Tras el fracaso en generar una Constitución progresista capaz de convocar a las mayorías, el necesario alineamiento del progresismo chileno en el “En contra” expresa una actitud defensiva sintomática de la crisis global por la que atravesamos. Nuestras narrativas están agotadas, nuestras promesas han perdido credibilidad y nuestras prácticas reproducen los errores que nos trajeron aquí. El progresismo no está siendo capaz de visualizar y proponer cómo y hacia dónde progresar.
¿Qué es lo que más preocupa y congrega hoy al progresismo a nivel global? Aunque parezca una contradicción, en buena medida es evitar el colapso, conservar lo conquistado, no retroceder. La realidad obliga a actuar con urgencia para evitar la catástrofe climática, a proteger la democracia de amenazas autoritarias, extremistas y populistas, a impedir retrocesos civilizatorios en derechos sociales, económicos y políticos, a protegernos de un futuro distópico gobernado por la inteligencia artificial.
Por buenas razones, nuestras fuerzas están enfocadas en evitar un futuro peor, pero no estamos siendo capaces de imaginar, ni menos ofrecer, uno mejor.
¿Se puede pensar en el progreso cuando se está evitando el retroceso? ¿Cómo salir de esa contradicción y actualizar el progresismo? Desde nuestro país, hay al menos tres caminos:
En tiempos donde los riesgos parecen mayores a las oportunidades, el progresismo no se puede conformar con evitarlos. Lo nuestro es encontrar nuevas soluciones, es dibujar mejores horizontes, es identificar las formas de alcanzarlos, es conservar lo que merece ser conservado, superar lo que está obsoleto, canalizar lo que emerge. Es aprender del pasado, proyectar lo que viene y transformar el presente. No hay espacio ni futuro para progresismo conservador. Para actuar desde el miedo hay mejores intérpretes.
El candidato presidencial del FA dijo que, si bien rechazaba las amenazas del lonco de Temucuicui —que desafía a los poderes del estado—, era partidario de crear zonas “donde los mapuches puedan ejercer ciertos grados de autonomía”. Sus dichos revivieron las “autonomías de territoriales indígenas” de la disuelta Convención.
Este miércoles la Cancillería envió un mensaje a todos sus funcionarios con un manual de 22 páginas sobre lenguaje inclusivo y no sexista. Aquí el contenido del texto.
La embestida económica de Trump contra las universidad de élite son parte de una batalla cultural que viene desde hace décadas. El telón de fondo es que el sistema de educación superior en EE.UU. se ha convertido en un campo de batalla ideológico, donde la derecha y la izquierda buscan controlarla para sus propios fines.
En el lanzamiento de las primarias de la izquierda hubo cosas llamativas: la casi nula presencia de banderas del PS, la batucada por Tohá, el potente apoyo del PC a Jara y la barra brava de Gonzalo Winter. Los candidatos mandaron mensajes a la derecha.
“Cuando decimos que nadie está por sobre la ley, no es un eslogan: es una convicción que se traduce en acciones concretas y procesos judiciales efectivos”, señaló el Fiscal Nacional Ángel Valencia, horas después de que el gobierno pidiera explicaciones por las diligencias realizadas por el fiscal Patricio Cooper, que intervino el celular de Miguel […]