-Usted fue un defensor del uso de mascarilla durante los peores tiempos de la pandemia. ¿Qué le parece que se haya flexibilizado su obligatoriedad?
-Hay que tener cuidado, porque no se libera totalmente el uso de la mascarilla. La recomendación es que en lugares donde hay mucha aglomeración, si se va a concurrir a un servicio de salud, hay que usarla. Sobre todo si aparecen síntomas respiratorios. Eso es un avance importantísimo, porque la mascarilla nos va a proteger de múltiples virus respiratorios que generalmente surgen en invierno.
-¿Es una medida adecuada o había que extender su exigencia?
-Es una medida adecuada, gracias a todo el trabajo que se hizo con anterioridad. O sea, esto no hubiese sido posible si no hubiésemos implantado todo un plan de educación ciudadana. Nosotros recibimos la primera cantidad de vacunas el 24 de diciembre de 2020. De ahí en adelante Chile fue pionero y líder en el mundo en dosis de refuerzo, en vacunas para niños. La ministra lo volvió a repetir hoy día: Chile se destaca como una estrella en el campo de vacunación.
-En los colegios se determinó que fuera opcional. ¿Por qué se hace una diferencia?
-La ministra ha dicho que las comunidades escolares van a tener la libertad de tomar la decisión. Me parece bien. Imagino que lo han conversado con el ministro de Educación, para no repetir los problemas que ocurrieron con la ministra de Salud anterior. Otro punto positivo: nosotros insistíamos mucho en ventilación, que es fundamental, por ejemplo en las salas de clases y la actual ministra también lo hizo.
-Tampoco se exigiría el pase de movilidad. ¿Eso va en la dirección correcta?
-Sí, porque pasamos a otra categoría, a otra etapa como país. Pero ojalá que las personas que están retrasadas en sus esquemas los completen. Se sabe que la vacuna protege de morir, de caer en la unidad de cuidados intensivos.
Quiero destacarlo: es tan buena la vacuna que en este momento hay solamente 90 pacientes en todo Chile con ventilación mecánica por Covid en unidades de cuidados intensivos. Acuérdese que llegamos a tener 4.450 camas de intensivos.
-¿Cuál es la principal causa que permite esta liberalización de normas?
-El éxito de la campaña de vacunación. Además, como dijo la ministra y coincido con ella, hay un cambio profundo en la cultura de nuestros compatriotas con respecto a las infecciones respiratorias.
-¿En qué sentido?
-En aprender a usar mascarilla cuando tengan síntomas, lavado de manos, uso de alcohol gel, mantener la distancia, estornudar o toser en el pliegue de la manga o del codo. Eso quedó grabado a fuego en la cúltura médica de los chilenos y creo que eso también ha contribuido a disminuir la cantidad de infectados.
-Hace unos días el presidente de EEUU, Joe Biden, dijo que este era el fin de la epidemia. ¿Está de acuerdo?
-No. Creo que Biden como cualquier presidente no tiene esa potestad. Pandemia fue un calificativo dictado a nivel mundial por la OMS, por lo tanto ese organismo es el que debería decir que se acaba la pandemia. De hecho, a Tedros Adhanom hace tres días lo escuché personalmente y dijo que finalmente el mundo estaba viendo la luz al final del túnel.
Pero el virus continúa vivo, presente, infectando a gente y produciendo letalidad. Es mucho menor el impacto que el de antes. Además, las variantes nuevas son menos letales, pero más contagiosas, y producen cuadros clínicos más leves. Sin embargo si ese virus ataca a una persona que no está vacunada o que está enferma o que tiene un mal crónico, como un cáncer, obviamente que puede producirle mucho mayor riesgo.
-Para ser bien claros, ¿no se ha acabado la pandemia?
-De ninguna manera. Nosotros no somos los llamados a decir que se ha acabado la pandemia. Y ningún presidente. Eso tiene que dictarlo la OMS, que tiene un grupo de expertos en pandemias. Cada país no puede estar diciendo que se acabó la pandemia por sí solo. No es lógico.
-Un artículo de la revista científica The Lancet dijo que la vacunación en Chile evitó 150 mil muertes, y fue una de las mejores del mundo.
-Así es, a nosotros nos atacaron mucho, dijeron que habíamos manejado muy mal la crisis. De hecho una ex ministra del Interior (Izkia Siches) dijo que era una vergüenza el manejo de la pandemia en Chile. Sin embargo, haciendo un resumen muy sucinto, recibimos premios como el mejor país para vivir la pandemia, el país que fue líder en vacunación durante muchas semanas; se publicaron datos que demostraron que Chile tenía menor exceso de mortalidad de toda Latinoamérica, muy cerca de Uruguay. Entonces creo que ahora estamos viendo los frutos de ese trabajo, y el reconocimiento mundial que tiene Chile. El presidente Boric lo ha reconocido así.
-¿Qué le pareció el nombramiento de la nueva ministra de Salud, Ximena Aguilera?
-Yo escuché hoy día la conferencia de prensa de la ministra, y en realidad es un cambio muy importante. Me llenó de orgullo escucharla, tiene una capacidad de comunicar muy grande, una claridad enorme en los conceptos, transmite seguridad. Así que creo que el cambio ha sido muy positivo.
-Le pregunto porque se decía que el gobierno de Boric había sacado el pie del acelerador en el proceso de vacunación.
-Mire, nosotros como Ministerio recibimos muchas críticas y yo sé que las críticas son muy dolorosas, porque uno trata de hacer lo mejor posible. Pero evidentemente al principio de este gobierno se había perdido la comunicación de riesgo, se había perdido la velocidad de vacunación, se había perdido la capacidad de testear… todo eso se perdió.
Ahora vi que hay un relanzamiento de la nueva ministra: se refuerza la capacidad de testear, se va a seguir con la búsqueda activa y se reconoce al test rápido como una posibilidad de que la persona se auto testee a un valor de 3 mil pesos. Y se mantiene la capacidad de testeo gratuito para PCR en los servicios de salud públicos.
En consecuencia, lo que se transmitió hoy día fue muy positivo. Veo la mano de la ministra nueva, veo su expertise, y su calidad como científica en los anuncios.
-Respecto del gabinete, en el ministerio de Energía se nombró al abogado Diego Pardow, que fue muy crítico con usted en plena pandemia.
-Diego Pardow, cuando formaba parte de Espacio Público, en conjunto con el señor Engel y el señor Simonetti, lo único que hacían era criticar. Yo tuve dos reuniones con ellos para entender cuál era su motivación o saber qué pedían. Y bueno, pedían lo mismo en lo cual el gobierno actual había fallado hasta ahora: comunicación de riesgo, claridad en los datos.
Llama la atención que ellos ahora están muy callados, no los escucho hablar nada. Pienso que volvieron a sus tareas habituales, transparentaron sus ideas de izquierda, y al igual que la ministra que ya nombré, tenían motivaciones políticas y no sanitarias. Y constatar eso duele mucho, porque las críticas que hacían eran demoledoras.
-¿Se refería a Izkia Siches?
-No la quiero nombrar.
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