NADIE SABE NADA (HBOMax)
No se parece a nada. Y claro: en rigor, este es un programa de radio, cuya inmensa popularidad trajo a sus protagonistas desde la cadena SER (donde aún permanecen) a HBO Max.
Andreu Buenafuente, locutor y comunicador, y Berto Romero, humorista, guionista y actor, se instalan frente a sus micrófonos y un escritorio más o menos desordenado, ante un público que repleta una salita en Barcelona.
Lo suyo es la improvisación y pasan de un asunto a otro con la fluidez y naturalidad que les da llevar casi 10 años, semana a semana, frente a frente. Y a muy buen ritmo.
De los tres episodios que ya están en HBOMax (se suben los sábados), el primero es el que denota el cambio: quisieron hacer una introducción especial y sí, está divertida, pero no; eso no es lo suyo.
Sigan adelante porque una vez Andreu y Berto se acomodan en aquel estudio de radio que tan bien dominan, entenderán porqué se los recomiendo tanto: me arrancaron carcajadas y muy seguidas. Y claro, como esto es realmente improvisación —leen y responden algunos mensajes, uno que otro llamado telefónico, interactúan con el público— hay episodios más hilarantes que otros. Lo que jamás pierden es el encanto y la naturalidad cautivadora.
La química hace la magia, así como el tono amable y de hombres grandes que no han dejado de ser un par de chicos sanos jugando con lo que su desbordante imaginación se les planta en la cabeza.
Por ahí puede aparecer alguna performance coprolálica pero su juego no va por “epatar”. Más bien circulan por asuntos muy cotidianos, temas corrientes y ciertas “tradiciones” del programa que pronto uno va descubriendo. Por ejemplo, aquello de “presentar” una sección, que es tan improvisado como todo: es decir, es parte de la broma. O las “vivécdotas” (ya verán).
Hay mucha espontaneidad y esa mezcla de podcast y stand-up tan curiosa que cautiva y asombra por lo poco habitual. Es muy gracioso escuchar modismos que por cierto solemos reconocer, pero ayuda que esté subtitulado al castellano “neutro”.
Interesante la apuesta de HBOMax de transformar un programa de radio y podcast en un show de TV: esto es para público latinoamericano porque en España los tienen hace rato por la cadena SER (también están en YouTube)
DATOS: hay algunos programas especiales; cuatro de ellos se grabaron entre México y Buenos Aires.
Andreu Buenafuente fue galardonado con el Premio Nacional de Televisión 2020, máximo reconocimiento en España; considerado por Forbes como una de las 100 mentes más creativas. Uno de los humoristas más destacados de España en la actualidad.
Berto Romero: además de ser uno de los cómicos más reconocidos del país, gran parte de su trayectoria profesional está vinculada a su compañía artística El Cansancio, con la que produce espectáculos teatrales, y a la productora El Terrat. En 2019 recibió el Premio Ondas por Nadie Sabe Nada a la ‘Mejor idea radiofónica’.
NADIE SABE NADA
La comparación con la magnífica El Método Kominsky (Netflix) es inevitable: pero, ojo, lo único que tienen en común es que enfrenta a dos hombres exitosos, amigos de hace décadas, que se resisten a la inexorable realidad de llegar a viejos.
Sentimos Las Molestias es más ácida, ¡mucho más!, que la serie de Michael Douglas: tanto, que esta comedia dramática puede funcionar como una suerte de estudio comparativo entre el carácter “gringo”-L.A. vs el madrileño. Que ya por ahí las diferencias son gigantescas.
Rafael Müller (Antonio Resines) es un muy exitoso director de orquesta que recibe el máximo galardón que puede esperar un profesional dedicado a ello.
Ya en su discurso nos vamos dando cuenta que Rafael es un egocéntrico de mucho cuidado. No es un tipo mala persona, para nada: solo que no ve nada más allá de su ombligo, donde caben, eso sí, sus gloriosos años dedicados a la música.
La paciencia de su mujer se agota y Rafael de pronto se ve nada más que con la compañía de Rafa (sí, se llaman igual), un rockero que conoció la gloria por los años ’70 con su grupo Cuidado con el Perro y que cree fervientemente que aún puede seguir en ello. Y no (convengamos que Paul McCartney y Mick Jagger son, ya no una excepción, sino una ¡anomalía!).
Eso sí, Rafa ya ha sentido los porrazos de la realidad (no hay galardones ni escenarios listos para recibirlo a él) y actúa como un llamado a tierra para su amigo, a quien, evidentemente, le tiene su poco de envidia.
Mal que mal, Müller vive en una mansión en Madrid, mientras que Rafa está siendo desalojado de su departamento porque debe meses de arriendo y cuentas.
El juego entre esta ambigua pero persistente relación de amistad, la música como ese lenguaje que tiene también su manera de decirnos mucho sobre nuestra relaciones hacen de esta serie una aguda y divertida mirada al tema.
Müller es la música clásica, para lo cual parece que también hay fecha de caducidad, que es lo que provoca terror y actuaciones desbocadas en él. Y Rafa es el rock que, de buenas a primeras, lo que parece exigir es juventud y sin embargo el rescate obstinado de algunas de sus canciones y sus letras parecen decirle que aún hay vigencia en lo que hizo.
Una amistad áspera, pero amistad al fin: cada cual es como es y así se entienden y conviven.
SENTIMOS LAS MOLESTIAS
Este es el caso que decía al comienzo: el humor como aquella “manera de abordar problemas y asuntos que de otra forma se harían insoportables”.
Porque esta denominada sitcom no les arrancará ninguna carcajada: quizás, por ahí, alguna sonrisa. Lo mejor: una colección de personajes que no tiene desperdicio.
¿El tema? Cómo ser profe. Así, en crudo, sin idealizaciones, ni romanticismos, en el día a día en una escuela. Nada más, nada menos.
Abbott Elementary acaba de arrasar con los premios de la Crítica (los TCA Awards) y está nominada a 7 premios Emmy.
Transcurre en un colegio público de Filadelfia y tiene la estructura de un falso documental: sus protagonistas suelen hablar a la cámara para explicarse o bien dar sus puntos de vista frente a las situaciones que viven.
Aunque va por el realismo frontal sobre el ejercicio de una profesión que es muy cuesta arriba, los adultos que recorren la pantalla son a lo menos singulares, cuando no estrafalarios. De todos ellos, la directora es ¡francamente insólita (y muy divertida)!
Y sí, Janine (Quinta Brunson), optimista irredenta (y por tanto, metepata), es entrañable.
Este grupo diverso se muestra profundamente humano en sus defectos, cualidades, temores, seguridades e inseguridades. Pero por sobre todo, por una persistente e irreductible vocación y compromiso.
La serie va ganando con el paso de los episodios y arroja una iluminadora mirada de cómo personas tan diferentes pueden no solo convivir sino complementarse y enriquecerse mutuamente.
ABBOTT ELEMENTARY
Si por esas cosas de la vida, se les hubiese pasado —y ya que hablamos de profes y comedias— Rita es ¡insuperable!
Jeans rasgados, tacones, camisas a cuadros, un pelo rubio largo y aspecto de Brigitte Bardot en su mejor época, Rita (Mille Dinesen) se pasea por los pasillos y las oficinas de la escuela donde hace clases y donde de vez en cuando va a la oficina del director a divertirse con un poco de sexo.
Si Merlí , ese profesor catalán, es un atípico en las aulas, esta educadora que llegó a Netflix desde Dinamarca dijo fuera.
Rita no solo es una maestra que usa las normas únicamente para ponerlas al revés: es una mujer con la parada y la actitud de quien viene de vuelta en la vida, que circula con la sutileza de un elefante en una cristalería, temeraria y desparpajada, pragmática y ocurrente, que se permite ser y hacer lo que nadie más.
Es, en suma, una antiheroína fascinante. Y divertida.
Porque esta sorprendente serie mezcla espléndidamente interesantes conflictos humanos y familiares, a todo nivel de edades, con un humor que descoloca; ese que Rita, sin querer, siempre nos regalará con sus ocurrencias.
Alguna vez estuvo casada, fue madre a los 19, y sus tres hijos —uno de ellos alumno del colegio Islevgard donde ella enseña— saben cómo es y cómo no va a ser nunca Rita.
“¿También era rara en esa época?”, le preguntan a alguien que la conoció joven.
Solo Helle, la representante del Consejo Escolar, es capaz de hacerle frente, en unos diálogos donde vuelan los cuchillos en forma de sarcasmo e ironía. ¡Vamos a ver quién es la que soporta a quién!
Como le enrrostra una pequeña sabelotodo, “¡actúas como si tuvieras 14!”.
Y sí: hace cosas como fumar encerrada en los baños de sus alumnos y corrige los rayados que han dejado.
A esta rebelde sin causa todo lo que le suene talibán la pone en actitud vikinga: los padres anti azúcar y comida sana y fome, “súperverdes”, su consuegra conspicua o lo que se le cruce.
Lo que sí sabe es por qué se convirtió en maestra: “Para proteger a los niños de sus padres”. A los de ella, ¡quién sabe quién los protegió!
Para saber qué ver en cines y por streaming, no te pierdas el recomendado semanal de Ana Josefa Silva en Ex-Ante.
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