Existe la percepción de que los directorios de las instituciones sin fines de lucro funcionan por lo general peor que los directorios de las empresas con fines de lucro. Sin embargo, ello no tendría porque ser así, si los primeros siguieran algunas prácticas de gobiernos corporativos ampliamente reconocidas en la esfera privada.
Entre estas prácticas una clave es la capacidad del directorio de atraer a la dirección ejecutiva o gerencia general a una persona que cuente con el perfil apropiado para dirigir la institución en el día a día. Y la razón de esto es muy simple: cuando una institución o una empresa dispone de un buen gerente general casi todas las cosas se hacen más fáciles de gestionar.
Otra práctica importante es contar con un presidente con la debida capacidad del ejercicio de su rol. Esto facilita enormemente la adecuada coordinación del trabajo que efectúan los directorios, el cual en este tipo de instituciones tiende a ser tan importante como el que realizan sus administraciones en el día a día.
Hay estudios que indican que, en las empresas con fines de lucro, el contar con un buen presidente explica del orden del 50% del desempeño de sus directorios. En el caso de las instituciones sin fines de lucro estoy seguro que dicho porcentaje es aún mayor.
Una práctica que también ayuda enormemente es la adecuada selección de los directores de la institución. Lo que se necesita en este caso es que la composición del directorio sea acorde a las capacidades y/o experiencias requeridas para el cumplimiento del propósito de la institución. Y una de las capacidades más comúnmente requeridas en este tipo de organizaciones es la del levantamiento de fondos, ya sea en forma directa o indirecta.
Por directo entiendo la capacidad que tengan de aportar fondos ya sea en forma personal y/o a través de las instituciones con las que está directamente relacionado. Por indirecta entiendo las redes a las cuales puede acceder el director para solicitar apoyo financiero a terceros.
Pero también es necesario que hayan directores con otras capacidades, en especial la de orientar a la administración de la institución para que esta sea efectiva y se maneje de forma eficiente.
Para hacer posible este objetivo es muy recomendable que los directores tengan un período de vigencia establecido. En efecto puede darse el caso que hay buenos directores que están dispuestos a apoyar la institución sólo por un cierto período de tiempo y/o, lo que es muy común, que hayan directores que en papel se proyectaba podían ser un gran aporte pero en la práctica no lo son, los cuales conviene reemplazarlos por otros directores que estén de verdad dispuestos a cumplir su rol.
El hecho que los directorios de las instituciones sin fines de lucro no remuneren a los directores no debe verse como una condición que permite a los directores de este tipo de organismos hacer su trabajo de forma menos diligente que el que harían como directores de una empresa con fines de lucro. En efecto, hay muchas instituciones en las cuales el cumplimiento de su propósito en forma clara y tangible puede ser para sus directores una motivación tan importante como la remuneración económica en las empresas con fines de lucro.
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De tornados y la adaptación al cambio climático de la minería. Por María Cristina Betancour. https://t.co/9hbTwwscEb
— Ex-Ante (@exantecl) May 29, 2025
Con Trump en el poder, conviene desde ya identificar los focos de mayor sensibilidad: comercio exterior, tipo de cambio, seguridad global, energía, política fiscal y tensiones geopolíticas. No se trata de reaccionar a cada titular, sino de construir escenarios, monitorear variables clave y evaluar, con anticipación, posibles coberturas o estrategias de reposicionamiento.
El futuro de Chile para los próximos 20 años depende en gran medida si la oferta electoral que tendremos a nuestra disposición será capaz de resolver -y financiar- estos desafíos estructurales que tienen a nuestro potencial de desarrollo cada vez más disminuido.
No vemos un mercado con restricciones de oferta, sobre todo porque se prevé que la demanda se modere en lugar de fortalecerse. Dado que no existen precedentes de tales aranceles a la importación en el mercado del cobre, la volatilidad debería persistir.
Todavía no existe comunicación entre Chile y EE.UU., luego que Donald Trump informara que aplicará un arancel del 50% al cobre. Los siguientes son los impactos que se esperan en caso de que la Casa Blanca aplique este arancel.
La anticipación es clave. Y una herramienta central para ello es el mapa de riesgos: una lectura estructurada y dinámica de los factores políticos, regulatorios, fiscales, reputacionales y sociales que pueden afectar al negocio. El buen directorio no se limita a reaccionar: prevé, ordena y prepara respuestas institucionales para distintos escenarios