La ciudad de Valparaíso podría ser considerada como una representación del inconsciente profundo, por la estructura laberíntica de sus calles, pasajes y escaleras. En sus Crónicas (Zig-Zag, 1964), Joaquín Edwards Bello la describía así:
“Valparaíso no sacó todavía la ventaja artística de sus cerros. Son bonitos desde lejos. De muy lejos. Los cerros de Valparaíso son la cristalización de un sentimiento antiguo como el recuerdo, en sueños. Son un tesoro creado por la fantasía”.
A pesar de la miseria de aquella época, retratada por el realizador Aldo Francia en Valparaíso, mi amor (1969), Edwards vislumbraba algo esencial enraizado en los sueños y el inconsciente: un misterio florido que podía, quizás, otorgar un sentido a la precaria, bruta y breve vida de entonces.
De aquel espíritu capaz de hacer brotar un tesoro creado por la imaginación, queda poco. Estudiosos del patrimonio han identificado sucesivas etapas en la destrucción de Valparaíso, anteriores a la asonada de octubre de 2019. No obstante, la más reciente, iniciada en ese momento, parece haber sido la más devastadora de todas: una precipitación marcada por la vandalización interna de la ciudad, y por el éxtasis colectivo ante la propagación de un fuego infernal, con efectos permanentes hasta la fecha.
Además de los saqueos, el arrasamiento de infraestructura pública y privada, y el frenesí aniquilador del lumpenconsumismo, episodios posteriores muestran el devenir de una línea continua con aquel proceso de ruina de Valparaíso, tanto material como moral.
Entre otros:
La violación, asesinato y descuartizamiento de la adolescente Ámbar Cornejo, por Hugo Bustamante y su pareja –la madre de ella–, en Villa Alemana, en julio de 2020.
El megaincendio de los días 2 y 3 de febrero de 2024, en la región de Valparaíso, que causó 137 muertes. Sus autores materiales: un bombero, un ex funcionario de la CONAF y uno del SENAPRED, integraban una organización criminal. Damnificados iniciaron una huelga de hambre, ante la desidia del Estado y la ejecución del 1 % del presupuesto destinado a la reconstrucción.
Un hito con repercusión internacional fue la performance del colectivo feminista LasTesis, “Un violador en tu camino”, convocada el 20 de noviembre de 2019 en la Plaza Aníbal Pinto, poco después de la firma del Acuerdo por la Paz y la Nueva Constitución.
Quemar el miedo. Un manifiesto (Planeta, 2021) reúne textos de sus intervenciones. En “Manifiesto contra la violencia policial” –incluido en una video-performance publicada el 28 de mayo de 2020 por Pussy Riot–, imputan acciones violentas a Carabineros, directa y no metafóricamente, sin ofrecer pruebas:
“Y los pacos nos persiguen, bloquean las salidas de nuestras casas, provocan, se infiltran como protestantes y comienzan a quemarlo todo, desfilan armados por nuestras calles, vuelan por nuestras cabezas, lanzan gases, golpean, torturan, violan, destruyen, nos ciegan. Disfrutan de esta guerra inventada, en la ola de la cocaína, como monigotes de un gobierno que desecha al pueblo (…). El gobierno no escucha y renueva las armas de la policía. Esto aún no termina”.
También figuran las expresiones: “Hoy más que nunca podemos forzar el contraataque” y “destruir la institución de la policía”.
Carabineros las denunció por “desacato a la autoridad” e “incitación a la violencia”. Entonces, ellas apelaron a la “poesía”, la “metáfora”, el “arte” y el “activismo”, cuyo lenguaje las haría inmunes a la crítica, acusando cierto literalismo asociado a dicha reacción ante su video-performance. Y, dado que son incapaces de hacerse cargo de sus palabras, se limitaron a considerar esas denuncias como un ataque directo y un acto de intimidación y censura, riéndose de Carabineros.
La causa fue sobreseída en enero de 2021.
Su legitimación victimista de la barbarie y su fascinación por el fuego (“Juntas quemamos”) hacen a LasTesis parte de la ruina de Valparaíso.
Otras performances, proverbiales en su ignominia, fueron la de Las Indetectables, el 27 de agosto de 2022, y la de Cheril Linett y Yeguada Latinoamericana, el 11 de septiembre de 2023. Ambas, de connotación sexual, ostentando una abierta voluntad de envilecimiento.
En el trasfondo de la destrucción y la muerte, están esas performances, que tienen un rasgo común: su sintonía, en mayor o menor grado, con la incontinencia sexual reinante, en que el erotismo, ya vaciado de luz y belleza, se hunde en la putrefacción, imponiéndose la pornografía como propaganda, con pretensiones subversivas. Su avance tendencioso y reivindicativo es un índice de disolución y socavamiento de todo orden interno.
Durante la asonada de octubre de 2019, fue la tercera ciudad más vandalizada de Chile. Su ejecución contó con un amplio beneplácito de académicos, artistas y poetas, embelesados ante la “revolución” y sus engañosas posibilidades, destinadas tanto al mercado académico como a su posicionamiento faccioso en la “batalla cultural”, ejercidas con permisividad en las mismas instituciones donde trabajan.
En efecto, no les interesa el conocimiento. Usan a los estudiantes, explotando sus expectativas en función de sus negocios y su activismo. Destruyen las universidades y otras organizaciones por dentro.
Los laberintos de Valparaíso han dejado de ser aquel tesoro de la fantasía. Ahora son depósitos de basura, espacios humanos degradados, índices de una profanación largamente incubada.
Con todo, permanecen instituciones culturales surgidas con esfuerzo a fines de la década de 1990 y comienzos de los 2000: el Festival Internacional de Cine Recobrado de Valparaíso, y la Sala de Cine Insomnia, que opera en el antiguo Teatro Condell. Asimismo, aunque más reciente, el Palacio Baburizza, restaurado y reinaugurado en 2012, que alberga al Museo Municipal de Bellas Artes de Valparaíso.
Constituyen espacios de imágenes clásicas y contemporáneas, relativas a la condición humana y sus bosques de símbolos, abiertas al mundo en medio de la asfixia y deterioro de Valparaíso: vestigios de un espíritu perdido que ha pervivido de otro modo.
El rumbo de la oposición. Por Natalia González (@natigonzalez_b).https://t.co/EAQq9KebxC
— Ex-Ante (@exantecl) February 12, 2025
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