La versión de Robert Eggers para el clásico del expresionismo alemán se estrenó la semana pasada en EE.UU. y llega precedida no solo de críticas ¡delirantes! sino que logró una taquilla de más de US$ 40 millones, duplicando las expectativas.
Eggers construye una tragedia sicológica y familiar sobre la base de una muy lograda película del género de terror: el diseño de arte, de sonido, cinematografía, iluminación (a veces es tan tenue el paso del blanco y negro al color frío y oscuro), banda sonora, son tan precisos y cuidadosos que sumergen al espectador en una atmósfera que succiona el alma. ¡Como un vampiro! Los lugares por donde circulan los personajes (¡grandiosas actuaciones!), los momentos que van viviendo, se definen a través de esas opciones artísticas y se traspasan al espectador en una corriente invisible que lo mantiene atado a su butaca. En el relato se alternan el cotidiano con las ensoñaciones y lo fantástico, con impresionante fluidez (gran guion y montaje).
Ese genial uso de los elementos del lenguaje cinematográfico hacen de su Nosferatu una obra de arte.
Cuando Murnau estrenó Nosferatu, eine Symphonie des Grauens (1922), una película que va mucho más allá del expresionismo alemán con que se la etiqueta, hubo de distanciarse de su inspiración original, la novela “Drácula”, de Bram Stoker, por los problemas legales que tuvo por derechos de autor.
Eggers, si bien se basa en “Drácula”, aquel del que se han hecho incontables versiones, con este filme retoma aquello que tan bien redefinió Murnau.
Entre ello, la vinculación del vampiro con fuerzas demoníacas y su apariencia difusa, entre espíritu y persona. Y por de pronto, transcurre en una ciudad alemana, en 1838. La joven Ellen (Lily-Rose Depp) parece por fin haber alcanzado la paz interior tras su feliz matrimonio con Thomas Hutter (Nicholas Hoult). Hasta que su marido, empleado de una agencia inmobiliaria, es enviado a cerrar un negocio con un cliente: debe viajar a un perdido castillo ubicado en Los Cárpatos y atravesar bosques y aldeas de inquietantes pobladores.
En ese inmenso y tenebroso lugar lo recibe el conde Orlok (irreconocible Bill Skarsgård), un sujeto repulsivo, oscuro y atemorizante; que se sabe poderoso y hace sentir su poder; que doblega y se impone ante cualquiera por presencia.
Orlok, reencarnación de Nosferatu, no es un seductor como hemos visto a Drácula en versiones posteriores a la película de Murnau. La seducción que ha ejercido sobre Ellen tiene la forma de una posesión diabólica, lo que es posible por la fragilidad del alma atormentada de una niña con carencia de afecto.
Orlok ha ido esparciendo su sombra y su huella maligna a su paso y su manto tenebroso se irá extendiendo hasta la ciudad, a donde llegará en un siniestro barco desde el mar que la rodea, como una plaga (literalmente).
Esta es la obra más exquisitamente filmada del joven realizador neoyorkino, un cineasta que sabe de cine oscuro, tras las aplaudidas El Faro (2019, para arriendo en AppleTV, GooglePLay y Amazon Prime Video), La Bruja (2015, con Anya-Taylor Joy, en Netflix) o El Hombre del Norte (2022, también para arriendo).
Con Emma Corrin y Willem Dafoe.
(Dato: les recomiendo el libro “Nosferatu”, de Jesús Palacios. Allí están todas las claves para comprender a cabalidad este fascinante fenómeno que desató Murnau con su película, que, como escribí, va mucho más allá del expresionismo alemán).
Nosferatu
Dirección: Robert Eggers
Guion: Robert Eggers
EE.UU., 2024
Duración: 132 min.
Así como hiciera en Jackie, en 2015, con Natalie Portman, y en Spencer, en 2021, con Kristen Stewart (en MAX), Pablo Larraín reclutó a Angelina Jolie para encarnar a otro gran mito femenino: Maria Callas. Aunque no lo parezca, un reto mayor: si bien hemos visto y leído mucho sobre Lady Di o Jackie Kennedy, en torno a la Callas, venerada diva, hay muy buenos documentales, obras de teatro y biopics. Quizás el mejor de ellos, el documental Maria by Callas , muy bien traducido como Maria Callas: en sus propias palabras (2017, de Tom Volf, en Filmin). Ahí se recoge, principalmente vía entrevistas, su agudo ingenio, su tesón y talento y esa resiliencia que hubo de desarrollar en su trágica vida.
Larraín y su guionista, el británico Steven Knight (realizador de esa joyita que es Locke, con Tom Hardy), sitúan a la Callas en sus últimos días de vida, septiembre de 1977, en París, con raccontos y flashbacks (registros documentales, la mayoría) que alumbran zonas oscuras de su pasado y también aquellas brillantes. Ese fuerte contraste que harían de su vida, finalmente, una tragedia.
Maria vive recluida en su lujosa residencia, acompañada por sus fieles mayordomo y ama de llaves. Ocasionalmente decide mostrarse en algún café y, eso sí, acude puntualmente a cantar acompañada por un pianista devoto, en un auditorio vacío. Sabe que su voz ya no es la de antes y que está enferma.
Como en sus otras biopic, Larraín incluye en el relato ciertas impresionantes imágenes oníricas y el deambular de su protagonista por puentes, parques y calles de París (la película fue filmada mayormente en Budapest), que suman belleza al filme, pero no aportan a esta potente historia íntima, que se sustenta por sí misma.
Esa Callas crepuscular, que se rehusa a ocuparse de su mala salud, asumiendo lo brillante y triste que fue su vida (que ya fue), está magníficamente interpretada por Jolie. Su porte, su actitud altiva y a la vez resignada copan la pantalla e imponen esa presencia mítica y humana a la vez.
Se ha repetido que este es el mejor rol de la carrera de Angelina Jolie: es muy cierto, pero, sin restarle un gramo de mérito, no es mucho decir (su filmografía es más bien mediocre, hay que decirlo).
Si aman la ópera, se van a emocionar (que es lo que hace la gran música).
Nominada al León de Oro en Venecia como Mejor Película. Angelina Jolie está entre las nominadas a Mejor Actriz Globo de Oro (este domingo). Y suena como candidata al Oscar.
Maria
Dirección: Pablo Larraín
Guion: Steven Knight
Italia/Alemania/Chile/EE.UU., 2024
Duración: 123 min.
Basada en la novela gráfica de Richard McGuire, que imagina el pasar de miles de miles de años en un mismo sitio, tras la prehistoria y los primeros habitantes esta película pone la cámara en el living de una casa de una ciudad de EE.UU., capturando a las distintas familias que la van habitando, desde los años de la independencia a la actualidad.
Desde el bow-window se ve la calle y con ello los cambios que marcan el desarrollo: de los carruajes a los autos; de las grandes casonas rodeadas de bosques a las urbanizaciones y la construcción de viviendas. Y también los cambios sociales, especialmente visibles a través de la música, “inventos” como la televisión y de las opciones de las mujeres en sus vidas.
Distintas familias en diferentes épocas circulan por aquel living, convirtiéndonos en testigos de sus alegrías y desdichas, que se entrecruzan con la historia de lo que ocurre allá afuera. Hasta que se concentra en la familia de Richard Young (Tom Hanks), quien luego se unirá a Margaret (Robin Wright), siendo ambos muy jóvenes. La pareja permanecerá, criará a sus hijos y envejecerá en aquella misma casa. Y es en torno a ella es que presenciamos los mayores cambios, incluidos los físicos, muy logrados con la tecnología digital (quizás lo más atractivo de la película).
Gran elenco.
Pudo ser un drama intergeneracional interesante, pero ello solo se asoma, con cierta levedad, hacia el final del filme.
Here
Dirección: Robert Zemeckis
Guion: Eric Roth, Robert Zemeckis
EE.UU., 2024
Duración: 1 hora 44 min.
El director francés Jacques Audiard (Un Prophéte), basado en la novela de Boris Razon, construye una prodigiosa y fascinante tragedia musical en el México cooptado por los carteles.
Rita (Zoe Saldaña), una abogada que lucha por abrirse camino, recibe una propuesta inesperada: ayudar a un poderoso líder de un cártel, Juan “Manitas” del Monte (Karla Sofía Gascón), a fingir su muerte y transformarse en la mujer que siempre soñó ser. El sujeto es casado con Jessi (Selena Gomez) y tiene hijos pequeños a los que adora.
Filmada principalmente en París, sumando algunas grabaciones en territorio mexicano.
Palma de Oro en Cannes a Mejor película y Mejor actriz (Adriana Paz, Zoe Saldana, Karla Sofía Gascón, Selena Gomez).
Pre nominada al Oscar Mejor Filme Internacional (por Francia).
Diez nominaciones al Globo de Oro, premios que se entregan este domingo.
Emilia Pérez
Dirección y guion: Jacques Audiard
Francia, 2024
Duración: 132 min.
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