Habiendo participado en versiones de obras de Shakespeare, filmado con James Ivory (1985, A Room with a View), Agnieszka Holland (1993, The Secret Garden; 1997, Washington Square), incluso con Spielberg y con Zeffirelli (1999, Un té con Mussolini), o en la comedia El Club de las Divorciadas (1996) ¿cuándo se nos convirtió en indispensable?
Por de pronto, fue la Profesora McGonagall en todos los Harry Potter (en HBO Max), esa inmortal saga surgida de las novelas de J.K. Rowling y que arrancó en cines en 2001.
Aunque no ha dejado de participar en diversos proyectos (como The Lady in the Van, de 2015), quizás la serie de Julian Fellowes Downton Abbey, terminó de instalarla en lo más profundo de los corazones de los espectadores.
Para esos seguidores, la llegada al cine de la segunda película en torno a ese universo es un ¡imperdible!
Esta nueva película tiene tantos momentos y diálogos graciosos hasta la carcajada que puede catalogarse como una comedia. Lo es, en gran parte. Solo que tanto el hilo que se mantiene de principio a fin como aquellos que se tejen en paralelo tienen que ver con las vidas sentimentales y las emociones de los personajes.
Un goce para los sentidos, en Downton Abbey: Una Nueva Era cada imagen es un deleite para el espectador, un derroche de encanto, delicadeza y elegancia.
Muchos exteriores y cámaras aéreas inundándonos de la belleza bucólica de prados verdes y bien cuidados se combinan con aquello que los seguidores de la serie quieren ver: el palacio, sus elegantes salones, sus escaleras, los espaciosos cuartos de nuestros personajes favoritos y sus rincones. Y ese otro mundo de mayordomos, criadas, cocineros, algunos de los cuales ya tienen una vida fuera de palacio, aunque siempre ligados a él.
Es el “Upstairs, Downstairs” —los dueños de casa y su personal —, tomando el nombre de aquella mítica serie británica de 1971.
Los hechos se inician con un matrimonio, a fines de los años ’20, y la acción se abre en dos rumbos.
Por un lado, desde Hollywood aparece una petición para filmar en el castillo (acompañada por una generosa oferta). Aunque resistida por el conde Crawley y en menor media por su madre, la condesa viuda, Lady Violet (Maggie Smith), la pragmática y astuta Lady Mary (Michelle Dockery) ve en ello una oportunidad.
En paralelo, una carta llega desde Francia con un singular aviso: Lady Violet es notificada de que ha heredado una villa en la costa de ese país. Los dueños insisten en invitar a los Crawley a pasar unos días allí para discutir los “detalles”.
Mientras la familia no sale del asombro ante tan inesperada noticia —Lady Violet se limita a apuntar sus frases agudas y a asegurar que no tiene idea de qué se trata— se organiza una suerte de expedición.
Robert y su mujer Cora (Elizabeth McGovern), junto a algunos miembros de la familia y parte del staff de su servidumbre parten a la costa francesa. Allí se prodigan imágenes luminosas, viajes en lancha por el mar soleado y alegres fiestas con banda de jazz al atardecer.
En tanto, encabezados por Lady Mary, quienes permanecen en Downton Abbey reciben a la troupe cinematográfica, estrellas incluidas.
Ya en 1925, con El Cantante de Jazz, se había inaugurado oficialmente el cine sonoro, lo que significó no pocos problemas para divas y divos del momento. Y esto es algo que cobra relevancia en la trama.
Aunque tanto la serie como la película son corales —Fellowes ha tenido gran habilidad para dotar de un sello vital a cada personaje— y aquí Lady Mary se erige como la gran figura de autoridad, en realidad Downton Abbey: Una Nueva Era gira en torno a Lady Violet.Son muchas las situaciones que se van desplegando a lo largo de la narración, con algunas tensiones y un giro sorprendente hacia el final.
¿Será esta película, como se ha especulado, el clivaje necesario para una próxima temporada de la serie?
¡Muy entretenida! Un agrado de ver.
DOWNTON ABBEY: UNA NUEVA ERA (Downton Abbey: A new era)
DATOS:
Downton Abbey, la serie, debutó en 2010, tiene 5 temporadas (52 episodios) y está disponible en Amazon Prime Video.
Downton Abbey , la película, es de 2019 y también tuvo al creador de la serie, Julian Fellowes, como guionista. En ella, la familia recibía la visita oficial del rey y la reina de Inglaterra, lo que provocaba una serie de trastornos y rivalidades entre el personal de servicio. En Netflix.
Por esta excelente película de Robert Altman (nada menos), el creador de Downton Abbey, Jullian Fellowes, ganó un Oscar al Mejor Guion original.
Mirada en perspectiva, es imposible eludir la coincidencia de varios elementos: un grupo de aristócratas que se reúne en un gran castillo, cada cual con su ayudante de cámara que deberá coordinarse con el personal (“downstairs”) de Gosford Park; unos “americanos” (léase con el desprecio correspondiente) que pertenecen a la “realeza” de Hollywood.
Todo este gran grupo está invitado a un fin de semana de cacería y van llegando por turno en sus autos en medio de una gran lluvia. William, el dueño de casa, es un hombre antipático y hastiado de ser el que mantiene a toda la familia, incluida a la altiva Constance (Maggie Smith), una aristócrata decadente que se niega a disminuir un milímetro sus privilegios. Su grácil y aguda mujer, Sylvia (K. Scott Thomas), no está interesada en lo más mínimo en lo que hace o deja de hacer William y el perrito faldero con el que él circula por todas partes, el único ser al que el hombre parece querer.
Es la hermana de Sylvia la que está interesada en William. Y si fue Sylvia quien se casó con él es porque entre ambas lo decidieron…jugando a las cartas.
No todo el mundo lo pasa tan bien en esta reunión: hay personajes sufridos a los que, ciertamente, nadie presta atención. Son seres que se transforman en invisibles para quienes circulan con levedad por encima de cualquier asunto que huela a desagradable.
El que lo pasa genial es el espectador: la reunión es una danza de personajes cuando menos extravagantes, donde abundan los filosos diálogos y las rivalidades soterradas que circulan por la pantalla en un ir y venir de salones, subir y bajar escaleras, ironías que vuelan, conversaciones que no deben ser escuchadas. Y también ciertos dramas muy ocultos.
Porque a la inversa del universo de Downton Abbey, el personal esconde sus amarguras y tiene mucha conciencia de su desmejorada situación. Solo la jovencita que Constance explota, mantiene una cierta candidez. A poco andar, un crimen se produce en palacio.
La llegada del inspector de policía solo sirve para que el paso de comedia se complete.
El elenco, Maggie Smith de por medio, es ¡apabullante!
Categoría ¡imperdible!
CRIMEN DE MEDIANOCHE (Gosford Park)
Un grupo de adultos mayores ingleses decide disfrutar de su jubilación en Bangalore, una exótica población de la India. Cada quien con sus realidades y preocupaciones propias, se embarca en la aventura. Pero el hotel Sonny Kapoor, que se veía maravilloso en los folletos, está muy lejos de serlo.
EL EXÓTICO HOTEL MARIGOLD
Esto vale para ambas películas: sólo tener reunidos allí a lo más granado de la antigua guardia de lo mejor del cine, el teatro y la TV británicos es un placer: Maggie Smith, Judi Dench, Bill Nighy (el insólito rockero viejo de Love Actually), Penelope Wilton (Downton Abbey , After Life).
En esta segunda parte se suman Richard Gere y David Strathairn (Buenas noches, buena suerte, Bourne Ultimatum).
El mismo director y guionista le da continuidad a este inverosímil hotel de la India que existe sólo gracias al voluntarioso optimismo del imparable Sonny (Dev Patel), quien, a punto de casarse con la bella Sunaina, emprende viaje a California junto a Muriel (Maggie Smith) para conseguir financiamiento para ampliar el negocio.
De regreso a la India, todo es un trajín entre mantener la precaria y singular organización del Hotel con sus huéspedes, que lo han elegido, con toda naturalidad, como última morada, y la preparación de la boda de Sonny y Sunaina.
Por momentos divertida hasta la carcajada, esta segunda parte, tal como la primera, se sustenta y solaza en el talento histriónico de este grupo de actores que saben decir líneas delirantes con toda naturalidad. Cada vez que uno ve entrar a cámara a Maggie Smith o a Judi Dench o a Bill Nighy es un gozo. Lo propio hace Penelope Wilton. Sonny (D. Patel) y sus desatinos encantadores y desparpajados aportan lo suyo.
Estas son comedias pletóricas de optimismo, de fe y perseverancia. Y que no pretenden mucho más.
(20 minutos menos se hubiesen agradecido).
EL EXÓTICO HOTEL MARIGOLD 2 (The Second Best Exotic Marigold Hotel)
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