El desafío que tiene La Moneda. El próximo domingo entre las 14 y 19 hrs. en Cerro Castillo, se realizará el cónclave convocado por el Presidente Gabriel Boric. Programa de Gobierno, agenda legislativa, el segundo tiempo post plebiscito, son algunos temas que se nombran. Pero, el más importante, y eso no lo ocultan en La Moneda, es la relación entre los partidos que apoyan al Gobierno, de los pactos Socialismo Democrático (PS, PPD, PR y PL) y Apruebo Dignidad (Convergencia Social, Revolución Democrática, PC, Comunes, Federación Regionalista Verde Social, y Acción Humanista).
Una cuidadosa preparación. La organización del cónclave está concentrada en el Comité Político. Cada ministro y los asesores cercanos al Presidente tienen tareas distribuidas, dando forma a las mesas de conversación sobre distintos temas que abordarán el domingo 6, según explican en el Gobierno.
Los puntos en conflicto. El rol articulador respecto de las diferencias detectadas entre Socialismo Democrático (SD) y Apruebo Dignidad (AD) estará cargo de la ministra del Interior, Carolina Tohá. Su misión apunta a establecer un diálogo que logre abrir espacios de encuentro para una alianza entre las dos coaliciones y un compromiso de superponer diferencias en pos de la unidad y los objetivos del programa de Gobierno.
Los últimos roces. En los últimos siete días, una seguidilla de declaraciones ha enturbiado aun más las relaciones oficialistas. Aunque el viernes último consiguieron un acuerdo para defender el pacto de marzo y apoyar a Karol Cariola para la presidencia de la Cámara, las aguas no han llegado a la calma, según reconocen algunos dirigentes.
En “Inocentes al poder” (Editorial Taurus, 221 páginas), el académico Daniel Mansuy diseca la trayectoria de la generación del Frente Amplio desde sus inicios hasta la llegada al poder. El también escritor atribuye los grandes tropiezos del FA a su inocencia, que se funde y confunde con un narcisismo moral que todavía no han logrado […]
En medio de críticas a la gestión de su campaña, Matthei optó por disolver el grupo de 11 voceros que anunció a fines de abril. Alcaldes y parlamentarios dejarán las vocerías y el comando evalúa un nuevo modelo post primarias, más centralizado y estructurado.
Siempre habrá movilizaciones y protestas -no sólo si gobierna la derecha-, y estará latente la posibilidad de que en algún momento converjan en algo masivo. Pero apostaría que difícilmente se darán las condiciones para excesos de violencia, por el descenso vertiginoso del apoyo social a todo lo que signifique desafiar el orden público.
La ex ministra del Trabajo ha intentado imprimir un sello de mayor moderación a su campaña, ante lo cual fichó a la senadora Alejandra Sepúlveda y la ex ministra Laura Albornoz, ex militantes de la DC, mientras abrocha apoyos en sectores vinculados al FA, como el alcalde de Puente Alto y el gobernador por Valparaíso. […]
Gonzalo Müller, director del Centro de Políticas Públicas de la UDD, sostiene que en las primarias se ha visto polarización. “La primaria instaló el resurgimiento del discurso de la izquierda del tiempo del estallido y de la convención. Un tufillo a octubrismo volvió a dominar la escena”, dice.