-¿Cómo ves el cambio en la postura de Estados Unidos en términos de comercio internacional bajo Donald Trump?
-Después de la Segunda Guerra Mundial, Estados Unidos fue el líder en la creación de una arquitectura de comercio global, promoviendo acuerdos multilaterales a través de la OMC (antes GATT). Sin embargo, con la administración Trump, hemos visto un giro significativo.
Trump ha optado por el proteccionismo, promoviendo políticas que favorecen la economía interna de Estados Unidos por encima de la cooperación internacional. Este cambio es importante porque, hasta ahora, Estados Unidos había liderado un sistema que facilitaba el comercio global. De un día para otro, Trump decidió echar atrás ese proceso, impulsado por la idea de que no ha beneficiado suficientemente a la clase trabajadora estadounidense.
-¿Qué implica este cambio para las economías globales, y qué impacto tiene para Chile?
-El giro proteccionista de Estados Unidos tiene consecuencias serias. Hoy, muchas economías grandes, como China, India y Europa, ya no dependen tanto de Estados Unidos como lo hacían antes. Esto significa que Chile, que hasta hace poco dependía de acuerdos con Estados Unidos para obtener dólares y acceder a maquinaria, ahora tiene la opción de diversificar su comercio. Hoy día, Chile podría negociar directamente con países como China o con Europa, sin necesidad de pasar por el dólar, lo que podría cambiar radicalmente nuestra dinámica económica.
-¿Es China una amenaza para el liderazgo de Estados Unidos?
-Definitivamente, China ha dejado de ser el “niño pobre” que era hace unas décadas. Hoy es una potencia económica que está desafiante en el comercio global. Está construyendo su propia área de influencia, promoviendo el yuan como moneda de intercambio, algo que ya está sucediendo en acuerdos con varios países, como Argentina. Este avance puede llevar a una reconfiguración de las relaciones comerciales globales, con China como un líder alternativo. Sin embargo, también hay riesgos. El modelo chino es altamente controlado por el estado, lo cual podría generar tensiones con economías más abiertas como las de Europa.
-Chile, ¿cómo debe adaptarse a esta nueva realidad global de bloques económicos?
-Chile tiene un gran desafío, pero también una gran oportunidad. El cobre, un recurso vital para la transición energética, es uno de nuestros activos más valiosos. El mundo está demandando cobre para la electromovilidad y la inteligencia artificial, y eso le da a Chile una ventaja estratégica. Sin embargo, también necesitamos una diplomacia más sofisticada y expertos en comercio internacional que nos ayuden a posicionarnos correctamente entre los grandes bloques. Además, nuestra resiliencia económica y la flexibilidad que nos dio la apertura económica de hace 40 años nos permiten jugar bien nuestras cartas si tomamos las decisiones correctas.
-¿Qué implicaciones tiene esta disminución de la dependencia para la política económica de Chile y sus relaciones internacionales?
-La dependencia de Chile con Estados Unidos está en su mínimo histórico. Esto se debe a la diversificación del comercio exterior chileno, especialmente con China, que se ha convertido en un socio clave. Esta disminución de la dependencia nos ofrece una mayor flexibilidad para negociar y manejar nuestras relaciones comerciales sin quedar atrapados en los intereses de un solo bloque.
Además, nos permite diversificar nuestras fuentes de inversión y cooperación, algo esencial en un contexto de creciente polarización global. Chile debe aprovechar esta independencia para fortalecer su economía y jugar un rol activo en la reconfiguración de los bloques económicos, eligiendo estratégicamente con quién alinear sus intereses.
-¿Cómo debe Chile manejar su diplomacia frente a estos bloques emergentes?
-Chile debe actuar con inteligencia y flexibilidad. Como país pequeño, tenemos la ventaja de que no estamos atrapados en los intereses de los grandes bloques. Podemos movernos entre diferentes bloques económicos y aprovechar esas ‘rendijas’ que se dejan. Sin embargo, esta capacidad de maniobra requiere que nuestra diplomacia sea proactiva y astuta, entendiendo que el contexto global está cambiando rápidamente.
Lo que necesitamos es un equipo diplomático y económico bien preparado, con un conocimiento profundo de los intereses y movimientos de los distintos bloques. Además, Chile debe fortalecer su presencia en foros internacionales, no solo como un actor pasivo, sino como un mediador que pueda aprovechar sus relaciones con todos los actores clave.
A medida que estos bloques se formen, Chile debe estar listo para elegir, pero elegir sabiamente. No podemos darnos el lujo de ser simplemente espectadores; necesitamos anticiparnos a los movimientos y adaptarnos de manera estratégica a un mundo cada vez más polarizado.
-Considerando las tensiones actuales y la incertidumbre económica global, ¿cómo puede Chile aprovechar su posición geográfica y sus recursos naturales, como el cobre, para fortalecer sus relaciones con los bloques emergentes, sin depender excesivamente de un solo actor?
-Chile tiene una ventaja estratégica enorme, especialmente con su producción de cobre, un recurso esencial para la transición energética global. En un contexto de creciente demanda por cobre debido a la electromovilidad y las tecnologías emergentes, Chile debe posicionarse como un proveedor clave, no solo para un bloque, sino para varios. Al diversificar sus relaciones comerciales con China, Europa y otros países, Chile no solo maximiza sus beneficios económicos, sino que también refuerza su independencia frente a los grandes poderes.
La clave está en negociar acuerdos que nos permitan aprovechar nuestra ventaja competitiva, al tiempo que mantenemos una diplomacia flexible que no dependa exclusivamente de un solo socio. Esto también implica un enfoque estratégico en las inversiones extranjeras, asegurando que el desarrollo de nuestras industrias clave esté alineado con las tendencias globales, como la transición energética y las nuevas tecnologías.
-En cuanto a la inversión, ¿qué deben hacer los inversionistas chilenos en este contexto de incertidumbre global?
-La recomendación en tiempos de crisis es la prudencia, ella es fundamental. Las inversiones deben ser diversificadas, y no es momento de concentrarse en un solo sector o país. La economía mundial está en una fase de cambio, y aunque algunos sectores pueden parecer atractivos, como la tecnología, las valoraciones actuales ya implican expectativas muy optimistas. A largo plazo, la diversificación será clave para mitigar los riesgos. La globalización ha cambiado, y hay que estar preparado para las turbulencias que se avecinan. Es preferible perdernos un 10% que tomar un cuchillo que está cayendo con su filo que nos puede cortar.
-¿Qué señales clave deberían estar observando los inversionistas en los próximos meses?
-Lo que ocurra con los mercados de bonos de Estados Unidos será crucial. Estados Unidos depende de la emisión de bonos para financiar su déficit fiscal, y si los mercados comienzan a rechazar estos bonos, podría enfrentar serias dificultades. Además, la política interna de Estados Unidos también es importante. Si Trump continúa con políticas proteccionistas y esto comienza a afectar su popularidad y la del Partido Republicano, podríamos ver un cambio en la política económica.
Mario Waissbluth analiza el informe de Contraloría que detectó que 25 mil funcionarios públicos salieron del país en periodo de licencia médica. A su juicio, “un ente diferente a Fonasa” debiese administrar los permisos médicos y es necesario “exigir un copago bastante alto” a quienes los soliciten. El ministerio de Hacienda anunció hoy la conformación […]
Hernán Larraín Matte acaba de lanzar su libro “La derecha liberal sí existe”. En esta entrevista el autor explica los contornos del texto y su visión de la contingencia.
El ex ministro de Medio Ambiente del segundo gobierno de Michelle Bachelet, Pablo Badenier, conversó en EnFoco, el programa del centro de incidencia pública Pivotes, sobre la necesidad de hacer cambios en materia de evaluación ambiental para revitalizar la inversión y potenciar el crecimiento. Plantea que como país hemos sido ingenuos al alentar nuevas políticas […]
El Club de la Unión, uno de los íconos del centro de Santiago, atraviesa un complejo momento financiero que pone en duda su futuro. Aquí lo detectado por una auditoría de PKF Chile.
Un conjunto de inusuales observaciones del SEA contribuyeron a la decisión de Colbún de retirar El Encanto, un ambicioso proyecto solar y de almacenamiento de US$ 500 millones en la Región de O’Higgins. A continuación las exigencias que enredaron la iniciativa.