-Para empezar, me gustaría saber cómo viviste el 18 de octubre de 2019, fecha de la que se cumplirán tres años. ¿Cómo te afectaron los hechos violentos y de qué manera los interpretas con el paso del tiempo? ¿Ha cambiado tu perspectiva?
-El 18 de octubre de 2019 fui a la PUCV, a presenciar un examen de grado, y a hablar con el director de mi tesis, para pedirle que me supervisara. Intuyo que hay una tensión en ese momento inicial tanto de la asonada como de mi trabajo sobre Orígenes de Alejandría (s. III). Ese abismo significa algo.
El 19 de octubre, la violencia se desató en Valparaíso. No llegó a afectarme directamente. Pero estaba atenta a las noticias, que comencé a escuchar durante días y noches, mientras tomaba notas con preocupación y angustia. Fue la tercera ciudad más vandalizada de Chile.
Sigo sosteniendo lo mismo: fue una acción planificada y no espontánea, que luego continuó como conducta imitativa y, en ese sentido, irracional e instintiva, al modo de una hipnosis o una posesión.
Mi rechazo total a esa barbarie colectivamente ejercida nunca se modificó.
-Ese mismo año escribiste un ensayo desgarrador, “Lumpenconsumismo, saqueadores y escorias varias: tener, poseer, destruir”. ¿Cómo fue el proceso de escritura?
-Inicialmente, fueron notas personales que registraba como una forma de hacer consciente ese momento terrible. Nunca me imaginé que tendría la repercusión que tuvo. Luego, fue incluido en He aquí el lugar en que debes armarte de fortaleza. Ensayos de crónica filosófica (Katankura, 2021).
Pues no fue pensado a partir de las ciencias políticas, la politología o la sociología, ya que no son de mi dominio. La raíz de éste y de todos mis trabajos ha sido la reflexión en torno al espíritu, en cuanto potencia en movimiento determinante de todo lo vivo e irradiante.
Esta intuición comenzó a adquirir forma cuando falleció (el crítico de cine y académico) Sergio Salinas Roco (1942-2007). Su muerte me duele hasta hoy, pues sentía que, con él, se extinguía una dimensión del espíritu. Por eso, decidí realizar aquella edición de sus Textos reunidos, publicada en 2017.
-¿Has recibido las críticas más duras desde la izquierda?
-Tales “críticas” han provenido de lo que algunos llaman “izquierda postmoderna”: artículos proverbiales en su vulgaridad y mezquindad, incluido el de un académico que me acusó, sin pruebas, de ser parte de una conjura golpista anti-revuelta. Por supuesto, he sido considerada como una especie de extensión descerebrada de la derecha caricaturizada por ellos.
Es una izquierda postmoderna indecente y utilitaria, entregada a las llamadas disputas por el campo cultural, imposibilitada ya de apreciar una obra por su valor intrínseco o por su belleza e irradiación espiritual. Sus agentes se placen en la disolución. Son una prolongación de la barbarie por otros medios.
Pero pueden continuar revolcándose en su fango y declarar lo que quieran, con su neolengua estéril y sus metáforas espurias.
No hay comparación entre esta mezquindad organizada y la discusión argumentativa, representada por M. E. Orellana Benado, mi más importante formador, a quien debo todo. O las entrevistas ofrecidas a distintos medios de prensa, incluido Ex‐Ante; diálogos para medios radiales, y con algunos compañeros de filosofía, o en el CEP y el IES; y entrevistas para revistas: Dos Años 2019-2020, Punto y Coma (IES), y Ciudad de los Césares. Todas, instancias de comunicación y retroalimentación reales. Agradezco a todos aquellos que se interesaron en sostener estos diálogos.
-Escribiste que los manifestantes “abarcan desde los grandes depredadores y saqueadores, los amos, incluidos el crimen organizado y el narcotráfico”. ¿En qué basas tu análisis? ¿Cuál es la causa de esta furia nihilista?
-Se trata de un espectro. Después de esa frase, viene: “pasando por los sectores llamados ‘aspiracionales’, hasta el último de los ‘pobres y oprimidos’ (…)”. Es la imagen de una nivelación y una voluntad de aniquilamiento, cuyo único objetivo es ganar.
Me he basado en la observación sostenida de comportamientos, cuyo rasgo sobresaliente es el oportunismo en vistas a la depredación de otros, considerados desechables. Las causas de esa “furia nihilista” pueden ser diversas, sin excluir las espirituales, que son las de mayor importancia para mí.
-¿Qué rol jugaron las barras bravas?
-El ensayo de Juan Cristóbal Guarello, País barrabrava (Debate, 2021), apunta a un proceso de descomposición similar. Una de sus virtudes es haber sido capaz de concentrar una reflexión relativa al estado de la sociedad chilena, en la imagen de un asunto aparente puntual: el devenir de las barras bravas observado por él.
Guarello constata “la aparición de una tendencia que desde el 18 de octubre se hizo inocultable: en algún momento de nuestra historia (…), pasamos de ser un pueblo razonable y de buenos modales dentro de lo posible, (…) a un lote de patoteros autoafirmativos y ventajeros, violentos de una manera farsesca, sin capacidad de reflexión ni autocrítica (…). Algo que ya había visto, aunque acentuado con el tiempo, hace más de treinta años en el estadio: la cultura barrabrava”.
Éstas y otras descripciones suyas pudieran ser consideradas como parte de una fenomenología de esa extinción del espíritu, y como manifestaciones del lumpenconsumismo y el lumpenfascismo.
-El 15 de noviembre de 2019 se selló el acuerdo que dio paso al plebiscito del pasado 4 de septiembre. ¿Por qué crees que el Rechazo tuvo una victoria apabullante? ¿Qué sentiste ese día?
-Voté Rechazo, pero no salí a celebrar con champaña. Sabía que, fuese cual fuese la opción triunfadora, habría incertidumbre y pérdida. Aunque también fue “apabullante” para mí. Descarto de plano que se haya debido a la falta de información o a una campaña del terror de la derecha. Es cierto que siempre surgen manifestaciones tendenciosas en los extremos. Pero las ambigüedades del texto, con su neolengua tecnocrática, eran suficientes para rechazarla.
No obstante, aquí ocurrió algo difícil de elucidar. No tengo una respuesta cabal. Tiendo a intuir que aquí actuaron otras fuerzas, provenientes de los laberintos del inconsciente colectivo chileno: una memoria antigua, tal vez relativa a las guerras de siglos anteriores.
-¿Cómo observas el nuevo proceso constituyente? ¿Es posible una nueva constitución democrática, legítima?
-La situación me resulta confusa. Me cuesta representarme una nueva convención. En términos jurídicos, el proceso anterior terminó. ¿Y entonces?
La escalada de la violencia continúa, así como la vigencia de los prestigios asociados al lumpenconsumismo. Una muestra fueron los recitales de Daddy Yankee en el Estadio Nacional, que derivaron en graves incidentes y mucha basura.
Ha habido otros hechos perturbadores, como el derrame de ácido sulfúrico en las inmediaciones de la Mano del Desierto, de Mario Irarrázabal (1. 10. 22). Aparte del peligro evidente, de nuevo una obra de Irarrázabal se ve asediada, como si la diaria corrosión de su Monumento a la Solidaridad, en Valparaíso, no fuese suficiente. Es otra manifestación de la extinción del espíritu, tristísima.
Ojalá hubiese una nueva Constitución, democrática y legítima. Pero, en razón del clima de descomposición imperante, lo veo difícil. El punto es si la barbarie en Chile es superable o no, en virtud de un auténtico desarrollo de la conciencia: una pregunta que permanece abierta.
Este jueves comenzó a sesionar el comité de búsqueda del nuevo rector de la Universidad Católica. En su primera reunión estuvieron con trabajadores de la universidad, que pidieron que el sucesor de Ignacio Sánchez sea una mujer. En 2023, el rector Sánchez había dicho que “la posibilidad de que haya una rectora en la UC […]
El cientista político y académico de la USS critica el informe del PNUD, “¿Por qué nos cuesta cambiar?”, que plantea deudas sobre el modelo y cuestiona a la élite. “Parece no ser coincidencia que Boric escoja esas palabras (contra los todopoderosos) justo cuando sale este informe. Si el plan es instalar esto como un relato […]
En sus alegatos en la Corte de Apelaciones, el abogado Juan Pablo Hermosilla acusó a Fiscalía de “contaminar” la causa con sucesivas filtraciones que buscan politizar el caso. También afirmó que sólo ha alcanzado a revisar menos de un 20% del contenido del celular de su hermano, archivos que recibió la tarde del miércoles, y […]
En su alegato ante la Corte de Apelaciones, la abogada Alejandra Borda, cuestionó la desigualdad que enfrenta su defendida ya que no existe para mujeres un recinto similar al anexo penitenciario Capitán Yáber para delitos económicos. Según su relato, Villalobos comparte un módulo con 25 mujeres, donde sólo hay una ducha de agua fría y […]
Una encuesta realizada en el centro de Santiago mostró una mala evaluación de los comerciantes al desempeño de la autoridad comunal en temas relacionados a la seguridad. Asimismo, de un total de 276 comerciantes encuestados, un 64% aseguró haber sido víctima de algún delito durante el primer semestre de este año.