En mi familia es tradición milenaria el regalarse mediante el sistema chino. No les puedo transmitir las reglas porque cambian todos los años, cosa típicamente china, pero esencialmente se trata de comprar un regalo por un monto acordado previamente, con un sorteo se asigna el orden de quién se queda con cuál paquete, y finalmente, mediante batallas de dados uno puede quitarle el regalo al prójimo, quedarse con lo que más le gusta y como si fuera poco, también atesorar la decepción del familiar perdedor.
Este año, que estuvo duro, las botellas metálicas para el agua fueron el obsequio favorito, transformándose en los nuevos calcetines del regalo pascuero. Había como cuatro ejemplares dando vuelta, desde una de un porte normal hasta una tamaño lechero campesino. Muy apropiado para transacciones de tipo oriental, porque los chinos son los principales fabricantes de botellas metálicas para el agua. Lo más lindo es que mientras venden sus botellitas a los occidentales, que nos hacen creer que ayudamos al medioambiente, ellos tiran basura a los ríos que obviamente llegan al mar cargados de plástico. Según el World Economic Forum, cerca del 90% de la contaminación con plástico que cae a los ríos, y después al océano, viene de ríos asiáticos. Lejos el peor es el Yangtsé. Ese plástico se convierte en microplástico y arruina a los maravillosos peces que son tan ricos al almuerzo o la comida.
Hablando de pescado, los chinos comen pescado para su año nuevo, que extrañamente es el lunar y no el solar, que es el correcto. Se comen el pescado entero y lo hacen porque le dicen “yu”, que significa pescado y también superávit. Eso sí, nunca dan vuelta el pescado porque la prosperidad se convierte en banca rota. También durante las celebraciones comen naranjas porque simbolizan el oro, no comen comidas blancas como el tofu porque representan a la muerte y ni a palos comen verduras picadas porque simbolizan fortunas hechas añicos.
Pero cuidado, el próximo año no habrá pescado ni naranja que nos salve. Según la radio Bío-Bío que según la escritora Ángeles Lasso, autora de varios libros respecto al horóscopo chino, el 2025 será “un año difícil, de grandes desafíos”. La nota en su sitio web detalla que lo anterior es según Canal 13, donde Lasso adelantó que los nacidos en 1941, 1953, 1965, 1977, 1989, 2001 y 2013, “tendrán que poner en orden su vida” y recomendó, “terminar con las relaciones tóxicas”. Según Ex-Ante, [Confidencial] el trasfondo de la historia es que le llegó la hora del cambio a los que cumplen 84 y 12 años el 2025 ( y como intentarán lograrlo).
Tal vez, usted decide cambiar aunque no haya nacido en alguno de los años malditos. Puede partir poniéndole orden a su vida ahorrando plata y comiendo en algunos de los cientos de restaurantes chinos que nos rodean, esos lugares decorados en la tradición siria del interiorismo, en que cada peso invertido hace del restaurant un lugar más feo.
Tal vez, en vez de cambiar para peor, usted decide cambiar para mejor y le da por comer más pescado y también reclamarle al embajador de China en Chile que su país es sucio.
Llegó la hora de decir adiós al 2024 con sus disparos y sus tretas. Podemos despedirnos a la occidental comiendo uvas o lentejas, o a la china, a punta de petardos y sopas falsas de aleta de tiburón, pero de una vez por todas digamos: !Adiós al 24!
Como dice el proverbio chino, “en el mundo no hay banquete que no tenga fin”, quizá es cierto, pero me quedo con que “no hay mal que dure cien años”. Además, igual que los chinos, también podemos cambiar las reglas por el camino y tirar los dados para que el 25 sea mejor, o por lo bajo, menos malo. Algo es algo.
Como esta columna es declaradamente occidentalista, me permito adaptar una receta turca a la realidad nacional porque los chilenos comemos lentejas para el año nuevo. Esta es una sopa de lentejas basada en una sopa turca, la mercimek corbasi, que es ligera y picante y ya adivinó, trae buena suerte. Si quiere hacerla más cercana a la original, hágala con lentejas rojas, pero ojo que se cuecen más rápido que las tradicionales.
Ingredientes (para 4 porciones)
3 cucharadas de aceite de oliva, y más para terminar el plato
1 cebolla grande, picada
2 dientes de ajo, picados
1 cucharada de pasta de tomate
1 cucharadita de comino molido
Sal y pimienta negra
Una pizca de merkén o ají molido y más al gusto
1 litro de caldo de pollo o verduras
1 taza de lentejas de 4mm
1 zanahoria grande, pelada y cortada en cubitos
Jugo de ½ limón
3 cucharadas de cilantro fresco picado
En una olla grande, caliente 3 cucharadas de aceite de oliva a fuego alto hasta que esté caliente. Agregue la cebolla y el ajo y saltee hasta que estén dorados, aproximadamente 3-4 minutos.
Agregue la pasta de tomate, el comino, ¼ de cucharadita de sal y pimienta negra y el ají en polvo, y saltee durante 2 minutos más.
Agregue el caldo, 2 tazas de agua, las lentejas y la zanahoria. Deje hervir a fuego lento, luego cubra parcialmente la olla y baje el fuego a medio-bajo. Cocine a fuego lento hasta que las lentejas estén suaves, aproximadamente 30 minutos. Pruebe y agregue sal si es necesario.
Ponga la mitad de las lentejas en la licuadora y hágalas puré y luego vuelva a agregarla a la olla. La sopa debe quedar algo espesa.
Vuelva a calentar la sopa si es necesario, luego agregue el jugo de limón y el cilantro. Sirva la sopa con un chorro de buen aceite de oliva y espolvoreada ligeramente con ají o merken si lo desea. ¡ Feliz año nuevo y a gozar!
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Algo es algo: El regalo perfecto. Por Juan Diego Santa Cruz (@jdsantacruz).https://t.co/kDATdNCAA0
— Ex-Ante (@exantecl) December 20, 2024
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