Finaliza el primer mes del año y ya podemos obtener una idea del panorama laboral para este 2024. Durante el 2023, las empresas se centraron en el control de sus operaciones, lo cual generó una mayor demanda de profesionales en áreas relacionadas al control de gestión, gastos y reportabilidad. Según nuestros análisis basados en los mas de 9 mil procesos, las cifras fueron elocuentes; de cada 100 búsquedas a nivel profesional, sobre el 50% estuvieron dirigidos a cubrir posiciones en estas áreas.
Con un IPOM más positivo en diciembre, una proyección de crecimiento global de un 2.4% y una inflación bajo control, las empresas han comenzado a reactivar proyectos de desarrollo. Cabe señalar que algunas industrias siguen controlando sus inversiones —Falabella ha reducido sus inversiones en un 24%— mientras otros sectores se han visto beneficiados por circunstancias específicas viéndose impulsados a reclutar talento para cumplir con los objetivos establecidos por los directivos.
Sectores como recursos naturales y, en particular, energías renovables, enfrentan la necesidad y el desafío de fortalecer sus equipos debido al impulso del gobierno por fomentar el uso de energías verdes (como lo muestra el proyecto de ley aprobado en 2023 por la Comisión de Minería y Energía de la Cámara de Diputadas y Diputados que fomenta la participación de energías renovables), y por las regulaciones ambientales cada vez con mayores de estándares de cumplimiento y sostenibilidad. Esto no es exclusivo sólo para estas industrias; todos los sectores tienen ya no sólo la oportunidad si no el deber de hacer el giro hacia una mayor responsabilidad social y ambiental. Con esto, las empresas se han visto enfrentadas al desafío de incorporar competencias sostenibles a sus equipos en todo nivel.
La alerta surge cuando observamos que la competencia por este talento es intensa. Según el estudio “The New Human Age, que publica anualmente Manpower Group —líder global en servicios y soluciones innovadoras de capital humano— que analiza las principales tendencias laborales, el 78% de las organizaciones a nivel mundial incluye criterios ambientales, sociales y de gobernanza en sus objetivos estratégicos, sin embargo solo el 6% considera que cuenta en lo concreto con el talento necesario para alcanzarlos.
La situación se complica aún más si observamos los resultados del “Global Green Skills Report 2023” elaborado por LinkedIn que muestra un aumento del 15,2% en las ofertas de empleo que requieren conocimientos y habilidades especializadas en sostenibilidad. Todo indica que este número seguirá aumentando en los próximos años. Sin embargo, según datos de LinkedIn, solo 1 de cada 8 trabajadores en el mundo posee una o más cualificaciones relevantes en este campo, lo que revela una brecha significativa.
¿Y qué ocurre en Chile? Según un reciente estudio realizado por la compañía tecnológica SAP, “La Sostenibilidad en la Agenda del Liderazgo”, el 67% de las empresas chilenas tiene una estrategia definida en términos de sostenibilidad, una cifra que supera el promedio de América Latina. El desafío es claro: cada vez más empresas chilenas requieren profesionales especializados en este tema.
¿Cómo abordar esta brecha? Desde las empresas, invertir en el desarrollo de estas habilidades y en programas de formación parece ser el camino. Desde el gobierno y las entidades políticas, promover programas educativos, capacitaciones y recursos para impulsar la formación de profesionales en estas áreas. Y desde las universidades y centros de formación técnica, adecuar los currículums y formaciones específicas en estas materias, con el fin de convertirnos en un hub de talentos responsables, considerando que contamos con un ecosistema que permite estudiar el cambio climático y su impacto en todo tipo de climas e industrias.
Imponer normativas más exigentes con el objetivo de generar conciencia entre los ejecutivos no tendrá el impacto buscado, si no se garantiza la presencia de profesionales capacitados al interior de las empresas para liderar este cambio hacia un futuro más sostenible.
En un nuevo podcast After Office Investing, Catalina Edwards conversa con la gerenta de Sostenibilidad de Banco Santander, Soledad Ramírez, sobre la segunda versión de los fondos concursables impulsados por la entidad, que buscan fortalecer el bienestar social y la educación financiera. A continuación lo que implica la nueva edición de esta iniciativa.
El desafío es dejar de pensar en la ética como una cuestión de carácter individual y empezar a tratarla como lo que realmente es: un problema de diseño organizacional. De un asunto de reglas y disuasión, a uno de cultura corporativa.
Si los chilenos, aún con un diagnóstico pesimista de la realidad actual, confían y depositan sus esperanzas en nuestra economía basada en recursos naturales. ¿No será tiempo de empezar a hacer las cosas bien para no seguir ahuyentando inversiones que tanto necesitamos?
Hay un abanico amplio de mecanismos tributarios que apuntan a beneficiar a las familias. No se trata de inventar la rueda. Se trata de entender que si queremos fomentar la natalidad, una medida importante es avanzar hacia un sistema tributario que no penalice —en la práctica— a quienes deciden tener hijos.
“Hay una nobleza en el deber de cuidar la creación a través de pequeñas acciones cotidianas.” nos recordaba el Papa Francisco. Así, en cada gesto consciente y humilde, se encarna la esperanza de una nueva economía reconciliada con la tierra y con la vida.