Las élites han perdido el consenso y con él su capacidad de dirigir en la esfera de lo público. Dado que las premisas anteriores han sido demolidas, es natural que esta inestabilidad derive en temores y ansiedades. Nadie puede asegurar que aquello que está naciendo o por nacer será mejor. Sin embargo, no es necesario ser un optimista esotérico o metafísico para ver brotes verdes.
La crisis de la transición. Gramsci sitúa la crisis en el momento en que las clases dirigentes pierden el consenso y dejan de ser dirigentes y pasan a ser sólo dominantes y las masas se alejan de las ideologías tradicionales y dejan de creer en lo que creían. La crisis, entonces, se ubica en el momento en que lo viejo muere y lo nuevo no puede nacer y “es en ese interregno en el que se verifican los fenómenos morbosos más variados”.
¿Cómo evaluar la salud de una democracia? Si tomamos las investigaciones de Acemoğlu y Robinson (Por qué fracasan los países) o las de Ziblatt y Levitsky (Cómo mueren las democracias), un buen predictor de éxito para los países y sus democracias es el funcionamiento de las instituciones. Además de una serie de normas no escritas que permiten dirimir los conflictos de manera pacífica y generativa.
¿Dónde está el vaso medio lleno? En la revisión de hitos de este proceso de crisis existen tres movimientos sociales cuya entidad, profundidad y efectos performativos son los más relevantes: movimiento estudiantil, movimiento feminista y estallido social. Pues bien, los tres movimientos están siendo procesados por la institucionalidad de forma pacífica.
Se necesitan refuerzos. Ni las instituciones, desgastadas por cansancio y por impugnación; ni las leyes; ni el sistema político han podido encausar el estallido. Pero se desplegaron otros actores para aspirar a un encausamiento pacífico del conflicto: organizaciones de la sociedad civil; mundo académico -universidades y centros de estudio-; organizaciones barriales; movimientos temáticos, entre otros; han operado como puente entre una sociedad hastiada y un sistema político que no la vio venir y carecía de instrumental y experiencia para comprenderla.
Se ha prolongado demasiado la anomalía de que el Estado no reaccione como corresponde ante la grave circunstancia de que una amplia zona del territorio nacional está fuera de su control. Para que la Constitución y las leyes tengan vigencia, y para que la convivencia en libertad sea posible, es indispensable el recurso de la […]
Si se avanza en una reforma al sistema político sin un diagnóstico compartido se terminará recentado una serie de remedios para una enfermedad que no existe. Por ejemplo, si se adoptan listas cerradas sin reducir el número de partidos políticos se terminará invirtiendo un bolsón de poder en un sistema que ya está quebrado.
Durante la última semana se destruyeron once camiones en un acto de sabotaje terrorista y ahora se asesina criminalmente a tres carabineros. La experiencia internacional muestra claramente que los grupos armados sólo renuncian al uso de la violencia cuando han sido completamente repudiados por la opinión pública y derrotados política y militarmente. Es obvio que […]
Su filosofía de vida mezcla de conservadurismo y descaro, de moralina y ligereza de casco, es invencible. Siempre dispuesto a polemizar, le lanza al que sea a la cara una visión propia e inconfundible del sentido común popular llevado hasta las últimas consecuencias. Incapaz de militar disciplinadamente en algún partido, Aldo Duque solo cree en […]
Los problemas que tiene nuestro tinglado político se acarrean de hace al menos 10 años. Esto no tiene exclusiva responsabilidad en torno a cómo se eligen a nuestras autoridades, esto es desconocer que las reglas son escritas por personas y que cada grupo observa que tiene un espacio para manejarlas a su beneficio.