-¿Cuál es tu impresión sobre estas reuniones con Zalaquett que han sido tan comentadas?
-Hay dos formas de analizar lo que pasó. Un aspecto es lo jurídico y otro lo político. Según el ministro Cordero esto no aplicaría en la ley de lobby. Habría entonces un espacio gris o el oficialismo no entiende la ley.
El lado político tiene que ver con la consecuencia de la coalición que gobierna, la señal que se manda a la población. Y sobre todo la legitimidad que tiene un sector que hace una cosa, pero siempre ha predicado lo contrario.
-¿Es una muestra del estándar moral que tiene el Gobierno?
-O sea, no tiene un estándar sino dos. Lo que se conoce como doble estándar. En todo aquello que el oficialismo criticó cuando era oposición ha dado un giro. Y en lo que ha sido consecuente, ha fracasado.
-También fueron a la casa de Zalaquett los presidentes de la DC y de RN. Es llamativo que vaya tanta gente
-O la comida es muy buena o se hace otra cosa. Y es así como funciona la política tradicional desde siempre, te guste o no. Hay un espacio que siempre se ha utilizado para eso y por eso existe la ley del lobby. Lo ideal es que esto sea regulado y que se informara, de esa manera no habría ningún problema.
Pero el Frente Amplio apropió en la campaña presidencial la transparencia y que había que cambiar todo. Esta idea de superioridad moral, de que ellos iban a hacer las cosas bien, a diferencia de la Concertación. Por lo bajo esto demuestra que ellos ya son parte de la clase política tradicional. Son exactamente lo mismo que lo que había, pero peor, porque no hay logros significativos.
-El presidente Boric defendió estas reuniones, dijo que se ajustaron a la normativa vigente. Y que la instrucción que les ha dado a sus ministros es conversar con todos los actores para buscar acuerdos que beneficien al país. El estándar tiene que ser cumplir la ley, dijo.
-Claro, ese es el punto. Es una respuesta lamentable, porque me parece que es insuficiente simplemente cumplir la ley. Es el piso mínimo. Si esta coalición que gobierna hubiese dicho en la campaña que su intención era gobernar cumpliendo la ley, pero nada más, no hubiesen sido electos.
Hay un estándar ético, un estándar moral que no se está cumpliendo. Y por lo demás es una mala señal que el mismo presidente tenga que entrar al debate y dar una opinión sobre esto. Cada vez que él ha entrado al debate, lo ha perjudicado. Se entendía que el ministro Cordero iba a cumplir un poco esa posición, de blindaje. El presidente no se debiese involucrar porque se muestra más vulnerable.
-También Boric llamó al general Ricardo Yáñez, quien está siendo investigado por hechos ocurridos en el estallido social. Y eso se vio como un apoyo al uniformado. ¿Eso te parece discutible?
-Claro. Aparece otra vez la inconsistencia del Gobierno. Por cada Boric que había como diputado hay un antagonista que es Boric Presidente. Y vuelve a involucrarse personalmente, que es un error de cálculo tremendo.
-¿Por qué?
-Porque se debiere dedicar a gobernar más que a comentar. Aunque ha tenido éxito como político, no es alguien que la mayoría de las personas aprecie por su personalidad. Es solo su base la que lo apoya. A esta altura está más que comprobado que cuando él no se involucra le va un poco mejor al gobierno.
-Pablo Zalaquett justificó esto, porque está inscrito como lobbista, y dijo que lo hace para ayudar a los acuerdos.
-Hay responsabilidad de Zalaquett, pero sobre todo del gobierno. O sea, estamos hablando de un gobierno completo, que tiene todos los recursos del Estado para contratar abogados y entender exactamente lo que tienen que hacer y lo que no tienen que hacer. Entonces ¿quién está yendo a la casa de quién? No es Zalaquett el que está yendo a La Moneda a pedir favores. En términos políticos creo que hay un error tremendo. ¿Por qué no lo registran? ¿Por qué no son frontales y dicen que necesitan hablar con empresarios?
-También está involucrado el presidente de la Comisión del Trabajo, Juan Santana, que participó en una reunión con representantes de las AFP en la casa del exalcalde. Y lo defendió Luis Cuello del PC.
-Sobre lo de lo de Santana, se dio esta respuesta burda: que es un proceso de aprendizaje, que hay inexperiencia, que hay una enseñanza. Ya ha pasado la mitad del gobierno y siguen justificando los errores porque hay inexperiencia. Me parece que es inaceptable.
Es asombroso que no entiendan que ellos están haciendo exactamente lo mismo que criticaban desde la oposición. Eso te da dos alternativas: o lo entienden perfectamente y no tienen otra opción que hacerlo para que funcione el gobierno; o simplemente estaban criticando lo que hacían los demás porque no entendían cómo funcionaba el Estado. No sé cuál de las dos alternativas es peor.
-Esto era muy común en los años 90.
-Porque no había ley del lobby. Así avanzaba la política en la transición y fueron de hecho los años más exitosos del país. Se entiende que puede ser una forma de hacer política con zonas grises. Pero si tú dices que vas a hacer política de otra forma y la gente vota por ti porque ofreces eso, pero finalmente terminas haciendo lo mismo que los otros, es una gran desilusión.
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