En la filmografía de Nanni Moretti es habitual verlo también de protagonista y hablar de cine.
Lo Mejor está por Venir no es la excepción.
Esta es una sátira, que en muchos momentos me arrancó carcajadas, que transcurre durante el rodaje de una película. Y aunque no está en los niveles superlativos de La Habitación del Hijo (En Filmin), Mia Madre (en Prime Video) o la sorprendente Habemus Papam (en Filmin y AppleTV), aquí también surgen su estilo y su humor singulares.
Giovanni (N. Moretti) está filmando una cinta ambientada en los 50, sobre lo que ocurrió con el Partido Comunista Italiano tras la invasión soviética a Hungría. Pero todo ello dentro de un cotidiano, con toques muy domésticos, incluidos ciertos líos familiares. En el filme, una de las secciones del PCI decide invitar a un circo húngaro para ayudarlos en el trance. La trouppe y sus animales llegan a Roma, pero en la interna, el PCI no logra ponerse de acuerdo frente a este hecho (¿les suena?).
La mujer de Giovanni, Paola (Margherita Buy), con quien orgullosamente comenta que llevan 40 años de feliz matrimonio, es su productora. Claro que Paola también está trabajando en otra película muy diferente, en la que participan coproductores coreanos. Y cuando Giovanni se aparece en aquel set arma un incordio de no creerlo.
En tanto, su hija adolescente pronto les presentará un singular novio.
Las referencias al cine son numerosas y directas, al punto que instala una entretenida y muy coloquial reflexión: Cassavetes, Gena Rowlands (fallecida hace tan solo unos días), Kieslowsky, Scorsese (a quien llama por celular ¡!), la película El Padre. También se autocita: Palombella Rosa (1989) se nos aparece no solo por aquella escena en la piscina sino porque esta sátira tiene algo de ese estilo. Giovanni por momentos habla y habla hasta exasperar incluso a su habitualmente serena mujer. Llevado de sus ideas, insistente y con ciertas manías algo ridículas, aun siendo afable puede resultar agotador. “Contigo es como caminar sobre la cuerda floja”, le explica muy serenamente su hija cuando él no entiende cómo es que casi todo en su vida se ha salido de carril.
Entre otros asuntos, su productor francés se ha metido en tales líos que paralizan el rodaje. Entonces aparece la opción Netflix (debidamente denostado con anterioridad) y una reunión desopilante.
La música italiana, las producciones musicales, el circo, los desfiles, circulan por esta historia cuyo foco está en su protagonista, incluyendo momentos oníricos. El cierre es lo más ambicioso y quizás por ello, lo más débil.
¿Lo mejor está por venir? Eso queremos creer.
Il sol dell’avvenire
Dirección: Nanni Moretti
Guion: Francesca Marciano, Nanni Moretti, Federica Pontremoli, Valia Santella
Italia, 2023
Duración: 91 min.
Buscapé, convertido en un exitoso fotógrafo, es el narrador en off. “Dejé la favela, pero la favela no me dejó”, afirma al comenzar su recorrido y sus racontos. Él ha registrado ese “eterno lugar de guerra”. Y se lamenta que su foto siempre se topa con la muerte. La gente de allí, donde habitan su madre y su hija convertida en DJ, “viven acorralados entre la policía y los narcos”.
Pero desde los acontecimientos que terminaran con Ze Pequeño muerto y Bradock en la cárcel, en Ciudad de Dios hay una suerte de tensa paz. Hay quienes entrenan músicos y deportistas, organizan fiestas comunitarias, juegan fútbol, se ocupan de organizar a la comunidad. Otros controlan el territorio.
Por ahí circulan Barbantinho, Berenice, Curió, Touro (El Toro), PQD, Jerusa, Cinthia.
Esta “normalidad” funciona hasta que la temeraria y ambiciosa novia abogada de Bradock logra sacarlo de la cárcel. Y lo impulsa a que reclame su territorio.
La guerra comienza otra vez.
Filmada con nervio e intensidad, la serie es tan cruda (o más) como la película. El sexo y la violencia son parte natural del “paisaje” y cobran distintas intensidades. Los escenarios llenos de detalles y recovecos le confieren un realismo brutal a una historia que parece decirnos “de aquí no se sale”. Las mafias se dedican a las drogas. Pero en el siglo XXI, trafican profesionales del delitos son armas de alto calibre: bélicas.
Nada que se acerque a aquello con que los escuadrones de la muerte “limpiaron” alguna vez el lugar.
¿Y los políticos que leen la prensa? Esperan a que la situación les rinda frutos.
La trama es una secuela adaptada de la novela de Paulo Lins e inspirada en la película (comentada más abajo) y se sitúa a principios de la década de 2000 (más racontos y flashbacks con recuerdos de los personajes).
Cidade de Deus: A Luta Não Para
Dirección: Aly Muritiba
Guion: Renata Di Carmo, Rodrigo Felha, Sergio Machado, Aly Muritiba, Armando Praça, Estevão Ribeiro. Historia: Renata Di Carmo
Brasil, 2024
Duración: Seis episodios de 35 min.
Basada en hechos reales, describe el mundo del crimen organizado en Cidade de Deus, una favela de Río de Janeiro, desde finales de los sesenta hasta principios de los ochenta.
Buscapé (o Rocket) es un niño negro, pobre, demasiado frágil para ser un delincuente y demasiado despierto como para quedarse en ese pozo. Aunque crece en un entorno violento, él sueña con convertirse en fotógrafo profesional.
Dadinho, un niño de once años, acaba de llegar al barrio. Su ambición: convertirse en el mayor criminal de Río. Admira a Cabeleira y a su banda, que asaltan los camiones. El cabecilla de los delincuentes ofrece a Dadinho la “oportunidad” de cometer un asesinato.
Con escenas crudísimas, esta película catapultó a Meirelles en el cine internacional.
Nominada a 4 Oscar.
Cidade de Deus
Dirección: Fernando Meirelles, Kátia Lund
Guion: Braulio Mantovani. Novela: Paulo Lins
Brasil, 2002
Duración: 130 min.
Si son aficionados al género del terror, esta es una de las varias películas de su tipo que han llegado a la cartelera.
Años 90. Lee Harker es una joven y eficiente agente del FBI, que tiene un talento singular: es capaz de descifrar signos y simbologías, en parte gracias a una mente matemática a la que suma un singular sexto sentido.
Por lo mismo, la incluyen en un grupo de agentes que investiga una serie de crímenes horribles y misteriosos, que no han podido ser resueltos.
En un momento debe visitar a su madre, que vive en otra ciudad. Lee no se lleva muy bien con ella: se trata de una mujer extraña, que parece sufrir el Mal de Diógenes. En esa casa se acumulan toda clase de objetos por todas partes.
Cuando Lee encuentra cierta evidencia clave, consigue dar con el posible autor de los crímenes. Dale Cobble/Longlegs (Nicolas Cage) no es un sujeto cualquiera: se presenta a los interrogatorios con un rostro semi maquillado semi deforme y sonriente.
Aunque la película tiene el contenido de violencia esperable en este género, hay misterios que se plantean como puzzles al espectador. Son piezas que ir armando junto con la protagonista y su pasado.
La atmósfera, cargada de grises, contrasta barrios ordenados de jardines y fachadas impolutas con la oscuridad de manicomios abandonados, cielos oscuros, bosques amenazantes.
Con motivo de su décimo aniversario, esta inolvidable película argentina que estuvo nominada al Oscar, regresa a cartelera por tiempo limitado.
Original, sorprendente y singularísima, es una muy negra comedia (más negra que comedia), suspenso incluido, no apta para todo público.
De los seis relatos, el primero es una suerte de introducción: “Pasternak”, con Darío Grandinetti y María Marull (gran actriz de teatro y dramaturga junto con su hermana Paula, y mujer del director).
Probablemente el segmento más recordado sea aquel en que Ricardo Darín, interpretando a Simón, un tranquilo sujeto, termina en un día de furia tras padecer el más kafkiano tour por la burocracia indolente. (Desde entonces, el muy popular actor empezó a utiliza en la red X, ex twitter, el nickname de @BombitaDarin).
La boda final, “Hasta que la muerte nos separe”, es otro episodio emblemático (con Erica Rivas); o “La Propuesta”, un contubernio para ocultar un atropello en el que actúan Oscar Martínez, Osmar Núñez, la recordada María Onetto, entre otros. En “Las ratas” (aquel parador perdido en una carretera lluviosa), destaca Rita Cortese; y en esa irracional lucha circulando por otra carretera, “El más fuerte”, está Leonardo Sbaraglia.
Aunque cada segmento es independiente del otro, tienen en común la rabia, rencores y frustraciones contenidos, la violencia larvada, los temores nunca verbalizados, todos sentimientos y emociones que salen a flote de la manera menos pensada entre ciudadanos comunes y corrientes, que pierden el control y con ello su civilidad.
Relatos Salvajes
Dirección y guión: Damián Szifron
Argentina/España, 2013
Duración: 122 min.
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