Crujen las democracias representativas, las recetas para el desarrollo, las alianzas internacionales, el clima, la biodiversidad. Atravesamos un cambio de era y el progresismo no parece tener respuestas. En Chile, a esa perplejidad agregamos una vanidosa disputa generacional que impide ver que las diferencias son tácticas, no estratégicas, que se trata de trayectorias vitales distintas, no diferentes proyectos de sociedad. Es el momento de decir basta. Hay mucho en juego y nadie lo gana solo.
Cada generación debe masticar sus derrotas. Los más jóvenes, asumir su responsabilidad por la farra constitucional: rehuyeron del liderazgo ante el riesgo de la funa. Toca entender que, ahora y siempre, no basta con querer para poder. Es un buen momento para reconocer que, puestos en el contexto de la generación mayor, con suerte habrían logrado lo mismo. Los más viejos, asumir su responsabilidad por los últimos 15 años de estancamiento económico, cultural y social. Deberán reconocer que fueron desplazados en buena lid por una generación que supo conectar con los sentidos comunes. Llegó la hora de aceptar que, puestos en el lugar de los jóvenes, buscarían hacer lo mismo.
Mientras más profunda esa reflexión, más posible es construir confianza. Sin ella no hay colaboración posible. Lo primero e inevitable es la confianza interpersonal, desde ahí deviene la institucional. El gobierno, los partidos y los liderazgos deben ofrecer espacios de encuentro que atiendan esta dimensión. Necesitamos alimentar la curiosidad por el otro, saber quién es, desde dónde dice lo que dice.
Colaborar requiere generosidad para dibujar un horizonte común y acordar los caminos necesarios para alcanzarlo. Habrá que partir por entender que el programa no es eso. No es un horizonte acordado por todo el progresismo y en las actuales circunstancias, tampoco es una hoja de ruta realista para el gobierno. El ejecutivo requiere nuevos límites para su agenda transformadora, solo desde ahí se puede generar un nuevo relato.
Hay una gran oportunidad en el conclave que prepara el gobierno, aprovecharla supone un cuidadoso diseño metodológico. Además de atender la desconfianza, un diálogo efectivo necesita un marco temático dado por quien convoca, donde se identifican los espacios de incidencia para los convocados. Será importante analizar si, además de los partidos y parlamentarios, convendría incluir alcaldes y gobernadores regionales oficialistas, ellos son el mejor canal para sintonizar con la ciudadanía.
Este evento debe plantearse como el inicio de un proceso de diálogo estructurado, donde el gobierno y los partidos trabajan con las bancadas oficialistas para la agenda legislativa y con autoridades locales en una agenda de políticas públicas.
Pero para sostener ese proceso, hay que ordenar la casa, dentro y fuera del gobierno. La reunión de los lunes no está siendo suficiente. La pretensión de crear una sola coalición no parece realista, hay que pololear antes de casarse, pero eso no impide generar mecanismos de coordinación. Lo primero es resolver quienes y como se sientan a la mesa. ¿Es una mesa de dos, Apruebo Dignidad y el Socialismo Democrático? Probablemente esa respuesta la tiene, más que nadie, el Partido Socialista, que debe resolver sus tensiones internas para definir si esta de un lado, en el medio o busca generar un nuevo polo.
La responsabilidad es inmensa. Alcanzar acuerdos implicará para todos alguna derrota. Así se han escrito los pasos en nuestra historia. Para asumirla quizás es bueno recordar al viejo Saramago cuando decía que una buena verdad es que ni la juventud sabe lo que puede, ni la vejez puede lo que sabe.
El ex diputado Jorge Schaulsohn sostiene que es necesario establecer estado de sitio en La Araucanía y Bío Bío. “En Colombia y en otras partes donde se ha enfrentado este tipo de movimientos, las Fuerzas Armadas han ido al choque directo con la guerrilla. Aquí no queremos ponernos en esa situación, pero nos estamos haciendo […]
“Existen patrones que no son comunes, que no son habituales”, dijo este lunes el Fiscal Nacional Ángel Valencia, al referirse al asesinato de los tres carabineros ocurrido la madrugada de este sábado. La magnitud del ataque, su coordinación y extrema violencia ha abierto una indagatoria sobre posibles vínculos del homicidio con el crimen organizado. De […]
La Moneda valoró la decisión de Fiscalía de pedir la postergación de la formalización del general director de Carabineros Ricardo Yáñez, que estaba prevista para el 7 de mayo, y reiteró que el uniformado continuará en su puesto. “No es el momento para hacer cambios en el mando de la institución”, indicó la vocera Camila […]
En Chile ya no hay épica, no hay un norte ni un sueño. La idea de llegar a ser un país desarrollado, tantas veces repetida por los políticos noventeros -quienes tenían a Portugal como norte- incluso ha desaparecido del discurso público. Preocupante.
La periodista de Clarín y experta en política exterior argentina, Natasha Niebieskikwiat, señala que la ministra de Seguridad argentina Patricia Bullrich “con su viaje a Santiago quiso mostrar que buscaba bajar la intensidad de la forma en que dijo las cosas, pero el informe da cuenta de que sostenía los dichos”.