En su presentación ante el empresariado, Boric se mostró determinado a para llegar a acuerdos con la oposición en las materias clave de la agenda pública -seguridad ciudadana, reforma tributaria y de pensiones- y señaló que no “romper las desconfianzas es clave”. El Presidente ejemplificó su disposición al diálogo y los compromisos con La Ley de 40 horas, obtenida tras una larga negociación y con consenso de la oposición, a diferencia de la derrota oficialista en la reforma tributaria, donde La Moneda trató de imponer una mayoría circunstancial y sin acuerdo con Chile Vamos.
La hora de los acuerdos. En un discurso marcado por la exaltación del diálogo y los acuerdos para “romper el clima de desconfianzas”, el Presidente hizo un recorrido por las dificultades que ha atravesado su gobierno, reconoció que inicialmente hubo “una pugna generacional”, que había pasado por un proceso de cambios de opinión en diversas materias y destacó la necesidad de unir al país. “Asumo el sueño y el desafío de ser un presidente que una y no divida”, dijo Boric, recogiendo un prolongado aplauso de los asistentes.
- Tal vez el momento más importante de su discurso -precedido por los de la presidenta de Icare, Karen Thal, y Ricardo Mewes, presidente de la CPC, que lo instaron al diálogo- Boric mostró su completa disposición a llegar a acuerdos con la oposición y puso como ejemplo, la forma en que se tramitó la Ley de 40 horas, precedida de una larga negociación con el sector empresarial y fuerzas de oposición, que finalmente arribó a una solución de consenso aprobada por amplía mayoría en el Congreso.
- El Presidente fijo así un nuevo diseño político, que pasa por resignarse a que el gobierno tiene minoría en el Congreso y que dada la envergadura de problemas como la crisis de seguridad -un punto muy destacado su discurso y de los que lo precedieron- no es posible sacar adelante grandes reformas sin llegar a acuerdos. “Nadie va a tener el 100%”, dijo.
- En ese sentido es ilustrativo el nombramiento de Álvaro Elizalde como nuevo ministro secretario general de la Presidencia, dado que el ahora ex senador PS se ha caracterizó como presidente de la Cámara Alta por su estilo dialogante con la oposición y la búsqueda de consensos, siendo el más importante de ellos el que hablitó un proceso constitucional tras el fracaso de la Convención Constituyente.
El origen de la crisis de las policías. Boric también reconoció que con la instalación de su gobierno se abrió “una pugna generacional”, además de otros problemas que lo fueron llevando a cambiar de opinión en varios temas. “¿Hemos tenido que corregir en el camino? Por supuesto. Hay quienes nos acusan que corregir y reflexionar sería una inaceptable muestra de cambio de opinión”.
- Al referirse a la agenda de seguridad, dijo que la batalla contra la delincuencia se tiene que dar en unidad, pero sin referirse a la que las principales divergencias se sitúan en Apruebo Dignidad (FA-PC), vale decir, dentro del conglomerado oficialista.
- Sobre la crisis de las policias recordó que venía de antes, recordando escándalos como el Caso Huracán, y al mismo tiempo descartó que sea fruto de lo que calificó “resultado de excesos discursivos” ni “alzar la voz por violaciones a los derechos humanos”, lo que fue interpretado como una alusión al rol que tuvo Apruebo Dignidad en el estallido social.
Señales presidenciales:
- Nueva generación en el poder: Sostuvo un aprendizaje tras un proceso de instalación difícil “en un clima de pugna generacional”. En ese sentido, fue vista por los presentes como un mensaje para fortalecer el diálogo político.
- Seguridad: entregó un respaldo reiterado a las policías y a los esfuerzos por el control de la seguridad pública. Incluso reconoció el daño causado tras el estallido social en los espacios comunes. Pidió el apoyo del empresariado y la clase política.
- “Romper la desconfianza es clave”: Tras agradecer las palabras de los dirigentes para avanzar en una mejor relación con los privados, envió mensajes a la oposición para sentarse a conversar en áreas como la nueva Reforma Tributaria. En esa línea, informó que el viernes de lanza la Política Nacional del Litio. Hacia el cierre, no obstante, contrapuso al “sector privado” con el “pueblo”.
- Mención a Marcel: Buscó transmitir que la economía está avanzando, y que tal como dijo Mario Marcel, “Chile está de vuelta” para las inversiones.
- La amenaza del populismo: Planteó que uando ocurren “grietas” en la política, vienen populismos. Por eso pidió un acuerdo fiscal que siente las bases de un Estado de Bienestar. Eso se sustenta, en parte, con una Reforma Tributaria.
Puntos fuertes. A continuación, los elementos centrales del discurso presidencial:
- Abordó sus cambios de opinión a lo largo de los años, uno de los aspectos que han levantado sus críticos. “No creo saberlo todo. Reconozco cuáles son las zonas donde requiero y requerimos ayuda y apoyos”.
- Puso en contexto su desembarco en La Moneda, relevando la agresión de Rusia a Ucrania, el dólar en mil pesos, la grave sequía (dijo que Piñera se lo advirtió en particular), la creciente inmigración, la radicalización de la delincuencia, el deterioro de los espacios públicos tras el Estallido Social y la pandemia.
- Mencionó el fracaso de la Convención Constitucional, pero sin hacerse cargo que apoyó su propuesta. “Por si esto fuera poco, asumía un gobierno nuevo, joven, que tuvo también dificultades en su instalación en un clima de pugna generacional”, añadió, señalando que esa suma de experiencia sirvió de aprendizaje para su administración.
- “Hemos evitado la crisis económica que muchos pronosticaban”, dijo, relevando los logros económicos de su administración y los augurios que existían antes de que llegara a La Moneda. Habló del equilibrio fiscal, que es el resultado de la disciplina de todo el gobierno y “de la gestión del ministro de Hacienda, Mario Marcel, y su equipo”, lo que arrancó aplausos.
- Sostuvo que la violencia en la Macrozona Sur es grave, pero que ha disminuido. Lo ejemplificó con que “los cabecillas de la CAM” están presos.
- Mencionó que busca lazos con otros países de América Latina mejores formas para contener la inmigración ilegal, y en Chile con las autoridades locales para recuperar los espacios públicos en seguridad.
- “La inflexibilidad es para el fanático, el profeta o el mesías. Y yo no soy ninguno de ellos”, planteó, añadiendo que la política es un “arte de la porosidad” para encontrar los puntos mínimos comunes.
- Recordó que pese a la apertura del Gobierno para reactivar la Reforma Tributaria, la oposición aún no se sienta a la mesa. También emplazó a “cuándo es el momento” para instalar debates como el de la aplicación de un royalty a la minería. “Desee hace 15 años que Chile arrastra una situación de estancamiento productivo”, cuestionó ante la audiencia.
- Recordó a Patricio Aylwin sobre la importancia de una reforma tributaria. Pidió acuerdos en esa línea, en un pacto de largo plazo que promueva la inversión, el ahorro y el crecimiento. Dijo que comprende lo que el empresariado no quiere, pero los llamó a decir qué sí apoyan de esa reforma. En todo caso, recibió aplausos cuando dijo que avanza en la modernización del Estado para hacer más eficiente el gasto público y cuando anunció un pronto proyecto para reducir los permisos para las inversiones.
- Se manifestó contrario a los estados de excepción en la Región Metropolitana para resguardar la seguridad, como han pedido algunos sectores en medio de la crisis de seguridad.
Revolución. En un corto video previo a las presentaciones de la titular de Icare, Karen Thal; de la CPC, Ricardo Mewes, y el Presidente Boric, los organizadores llamaron a la “revolución de la colaboración”. El mensaje apuntó a los “verdaderos rebeldes”, que allí aludían a emprendedores, trabajadores, funcionarios públicos, y a los que “escuchan” en vez de aquellos que “imponen”.
Con Bachelet y Piñera. El escenario para los anuncios fue el más importante encuentro empresarial del año, donde los presidentes de izquierda suelen plantear discursos de convocatoria para que los privados acepten por ejemplo alzas de impuestos o regulaciones.
- “Concordia discors” fue el lema en latín de esta edición. Significa “Conexión de la divergencia” y fue el mismo que se usaría en noviembre de 2019, cuando el evento fue suspendido debido al Estallido Social.
- En el público estaban los expresidentes Sebastián Piñera y Michelle Bachelet.
Presidenta de Icare. Karen Thal presentó un discurso celebrado por la audiencia. Advirtió sobre los riesgos de un “camino pesimista” en que se rechace la nueva propuesta de Constitución y fracasen las reformas, todo lo cual lleve por ejemplo al populismo. Recibió aplausos cuando homenajeó a Carabineros.
Los “tasadores”. El énfasis de Ricardo Mewes estuvo en los peligros de la inseguridad pública: “Zonas completas de nuestro país se están volviendo inexpugnables, como verdaderas fortalezas del terrorismo o la delincuencia”.
- Alertó por un impacto en la demora para tramitar la ley corta de isapres que cumpla el fallo de la Corte Suprema: “Presidente, si esto no ocurre a la brevedad, corremos el riesgo de que compatriotas mueran por falta de atención”.
- Y lanzó críticas a la alcaldesa de Santiago, Irací Hassler, y a La Polar, sin que fuera necesario que los nombrara: “No es posible culpar al empedrado de nuestros errores o de nuestras decisiones. Por eso, con mucha fuerza les digo, no funciona que una autoridad culpe a los tasadores. Y tampoco, que un empresario culpe a los proveedores. En definitiva, debemos asumir nuestra responsabilidad en cada uno de nuestros actos”.
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