Acotada a uno de los momentos claves en la vida del mítico empresario Enzo Ferrari, la película entreteje su mundo profesional y el íntimo, ambos al borde del precipicio.
Es 1957. Su empresa está en la bancarrota: Ferrari está más preocupado de que su escudería gane en las carreras que de producir automóviles para la venta, como le hace ver uno de sus ejecutivos de confianza.
Su matrimonio con quien es además su socia financiera, Laura (Penélope Cruz), está roto. La muerte de su hijo ha marcado el derrumbe y ha dejado en la pareja una huella agria en la que se intercambian culpas. A su vez, él lleva una vida paralela con Lina (Shailene Woodley), con quien tiene un hijo pequeño.
En este convulso escenario, decide apostar por la mítica “Mille Miglia”, una carrera en que los participantes debían atravesar mil millas a lo largo de Italia.
Lo de Enzo Ferrari no solo era pasión, sino un potente instinto y un impresionante conocimiento de ingeniería, automovilismo y por cierto, carreras. También se lo ve como un hombre astuto y hábil, manejando hilos para concretar operaciones de salvataje de su negocio.
Perfectamente bien filmada, puede ser un deleite para fans del automovilismo. Por momentos tiene humor y ritmo y la recreación de la vida cotidiana funciona muy bien. Así como el ambiente previo y durante la carrera. Asombroso el trabajo de maquillaje, peluquería y diseño, tanto que Adam Driver resulta irreconocible.
Este equilibrio vida privada-vida pública naturalmente se decanta finalmente hacia la “Mille Miglia”.
En medio de toda esta atmósfera tan bien construida, hay una secuencia que no solo está totalmente demás sino que se solaza en una crudeza del todo innecesaria (primeros planos incluidos).
En suma: la película funciona, está correcta. Un poco más de emoción se hubiese agradecido.
Basada en el libro de Brock Yates.
Ferrari
Dirección: Michael Mann
EE.UU., 2023
Duración: 130 min.
Brillante uso de la gramática del séptimo arte para narrar la trastienda de la mítica “24 horas de Le Mans” de 1966. Lo que aparenta ser una clásica película de carreras de autos —que también va de eso— es en realidad una muy aguda y detallada disección de la trastienda de las luchas de poder.
Basada en hechos reales, transcurre en 1966 previo a las 24 horas de Le Mans. Henry Ford II y su gerente, Lee Iacocca, están decididos a arrebatar a Ferrari su supremacía en los Campeonatos Mundiales.
Para ello contactan a un singular equipo: el visionario diseñador de autos Carroll Shelby (Matt Damon), quien convence al excéntrico ingeniero británico Ken Miles (Christian Bale) para que participe en la carrera. Porque, aunque Miles está dedicado a su garage, Shelby sabe que es el único con quien puede contar para avanzar en sus inventos.
Ambos son seres apasionados con lo suyo y toman este desafío porque es su oportunidad de concretar sus sueños. Es lo que une a Shelley y Miles: la pasión y el amor por lo que hacen.
En contraste, la dura lucha de poder y la rivalidad de ejecutivos y dueños de las marcas, en sus retorcidos caminos, vehementes acciones, plagadas de complejas intrigas, para vencer al otro.
James Mangold luce lo mejor de su artesanía cinematográfica. Porque la película, aparte de dejar sin aliento, es una clase magistral de cine.
¡Muy buena!
Ford vs Ferrari
Dirección: James Mangold
EE.UU., 2019.
Duración: 2 horas 32 min.
Oscar Mejor Montaje y Edición de Sonido
Un hábil y joven jugador del videogame “Gran Turismo” gana una serie de competencias de Nissan para convertirse en un piloto de carreras profesional.
Inspirada en la particular historia de Jann Mardenborough, quien efectivamente pasó de ser un gamer a piloto profesional, llegando a convertirse en una leyenda del automovilismo británico.
La película profundiza en la psicología del joven piloto y su lucha interna para dar los no tan sencillos pasos que lo llevasen desde las consolas al deporte en las pistas.
Gran Turismo
Dirección: Neill Blomkamp
EE.UU., 2023.
Duración: 134 min
No es exactamente de corredores de carrera profesionales, pero su protagonista lo es (al menos escapando de la policía). Pretexto para ver una ¡excelente! película, con una playlist de canciones alucinante.
Con un montaje trepidante, donde la música marca las escenas y secuencias, esta película es, de una manera insospechada, esencialmente musical. Y no porque los diálogos sean cantados: es que todo está determinado por el iPod del que no se despega jamás el protagonista y las canciones que elige. ¿Quién es él? Solo lo conocemos como Baby (Ansel Elgort). La banda sonora contiene 43 canciones, muy reconocibles, que se mencionan y sobre las cuales se conversa durante la película.
Los movimientos aquí están cuidadosamente coreografreados: de los autos, las persecuciones, del protagonista cuando camina y prácticamente baila; cuando huye, en auto o corriendo por la ciudad.
Wright nos regala con unos soberbios planos secuencia y las mejores persecuciones de auto que se hayan visto (de las miles que se han filmado).
Mezcla de thriller, policial, drama íntimo, también se introduce en las relaciones personales, donde se mezclan traiciones, lealtades férreas, ternura, humor. Todo esto rítmicamente organizado.
La primera secuencia es electrizante. Baby, anteojos oscuros y auriculares puestos: cuando le pone play a la canción elegida da el vamos para que bajen del auto hacia el banco los asaltantes que ha llevado hasta allí. Porque este chico es el chofer de una organizada banda de asaltantes de bancos, cuyo jefe es Doc (Kevin Spacey).
Baby es un “nene”, sí, pero tiene cicatrices en la cara y un pasado triste.
En el elenco están Jamie Foxx como uno de los asaltantes, Jon Hamm (Mad Men) y Lily James, como Deborah.
Por flashbacks y racontos, sabemos del triste pasado de Baby. Hoy él vive con un anciano sordomudo e inválido (CJ Jones) -se entienden por señas- que se cuidan mutuamente. Hay afecto ahí.
Fascinante, muy original, seductora, imaginativa. ¡Muy buena!
Baby Driver
Director y guion: Edgar Wright
Reuno Unido, 2017
Duración: 115 min.
Un pequeño y nuevo auto de carreras, llamado Rayo McQueen, se está preparando para ser un experto corredor y convertirse en uno de los automóviles más respetados en el panorama internacional, sin embargo, por error toma un desvío en la polvorienta y solitaria Ruta 66. Termina en un pueblo llamado Radiador Springs. Allí es obligado a hacer diversos servicios sociales, mientras conoce a unos cuantos autos singulares, que le harán reconsiderar su frívolo planteamiento de vida.
Dirección: John Lasseter
EE.UU., 2006
Duración: 116 min.
Rayo McQueen y su amigo, la grúa Mate, viajan al extranjero para participar en el primer Campeonato Mundial en el que se decidirá cuál es el auto más rápido de la Tierra.
De pronto, los protagonistas se ven envueltos en una trama de espionaje internacional que les llevará a diversas capitales: Tokio, París, Londres, para finalmente llegar a Porto Corsa (Italia), a disputar el Campeonato.
Cars 2 es además un homenaje al fallecido actor Paul Newman, quien prestó su característica voz grave para el papel de Doc Hudson en la primera parte.
Dirección: John Lasseter, Brad Lewis
EE.UU., 2011
Duración: 113 min.
La película aborda un tema muy universal y humano: cuándo retirarse. Y todos sabemos que la respuesta es relativa porque depende de muchas variables.
Los mejores momentos los aportan personajes como Cruz, la entrenadora, o Smokey, ese ya retirado preparador que enseñó al maestro de McQueen.
Director: Brian Fee
EE.UU., 2017
Duración: 109 min.
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No quisiera ser carabinero del GOPE o militar resguardando infraestructura o luchando contra narcos en la frontera con Bolivia, después que se dicte la ley RUF tal como va en el Congreso.
