-El alcalde de Maipú, Tomás Vodanovic, pidió apoyo militar para enfrentar la crisis de seguridad y el gobierno dijo que lo está evaluando ¿Cuáles son los riesgos de que las FF.AA. y efectivos militares participen en tareas de orden público?
-No hay duda de que tenemos un problema de seguridad y es perfectamente entendible lo que les pasa a los alcaldes porque están en contacto directo con los vecinos y los vecinos están asustados, tienen problemas, están amenazados. Tampoco hay duda de que el Estado tiene que usar todas las herramientas a su alcance para solucionar los problemas.
Pero la primera pregunta que quienes dirigen el Estado tienen que hacerse es ¿cuál es la naturaleza del problema que estoy enfrentando? y en consecuencia, ¿cuáles son las herramientas que debo utilizar? Porque por lo que parece, el problema que estamos enfrentando es un problema de crimen. Entonces, ¿por qué frente a un problema de carácter criminal voy a utilizar fuerzas o elementos de carácter militar? ¿Son las fuerzas armadas los instrumentos más adecuados para hacer esto?
-¿Pero las policías son suficientes?
Pareciera que el problema es que hay pocos policías. Hace rato que venimos escuchando la reforma a la policía, que ha caído en letra muerta. Pero hay otras cosas que se pueden hacer. Si yo necesito más policías en la calle, entonces modifico la carrera, no doy de baja y alargo la carrera. Libero a Carabineros de funciones administrativas u otras actividades. Busquemos soluciones reales.
-Lo que se ha visto es que las Fuerzas Armadas han hecho un buen trabajo en la macrozona sur, con el estado de excepción que se ha mantenido, y también en el control de fronteras, donde efectivamente el despliegue militar se redujo la migración ilegal. Y por eso se afirma que podrían cumplir una función en materia de seguridad en zonas urbanas ¿Qué opinas al respecto?
-Yo creo que no son la herramienta apropiada y no está el contexto para que se empleen las fuerzas militares. Lo que en ningún caso quiere decir oponerse a que en algún momento se empleen. En la macrozona sur y en la zona norte, el problema es distinto. Es distinto controlar la migración o un tema más asociado a la insurgencia, que se está llevando en la zona sur. Es muy distinto a lo que está pasando en Santiago, que estamos frente a la acción de bandas criminales.
Ahora, supongamos que empleamos a los militares. Vamos a emplear a los militares con los mismos políticos, con el mismo marco legal, con los mismos integrantes del Ministerio Público, los mismos jueces. Hoy no hay un desincentivo para que el crimen no se cometa ¿Crees que el resultado va a ser distinto? Yo creo que no. No se han generado las condiciones para utilizar a las fuerzas armadas.
-¿Por qué no están las condiciones?
-Primero, no hay un Estado de excepción. No está reglamentada la ley de infraestructura crítica. No tenemos reglas de uso de la fuerza. Entonces, moralmente, no es justo, no es correcto, que yo pretenda que los militares solucionen un problema que es político.
Es moralmente reprochable que yo ponga un militar, un marino, o un aviador, a cargo de alguna función de orden público. Le entrego un armamento que es del Estado y le digo “cuide esto”. Este funcionario hace uso del armamento, termina una persona herida o fallecida, -lo que sucedió en el año 2019 y meses posteriores- y termina el hombre de baja, juzgado, sentenciado.
-Eso es lo que dijo el comandante en jefe del Ejército, Javier Iturriaga, en la reunión del Cosena. Que se necesitaba claridad legal sobre los deberes y roles que cumplirían los uniformados.
-Lo mínimo es que tengan ese marco legal. Con una ley dictada por el Congreso.
-¿Como coronel en retiro compartes lo que dijo el comandante en jefe, que los uniformados carecen de entrenamiento, educación y equipamiento para interactuar con la población?
-Eso podría ser parte del problema. La Constitución dice que las Fuerzas Armadas están para la defensa exterior del país. Y las Fuerzas de Orden y Seguridad son las que están para el orden público. Te entrenas y formas unidades y tienes fusiles de guerra para hacer tu tarea. Se entrenan para la guerra y se entrenan para ganar la guerra. No hay segundos lugares en la guerra. Una fuerza militar actúa de manera muy distinta a una fuerza policial. En caso de ser atacada, va a tratar, por todos los medios, de imponerse y de neutralizar, y si es necesario destruir a la amenaza.
En el tema de la proporcionalidad se actúa de manera distinta. Hay gente que dice, sí, pero también nos colaboran en las elecciones o en las catástrofes, es cierto, pero para eso se han entrenado y se les ha dotado de personal y medios. Pero no ha sido, y espero que no llegue a ser una tarea básica de las Fuerzas Armadas el control del orden público.
-¿Lo que se está apuntando en la discusión es a la custodia de perímetros de ciertas zonas. No es para hacer allanamientos en casas de narcotraficantes, sino custodiar centrales energéticas o quizás terminales de buses?
-Sí, pero en el tema de infraestructura crítica también está la discusión en dónde termina la responsabilidad de quien tenga a cargo la custodia de ese edificio y dónde parte la responsabilidad de la fuerza de seguridad. Eso tampoco ha sido aclarado. El empleo se ha conversado más asociado a la infraestructura. Pero si seguimos sin atacar el problema de fondo, ¿qué va a evitar que en un año más, en seis meses más, se les pida a las Fuerzas Armadas que hagan otra cosa, y terminen allanando casas?
-¿Te llama la atención que sean alcaldes de izquierda los que están pidiendo la salida de los militares a la calle y alcaldes de derecha, como Evelyn Matthei, quienes se oponen?
-Creo que hay un sector que demonizó el uso de la fuerza. Y que se ha dado cuenta que para que una sociedad funcione, el Estado tiene que resguardar el monopolio del uso de la fuerza. Quiero pensar positivamente que es parte del aprendizaje, pero no hay que dejarse llevar por las emociones. Nuestras autoridades tienen que ser responsables. Si el alcalde Vodanovic dice “le fui a pedir al Presidente que saque a los militares”, obviamente quienes viven en Maipú lo ven como una alternativa. Bueno, nosotros esperamos de nuestras autoridades que actúen con responsabilidad.
El empleo de las Fuerzas Armadas debe ser una herramienta excepcional. Y así está en la Constitución. Y es excepcional porque se tienen que dar circunstancias en que las fuerzas policiales o la autoridad política estén sobrepasadas, cuando hay un problema de supervivencia de un régimen democrático. Si eso no sucede, entonces hay que pensar si es lo más conveniente o no.
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