Enero 17, 2023

Partidos en la UCI. Por María Jaraquemada

Directora ejecutiva de Chile Transparente
Comisión de Constitución de la Cámara de Diputados. (Foto: Agencia Uno).

Nuestros partidos políticos son clave, por eso, aunque a veces dan ganas de decir “que se vayan todos”, los necesitamos, fuertes y renovados. Un desafío nada fácil, pero más que urgente.


Uno de los datos de la Encuesta CEP que se ha mantenido estable en los últimos 10 años es la baja confianza en los partidos políticos. Si miramos los datos del 2012, solo un 6% confiaba mucho o bastante en ellos. El peak de estos años ha sido el 2013 con un 8% y, en pleno estallido social, tuvieron su momento más bajo con un escaso 2%. Hoy el panorama no es mejor con un 4% de personas que les da el voto de confianza.

Aunque sea poco popular decirlo, se trata de una alerta relevante y que hay que tomar en serio. Los partidos políticos son clave en una democracia que se precie de tal y su crisis es caldo de cultivo para populismos autoritarios como los que se han visto en la región.

Mesías que prometen un cambio copernicano y terminar con “los de siempre” han llevado a países a situaciones muy complejas como ocurre en Venezuela y El Salvador o a la percepción de que todos son lo mismo y a una crisis de gobernabilidad, como lo que estamos viendo en el Perú.

¿Por qué esta baja confianza? Diversos instrumentos pueden darnos algunas luces. Encuestas como Latinobarómetro o la propia CEP suelen indicar una percepción ciudadana de desconexión con sus demandas, miedos y expectativas y más bien relacionada con la corrupción:

  • Conflictos de interés y tomas de decisión para servir sus propios intereses más que los de la ciudadanía.
  • Percepción que puede ser bastante injusta a ratos, cuando gran parte de los partidos deciden acordar transversalmente un nuevo proceso constituyente -luego del estrepitoso fracaso del proceso anterior- que puede traerle costos en el corto plazo pero, quizás y ojalá, una mayor gobernabilidad y legitimidad en el mediano.

Lo que más preocupa es que el año 2016 se hizo la primera gran reforma a la Ley de Partidos Políticos, dictada en plena dictadura y con una visión no muy afín a éstos.

Se hizo un esfuerzo importante, dentro de la agenda de probidad, por modernizar dicha ley estableciendo mecanismos de democracia interna -a ratos bien resistidos por algunos partidos aunque parezcan básicos-; de fomento a la participación de jóvenes y mujeres; de promoción a partidos más programáticos; con mayores deberes de transparencia y rendición de cuentas. Sin embargo, hasta el momento, al menos en lo que dice relación con la valoración ciudadana, no vemos fruto de esto. Al parecer el cambio interno y de conductas ha tomado más tiempo de lo esperado.

Si revisamos el Índice de Transparencia de Partidos Políticos que realiza periódicamente Chile Transparente, podemos ver cómo efectivamente ha habido un avance en mayor transparencia y rendición de cuentas, pasando de un promedio en los 34 indicadores de 3,5 el 2017 a un 4,9 el 2021. Pero claramente no es suficiente.

El solo publicar o difundir información no necesariamente conlleva a un cambio en la percepción, esto debe ir de la mano de otras señales y de un real compromiso de transparencia y de integridad.

Tal como indican varios medios de comunicación, militantes renombrados de ciertos partidos se ven envueltos en investigaciones de abusos de poder o malversación de recursos públicos o bien, tienen comportamientos poco éticos en el ejercicio de sus cargos, por ejemplo, en el Congreso.

Actos que a ojos de la ciudadanía no tienen muchas consecuencias. Por eso, necesitamos pensar como oxigenar a los partidos (a pesar que no son pocos los partidos existentes y en formación, como los conocidos Amarillos o Demócratas) y hacerlos más responsivos a la ciudadanía, pero también a cómo mejorar su disciplina interna y que los partidos hagan responsables a sus militantes por faltas a la ética, la desinformación, el mal trato a sus pares u oponentes y, más aún, faltas a la ley.

La ciudadanía demanda acuerdos y soluciones a temas tan acuciantes como la seguridad pública, la crisis de la salud pública y privada, las bajas pensiones de hoy y mañana. Para esto nuestros partidos políticos son clave, por eso, aunque a veces dan ganas de decir “que se vayan todos”, los necesitamos, fuertes y renovados. Un desafío nada fácil, pero más que urgente.

Seguir leyendo columnas de Ex-Ante aquí.

Publicaciones relacionadas

La advertencia del PC a Boric: la dictadura cubana es intocable. Por Sergio Muñoz Riveros

Manifestantes apoyando al régimen de Cuba en una manifestación en las afueras de la embajada de La Habana en Santiago en 2021. Foto: Agencia UNO.

¿Cuáles pueden ser las motivaciones del compromiso del PC con un régimen que no trajo ni libertad, ni prosperidad, ni igualdad a Cuba? Es ampliamente sabido que, al tratar de huir de la opresión y el hambre, muchos cubanos han muerto en las aguas del Caribe. Tienen que ser, entonces, muy poderosas las razones que […]

Director de Criteria.

Mayo 5, 2024

Emociones y elecciones 2025. Por Cristián Valdivieso

Hoy, la emoción dominante en la sociedad es el miedo. Miedo a la delincuencia, miedo al crimen organizado, miedo a que terminemos devorados por el narcotráfico, miedo a los inmigrantes. Miedo y más miedo.

Obituario del perro matapacos: un legado de división. Por Kenneth Bunker

El matapacos fue un símbolo de violencia. Un elemento disruptivo nacido y criado para despreciar a las fuerzas del orden. En sus orígenes, el perro concitó apoyo de todos, o casi todos, los que están hoy en el gobierno. Hay imágenes del perro en sus marchas, en sus poleras, en sus computadores y en sus […]

Ex-Ante

Mayo 4, 2024

“Insoportable al oído y al alma”: el género urbano no es más que escoria sonora. Por Lucy Oporto Valencia

Fiestas, drogas, armas, prostitución, pornografía y escoria sonora: en esto consiste la pseudoestética expansiva del crimen organizado y su barbarie, que se despliega en un proceso paralelo de captación de clientes y adeptos. Si acaso el surgimiento de una variante del octubrismo y su victimismo asociado, oportunista y mafioso, nunca extinguidos del todo.

Escritor y columnista

Mayo 4, 2024

Perro Matapacos: Pérdida total. Por Rafael Gumucio

Imagen: Agencia Uno.

Mitad por miedo, mitad por incapacidad de restarse a cualquier entusiasmo, el Presidente no se negó del todo al encanto de sus ladridos, como por lo demás no se negó nadie, o casi nadie, entre los dirigentes del Frente Amplio. Pero tampoco fueron más sobrios en su entusiasmo perruno los dirigentes del Socialismo Democrático. No […]