El gobierno asume que es minoría. La llegada del senador Alvaro Elizalde a la Segpres es la constatación de una realidad. El gobierno es de minoría y necesita por tanto un buen negociador con la derecha. Este asunto de sentido común no fue así al principio, en la era Jackson. En ese tiempo la línea de dicho ministerio oscilaba entre esperar que se aprobara la nueva constitución, y la instalación en la opinión pública de una cierta superioridad moral, que hacía entonces necesario para el país que avanzara la agenda del gobierno.
Un espaldarazo a Tohá en tiempos de disparos. La molestia de la ministra Antonia Orellana, que hizo ver la ruptura de la paridad, muestra cuando han cambiado las aguas en la actual coalición. El Socialismo Democrático ya no vive en un anillo alejado del poder, sino que está en el núcleo mismo.
La hora de la generación intermedia de la Concertación. Curiosamente el Presidente Boric ha sido más magnánimo con la generación intermedia que los veteranos de la transición. Elizalde y Tohá tienen en común pertenecer a una generación que creció a la sombra de los héroes fatigados de la transición. Avanzaron en el estado y en los partidos, pero hasta cierto punto.
Ministra Vallejo queda opacada. Con dos personas con alta presencia pública y buenas redes en los medios. ¿Qué sentido tendrán las vocerías, si la agenda estará más en lo político y en los temas de seguridad ciudadana? Más aún, los temas económicos son manejados de manera exclusiva por el ministro Marcel, que ha dejado claro que no quiere intervenciones de ministros sectoriales en su agenda.
El jefe de Asesores del Segundo Piso de La Moneda enfrenta el peor momento de su hasta ahora exitosa carrera a raíz del Caso Convenios, donde también salió a la luz su linaje político, que le ha valido el apodo de El Príncipe en la interna del Frente Amplio. Esta es su historia.
En cines y plataformas, se estrenan algunas películas que son perfectas para ir en familia (no para peques muy peques); otras para amantes del misterio y una que es ¡indispensable! para cinéfilos. Ojo con lo que llega la próxima semana.
Cuando Milei tuitea “tenemos que hablar, Elon”, lo que se percibe es un presidente proactivo, preocupado de atraer inversiones, y dispuesto a sentarse rápido con el hombre más rico del mundo para concretar negocios que sean buenos para su país. Eso es lo que echamos de menos.
No hay que sentarse en los laureles. Chile ha decaído en los indicadores de percepción de la corrupción en los últimos 10 años y no hay semana en que un escándalo no golpee a la ciudadanía. Estas crisis deben ser oportunidades con visión de Estado para fortalecer nuestra institucionalidad y aislar a quienes están dispuestos […]
Si queremos salir del hoyo en que estamos, requerimos de nuevos líderes que nos hagan recuperar la estructura normativa, pero de manera más ética y no autoritaria. Necesitamos urgentemente salir del marasmo y la anomia, para mirar el futuro con esperanza.