No obstante, lo anterior, hoy vemos que a pesar de la reducción notable de los accidentes laborales nuestra tarea evoluciona de la mano con los cambios -cada día más dinámicos- del mundo del trabajo. Trabajadores y empleadores enfrentan nuevos riesgos como los accidentes de tránsito (no sólo los de trayecto sino los que se dan el trabajo mismo) y los denominados factores psicosociales (en términos simples, la salud mental laboral), que requieren de nuestra atención dedicada y rigurosa. Estos riesgos se han visto impactados por la agresividad y la violencia que existe hoy en nuestro país, desde las calles hasta el estrés laboral, problemas que han cobrado especial relevancia en la agenda de seguridad y salud en el trabajo. De hecho, a modo de ejemplo, desde 2018 los accidentes de trayecto han aumentado en un 7%, mientras que los accidentes laborales han disminuido un 9%, según nuestras propias estadísticas.
Creemos que la inversión en prevención y en tecnologías avanzadas es crucial para asumir esta nueva realidad. De ahí que nuestra estrecha colaboración con empresas de tecnología de primer nivel nos ha permitido el desarrollo de herramientas de inteligencia artificial, lo que refleja un esfuerzo por adaptarnos a las necesidades contemporáneas, democratizando y agilizando el acceso al conocimiento preventivo. Estas herramientas no solo predicen potenciales riesgos, sino que también proponen medidas preventivas personalizadas, transformando el enfoque tradicional de seguridad en el trabajo.
Este enfoque proactivo creemos que no solo protege a los trabajadores, sino que también reduce costos a largo plazo para la sociedad en su conjunto, al evitar accidentes y enfermedades de origen laboral que pueden ser devastadoras para las familias de nuestro país, tanto emocional como económicamente. Un accidente del trabajo siempre es indeseable, con consecuencias que impactan no solo a quien lo sufre, sino a su familia compañeros de trabajo y entorno en general.
Como Mutual de Seguridad estamos involucrados en iniciativas legislativas y colaboraciones estratégicas para combatir riesgos emergentes. Por ejemplo, estamos haciendo un estudio con la Central Unitaria de Trabajadores (CUT) en el que diagnosticamos la realidad actual para la implementación del Convenio 190 de la OIT, centrando esfuerzos en erradicar la violencia y el acoso en el lugar de trabajo, o nuestra participación en iniciativas público-privadas como el Pacto por la Seguridad Vial, en particular, considerando que los accidentes graves crecieron un 25% en los últimos ocho años y los siniestros de tránsito son la mayor causa de muerte externa de un trabajador.
No podemos olvidar el rol central de las mutualidades, que han logrado mantenerse activas y cumpliendo su rol a pesar de las distintas reformas que se han sucedido a lo largo de los años en el mundo del trabajo, a partir de sus sólidos principios y atributos, siendo reconocidas como organizaciones privadas que representan un gran ejemplo de la alianza público privada, formando parte importante de la seguridad social del país; con una histórica especialización, siempre con la vista puesta en que los problemas surgidos en el contexto laboral son los que deben demandar nuestros mayores esfuerzos y compromisos. La evidente crisis de la salud común debe atenderse con urgencia para lo cual estamos disponibles para colaborar permanentemente, pero ello no puede ser a costa del rol que cumplimos aportando a las empresas a través de la protección de los trabajadores del país. El valor del sistema trasciende la mera compensación económica o la curación a quienes lamentablemente sufren un accidente. Su verdadero valor está en la capacidad de prevenir, educar y adaptarse a los nuevos desafíos que emergen con la evolución del mercado laboral.
En el contexto de disconformidad, así como de desconfianza hacia diversas instituciones de nuestro país, el seguro social de accidentes del trabajo y enfermedades profesionales administrado por las mutualidades se destaca como un ejemplo de compromiso y eficacia, consolidándose como un pilar en el desarrollo de un Chile más seguro y productivo. La inversión en seguridad y salud laboral es, sin duda, una inversión en el bienestar de las personas. Este compromiso renovado en el marco del Día Mundial de la Seguridad y Salud en el Trabajo que celebramos el domingo 28 de abril, refleja no solo una política acertada, sino también una visión de futuro donde todos los trabajadores puedan desempeñarse en un ambiente seguro, digno y saludable.
Un sólido plan de desarrollo profesional y numerosas iniciativas de bienestar son parte de los beneficios que ofrece la financiera a sus trabajadores. El 93% de sus colaboradores está orgulloso de pertenecer a la compañía.
De acuerdo con datos de la mutualidad las denuncias por violencia en el trabajo aumentaron un 74% entre 2023 y 2024.
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