Mario Marcel enfrentó una de sus semanas más complicadas al mando de Hacienda. El lunes, el ministro reconoció que la actividad económica de septiembre fue “muy decepcionante” y admitió que el 2,6% de crecimiento proyectado para este año “no se va a poder cumplir”. Luego, en plena negociación presupuestaria, tuvo que aceptar un recorte de US$600 millones en el gasto proyectado para 2025, reduciendo el crecimiento del gasto público de 2,7% a 2%. Finalmente, el viernes cerró con un IPC de octubre del 1%, muy por encima de las expectativas de los analistas, complicando aún más el panorama económico del país. Estos eventos reflejan un escenario de presiones económicas y fiscales que ponen a prueba su gestión.
Qué observar. Para un ministro de Hacienda que había logrado mantener una postura de optimismo atacando a los “agoreros” y a aquellos economistas de “apellido compuesto” que anticipaban una posible caída en la economía chilena, esta semana tuvo que reconocer que sus expectativas cambiaron. Ni el rechazo a la reforma tributaria en marzo de 2023 había significado un cambio en la narrativa del ministro.
- La combinación de un crecimiento decepcionante, una deuda pública creciente y la inflación al alza refleja un escenario que deja poco margen de maniobra al gobierno.
- Marcel ha defendido su estrategia como necesaria para mantener la credibilidad fiscal del país, pero la realidad es que las necesidades de gasto social y las restricciones presupuestarias generan una tensión que será difícil de resolver.
- El secretario de Estado ahora deberá enfocarse en gestionar las expectativas del mercado, garantizar la sostenibilidad fiscal y abordar los retos económicos con una estrategia que permita reconquistar la confianza.
Un Imacec que decepciona. El inicio de la semana trajo consigo una noticia que puso en jaque las previsiones de crecimiento económico del gobierno. El Banco Central informó que el Imacec de septiembre mostró un crecimiento nulo del 0%, muy por debajo de las expectativas del mercado. Marcel no solo reconoció públicamente que la cifra era “muy decepcionante”, sino que también admitió que el 2,6% de crecimiento económico proyectado para este año “ya no se va a poder cumplir”.
- Las cifras ponen presión sobre la economía chilena, que enfrenta un escenario de bajo dinamismo, tanto en el consumo interno como en la inversión privada.
- El reconocimiento realizado por Marcel no solo desafió su optimismo, sino que también golpeó las expectativas de un repunte en el último trimestre del año, un escenario que ahora luce cada vez más lejano y que ha conllevado el ajuste de las proyecciones privadas.
- El mismo día que Marcel reconocía cifras “decepcionantes”, los ministros de Economía, Nicolás Grau; Trabajo, Jeannette Jara y la vocera, Camila Vallejo, argumentaron que “siempre es importante tener una perspectiva más amplia” y que estos resultados se dan “en un contexto en el cual hemos estado recuperando y normalizando el país”.
Un presupuesto recortado. En medio de la incertidumbre, Marcel tuvo que enfrentar una negociación clave para la aprobación del Presupuesto 2025 en el Congreso. Fue el propio Presidente Gabriel Boric quien en la mañana del jueves señalaba que “nos están rechazando en este momento varias partidas”.
- Al final el ministro Marcel tuvo que ceder y firmar un acuerdo final que implicó una reducción de US$600 millones, llevando el crecimiento del gasto público desde un 2,7% a un 2%.
- La reducción presupuestaria también es una señal de los desafíos fiscales que Chile enfrenta en los próximos años, con un mercado que demanda mayor disciplina fiscal y un gobierno que intenta equilibrar demandas sociales y políticas ad portas de un año electoral.
Recorte inédito en plena tramitación. Varios ex directores de Presupuestos comparten que un recorte de estas características durante la tramitación del erario nacional es inédito.
- El ex director de Presupuestos entre 1997 y 2000, Joaquín Vial, dice que “no se había visto” algo parecido. Recuerda que en 1998 durante la preparación del Presupuesto de 1999, hubo varios recortes grandes, a medida que fue bajando la proyección de crecimiento para el 1999. “Partimos con supuestos de crecimiento del PIB del orden de 5% y llegamos al Congreso con una cifra cercana a 2%. Pero en esa época teníamos recursos y pudimos dejar de ajustar el gasto y dejar un tono expansivo del Fisco para 1999”, dijo.
- Para el ex vicepresidente del Banco Central, el problema actual es interno, “originado en grandes y sucesivos déficits fiscales que han ido más allá de lo prudente, lo que obligó a ajustar gastos para evitar un deterioro mayor de la posición fiscal y un incumplimiento grave de las metas del gobierno”.
- Algo que comparte Matías Acevedo, ex Dipres entre 2019 y 2021, quien cree que la actual situación se genera por “una estimación de gasto que no era compatible con la meta de responsabilidad fiscal”.
- Esta falta de recursos es lo que motivó a Marcel a rechazar peticiones de nuevos gastos. Entre las solicitudes que negó esta semana destaca un bono para los vocales de mesa en las recientes elecciones. Según el ministro, estos gastos adicionales pondrían en riesgo el ajuste fiscal acordado, dejando poco margen para maniobrar en un escenario económico ya apretado.
- Otro punto que se destaca es que el aumento de la deuda pública en el Presupuesto de 2025, que actualmente está a junio de 2024 en un 41,6% del PIB. Ello significaría un mayor costo financiero para el país en un contexto de tasas de interés al alza a nivel global, lo que podría afectar la capacidad del Estado para implementar políticas expansivas en el futuro.
Inflación más alta de lo esperado. El golpe final de la semana llegó el viernes, cuando el Instituto Nacional de Estadísticas (INE) informó que el IPC de octubre subió un 1%, muy por encima de la estimación de los analistas que proyectaban un alza de 0,6%. Este dato no solo demuestra que la inflación sigue siendo una preocupación relevante, sino que también complica los esfuerzos del Banco Central para relajar la política monetaria en el corto plazo.
- A juicio de los analistas, el alza se produce debido a la incapacidad del Gobierno de no haber realizado a tiempo el descongelamiento de las tarifas eléctricas que han significado un fuerte impacto sobre los precios actuales.
- Un IPC mayor al esperado aumenta la incertidumbre sobre las tasas de interés locales, lo que podría repercutir en sectores como el inmobiliario y en el costo de vida de los chilenos.
- Además, genera presión sobre el gobierno, que debe lidiar con una población cada vez más sensible a los efectos de la inflación.