Su ópera prima Nunca falta nadie fue bastante elogiada, pero ha sido su última novela, Biografía de X la que ha deslumbrado. Es una obra maestra. Y tiene menos de 40 años. Aparte de seguir el rastro de una misteriosa artista conceptual, la historia se instala en una realidad alternativa de los Estados Unidos, donde un muro divide los territorios del sur y del norte. Un sistema fascista, sin derechos para la mujer, domina al país.
El autor sostiene que la situación actual se parece a las vísperas de la Primera Guerra Mundial. Tiene una visión oscura: la civilización podría extinguirse. Nos advierte que el sueño liberal es frágil. Algo que viene diciendo desde mucho antes de las pandemias, guerras y extremismos religiosos. En el libro explica cómo se quebró el optimismo de los 90, tras la caída del muro de Berlín. Antes de la invasión a Irak predijo que sería un desastre y se quedó corto.
La autora se hizo célebre por su poesía y prosa de no ficción. Ahora se lanzó a la novela y el resultado es brillante. Ambientada a fines de los ochenta y principios de los noventa, el libro sigue la historia de Ruthie, una niña que vive en Waitsfield, ubicada en el condado de Massachusetts. La protagonista sabe que ni ella ni sus padres encajan en el lugar en el que han elegido vivir. Waitsfield es una ciudad ficticia que refleja algunas de las contradicciones de EEUU.
Esta novela breve hay que leerla con mucha detención, porque está llena de detalles y hallazgos sobre el proceso de la protagonista que deja atrás su pasado masculino. La mirada es atenta y empática al describir la relación de ella con sus padres, los desajustes, la incomodidad y la liberación. Es una novela de tránsito, cuyo título establece inmediatamente el tono del libro. Hay algo que no se acaba del todo, al igual que este relato sutil como pocos.
La gracia de este libro es que explora la complejidad y las luces y sombras de personajes de la dictadura. El periodista Juan Cristóbal Peña, autor de Los Fusileros, centra su atención en Mariana Callejas, escritora y agente de la dictadura. Ella tenía una doble vida, pues publicó cuentos elogiados y animó talleres en su casa, donde en el sótano torturaban a disidentes. Su marido Michael Townley participó en muchos atentados. Varios escritores iban a sus fiestas.
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Tres miradas al mesón. Por Héctor Soto.https://t.co/BTlUAggQee
— Ex-Ante (@exantecl) December 20, 2024
García Márquez podrá tener una prosa más brillante y una imaginación con más fuegos de artificio, pero en términos de credibilidad, de mano a mano con la fatalidad y con la ironía artera de la vida, Vargas Llosa está en otra escala. Su superioridad es comprobable.
Como intelectual público, como ensayista, era posiblemente lo menos fanático que quepa imaginar. Pero sería miope negar que como novelista tenía una clara predilección por personajes desequilibrados y extremos.
Mario Vargas Llosa -cuya muerte fue anunciada por sus hijos Álvaro y Morgana- fue un escritor formidable. Es verdad que en los últimos años fue, más que un novelista, un intelectual público y un polemista. Es verdad también que sus mejores ficciones pertenecen a los años 60, 70 y 80. Nada de esto, sin embargo, […]
Proveniente del mundo obrero, Didier Eribon se pregunta en su ensayo biográfico Regreso a Reims qué fue lo que lo encumbró al más selecto circuito académico e intelectual europeo y por qué los trabajadores franceses, a partir de los años 90, le dieron la espalda al Partido Comunista para comenzar a votar, cada vez en […]
El historiador Joaquín Fermandois aborda la contingencia política. Dice que la clave es el eje orden igualdad, más la lucha contra el crimen. “No va a haber acuerdo parlamentario entre todas las derechas. Entonces va a ser muy difícil tener mayoría”, advierte.