Economista y director de empresas, el uruguayo Aldo Lema es miembro del Consejo Fiscal Autónomo y en esta entrevista dice que el Frente Amplio de su país fue creciendo mientras giró al centro y que sus líderes aprendieron de los errores del pasado. Además, antes de llegar al poder abandonaron sus propuestas maximalistas.
-¿Cuáles fueron los modelos de FA uruguayo?
-Hacia 2005, en la izquierda latinoamericana, había disponibles “modelos” antagónicos de gobierno. Por un lado, el socialismo al estilo de Felipe González-José Luis Rodríguez Zapatero en España o Ricardo Lagos en Chile, y por otro los caminos que ya recorrían Venezuela con el chavismo o Argentina con el kirchnerismo. Ante esas opciones, incluso debatidas dentro del Frente Amplio, Tabaré Vázquez fue clave en liderar una especie de “vía uruguaya”, de orientación socialdemócrata, que estuvo lejos de representar una refundación del país.
-¿Qué diferencias hay entre ambas agrupaciones?
-Primero: el Frente Amplio uruguayo tiene una historia más larga que el FA chileno. Nació en 1971 y llegó al gobierno 34 años después, en 2005. Desde la restauración democrática en 1985 fue oposición sistemática y radical durante 20 años a los gobiernos del partido Colorado y el partido Nacional, de centroderecha. Segundo, cuando Tabaré Vázquez (FA) se convirtió en presidente, lo hizo luego de haber sido Intendente de Montevideo, es decir, habiendo gobernado a casi la mitad del país entre 1990 y 1995. Habían tenido experiencia de gobierno en la capital.
-El FA tenía sectores socialdemócratas, de centroderecha hasta grupos de extrema izquierda, exguerrilleros como los Tupamaros. ¿Cómo lograron juntarse tantos partidos diversos?
-La coalición fue fundada originalmente con todos los partidos de izquierda. Y hacia 1989 también llegaron los ex Tupamaros, que terminaron luego denominados como Movimiento de Participación Popular, MPP, liderado por José Mujica y Eleuterio Fernández Huidobro. A raíz de eso se retiraron algunos sectores ligados al partido Demócrata Cristiano. Si tuviera que concluir, el FA uruguayo ha reunido prácticamente a todo el espectro de la izquierda más radical, el PC, el PS, los ex Tupamaros, algunos grupos socialdemócratas y un grupo muy pequeño que se llama Unidad Popular, que se salió del FA hace unos años atrás, pero tiene apenas 1 por ciento de la votación.
-¿Pero es más moderado que el FA chileno?
-Eso depende. Como oposición fueron radicales, pero al llegar al poder se moderaron. Hay una frase famosa de Ricardo Lagos, hacia 1999: “lo que ustedes llaman derecha en Uruguay, nosotros le llamamos centro”. La verdadera evaluación se puede hacer con los partidos en el gobierno. El FA se fue corriendo hacia el centro y en la medida que se corría más hacia el centro político más iba creciendo. Y en las tres elecciones en las que triunfó llegó a tener la mayoría parlamentaria. Hubo dos elementos importantes. Uno, fue la actitud que tuvo el FA frente a la crisis el 2002, una crisis de la que se salvaron en cierta medida.
-¿De qué manera?
-La reforma constitucional de 1996 introdujo la segunda vuelta en el sistema electoral uruguayo, pese a la oposición del Frente Amplio. Sin esa reforma, definida por estrechísimo margen en un plebiscito, Vázquez habría sido presidente desde 2000 y enfrentado la mayor crisis económica de la historia uruguaya. La economía se contrajo más del 10%, el desempleo se acercó a 20%, la pobreza creció y los indicadores sociales empeoraron.
-¿Y cuál fue la actitud del FA?
-Hubo una defensa de la institucionalidad a la espera de un probable triunfo electoral de 2004 respetando las reglas, actuando republicanamente. En segundo lugar ese mismo año empezó a dar señales de moderación, de pragmatismo en materia económica, que reforzaron ese crecimiento; señales de que no iba a ser refundacional. Dio un giro, abandonando planteos históricos del FA como la nacionalización de la banca, contra el sistema previsional.
-¿No hubo un discurso de cambiar el modelo?
-No. Hubo más continuidad que cambio. Además, durante 10 años, entre el primer gobierno de Vázquez y el segundo de Pepe Mujica, ambos estuvieron muy favorecidos por un escenario externo muy positivo, que permitió un alto crecimiento de la economía. También por la propia continuidad de políticas moderadas y en eso se parece a la Concertación en 1990, impulsó el crecimiento porque disminuyó el riesgo país y dio garantías en materia de inversión
-¿Cómo se relacionó el FA con el kirchnerismo?
-Una cosa relevante: hubo mucha diferenciación respecto a Argentina. De hecho Uruguay durante el primer gobierno del presidente Vázquez estuvo en conflicto con Argentina, porque algunos movimientos sociales en Argentina habían cortado los puentes, el acceso sobre el río Uruguay, desde Argentina, por la construcción de una planta de celulosa. Todo ese período Uruguay se diferenció de Argentina. Primero, incentivando la inversión en plantas de celulosa. Segundo, no introduciendo impuestos a las exportaciones. Tercero, facilitando las inversiones del resto del mundo, en particular de Argentina. Hubo un movimiento importante de empresarios argentinos hacia Uruguay. Esa diferenciación de Argentina, también favoreció un alto crecimiento. Hubo continuidad, pragmatismo. En eso se parece a la Concertación.
-¿Qué rol juega Danilo Astori, ministro de Economía?
-Fue el líder de una visión moderada de la economía y no refundacional. Dio garantías a los inversores, en 2004. Visitó a inversores en EEUU. En ese tiempo Uruguay dependía del FMI, eran relevantes las señales.
Astori jugó un papel en 3 líneas: mantener la inserción externa de Uruguay, no la aumentó significativamente, no hubo acuerdos de libre comercio relevantes, pero tampoco puso marcha atrás. Segundo: Se privilegió la estabilidad económica, probablemente hay un déficit en términos de la inflación alta durante estos 15 años. Que estuvo en torno al 8%, pero hubo un enfoque para reducir deuda pública, y se recuperó el grado inversor, la calificación de riesgo en 2012. Lo tercero, privilegió la inversión privada.
-¿No cambiaron el sistema de pensiones?
-No. Mantuvo su sistema mixto, que tiene una parte de capitalización individual privada, con AFP. Para ingresos medios bajos existe un pilar solidario muy extendido.
-El FA fue creciendo cuando se moderó…
-Sí. El FA estuvo proscrito durante la dictadura, cuando tenía un discurso radical. Al llegar la democracia, fue creciendo sistemáticamente desde 1985 que tuvo 20% hasta 2004 que tuvo 50%. Ese proceso lo fue logrando en la medida que se iba hacia el centro.
-Otra cosa en común con la Concertación es que muchos de sus líderes abandonaron las ideas de extrema izquierda y se acercaron a la socialdemocracia.
-Claro. Varios de los protagonistas, como Vázquez y Astori, venían de vuelta por así decirlo de experiencias que los marcaron. Ambos nacieron en 1940, con lo cual en el período de agitación política previo a la dictadura entre 1970 y 1973, ambos tenían 30 años, por lo tanto conocían lo que había ocurrido y eran conscientes de que Uruguay debía impulsar su democracia igual que muchos líderes lo eran en la Concertación en 1990. A su vez, otros actores como José Mujica, Eleuterio Fernández Huidobro y Liber Seregni (que murió en 2004, pocos meses antes de que el FA fuera gobierno) no querían repetir errores. Se convencieron de no actuar de manera refundacional sino con republicanismo, en el sentido de consolidar la democracia.
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