos lo que piensa Europa, todos sabemos lo que está pasando entre Ucrania y Rusia. Todos sabemos lo que piensa América Latina. No tengo que estar de acuerdo con Boric; es su visión”.
- “Posiblemente, la falta de costumbre de participar en estas reuniones hace que un joven tenga más prisa. Pero así es como suceden las cosas. El encuentro fue, desde mi punto de vista, extraordinario. Desde mi punto de vista, fue la reunión más madura en que participé entre Mercosur y la Unión Europea, entre América Latina y la Unión Europea”.
- Lula, probablemente aludiendo a Boric, terminó diciendo que en su primer año como presidente, en su primer mandato, fue a una reunión del G8 a la que “me invitaron en un avión y quería que todo se decidiera en ese momento”. Más tarde añadió que en la cumbre de la UE y la Celac se estaba discutiendo “la visión de 60 países”.
Telón de fondo. Si bien Boric fue uno de los pocos mandatarios latinoamericanos que no alinearon con la postura que impulsó Lula en Bruselas, el tono que usó el mandatario brasilero no pasó inadvertido entre quienes lo conocen.
- La lectura obligada entre ellos fue que, al apuntar a la inexperiencia de Boric, uno de sus flancos internos, Lula cobró cuentas pendientes que tenía con él.
- La principal ocurrió a fines de mayo, cuando convocó a un encuentro en Brasilia a 11 mandatarios sudamericanos. Oficialmente, la reunión apuntaba a revivir el bloque de Unasur, pero que como telón de fondo buscaba reafirmar su liderazgo en el continente y retomar la influencia de su país en Venezuela.
- La cumbre de mandatarios, de hecho, fue precedida por una visita oficial de un día de Maduro a Brasil, donde fue recibido por un Lula, que no solo defendió el régimen chavista y le otorgó el estatus de democracia, sino que señaló que las críticas por violaciones a los derechos humanos y autoritarismo eran parte de “una narrativa”.
- “Yo manifesté respetuosamente que tenía una discrepancia con lo que señaló el presidente Lula en el sentido de que la situación de derechos humanos en Venezuela era una construcción narrativa”, señaló Boric tras participar del encuentro. “No se puede hacer la vista gorda frente a temas que para nosotros son de principios e importantes”.
- Una versión que circuló esos días en Brasilia fue que Boric le avisó antes en privado a Lula de lo que iba a plantear en el plenario, lo que habría tranquilizado a la cancillería chilena. Pero, aparentemente, ambos mandatarios no volvieron a hablar después de lo ocurrido, lo que dejó un sabor amargo entre algunos diplomáticos.
- A esa altura, de acuerdo a la misma versión, en el entorno de Lula existía cierta decepción porque consideraban que en Boric existía una falta de entusiasmo con retomar Unasur y de concertarse con América Latina.
- Pero, sobre todo, porque algunos integrantes del círculo del mandatario brasilero considerarían que está jugando un papel funcional a EEUU desde la izquierda. Hasta Brasilia, de hecho, llegaron los dichos que realizó el embajador Juan Gabriel Valdés en marzo de este año, durante un panel de la cumbre SAFe 2023 que se efectuó en Washington. En esa oportunidad, Valdés sugirió que el socio estratégico de Chile era EEUU y no China, lo que generó malestar en la diplomacia de ese país.
- Pese a ello, el exceso de entusiasmo de Lula con Maduro en la cumbre de Brasilia, al punto de calificar su régimen como democrático, desató una serie de críticas internas y externas hacia él. A Boric, por ejemplo, se sumó el uruguayo Luis Lacalle.
- Según el analista brasileño Oliver Stuenkel lo que ocurrió en Brasilia fue “más perjudicial a la reputación del gobierno brasileño que cualquier otra cosa que Lula haya dicho o hecho hasta ahora”.
- Las declaraciones de Lula en Bruselas, para algunos, no fueron más que una forma -queriéndolo o no- de salir a cobrar las cuentas pendientes que tenía con Boric.
Ojo con. En declaraciones a BBC, como Presidente electo, Boric señaló que él esperaba “tener un trabajo codo a codo con Lucho Arce en Bolivia, si Lula gana las elecciones en Brasil con Lula, la experiencia de Gustavo Petro si se consolida en Colombia. Creo que ahí se puede armar un eje tremendamente interesante”. Para algunos, los lazos con Petro no están en duda, como sí los con Lula y con Arce, con quien no se ha logrado sellar acuerdos consistentes en términos migratorios.
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