Esta semana el Gobierno enfrentará la votación de tres proyectos importantes en el Congreso, además de la discusión de uno de los ejes del programa que quedan por defender: la reforma previsional. La Moneda salió a advertir su “flexibilización” frente a la medida, luego de la aplastante derrota del oficialismo en las urnas y la arremetida del Partido Republicano. La duda está en cuánto estarán dispuestos a ceder los parlamentarios de Apruebo Dignidad.
Qué observar. Tras la debacle electoral del oficialismo, este lunes el Presidente Gabriel Boric encabezó un comité político en terreno, en donde Vallejo advirtió que estaban abiertos a flexibilizar su propuesta en materia previsional, pero siguiendo el método de las 40 Horas.
- En La Moneda y sus fuerzas ven con temor la postura que tomará Chile Vamos -otro de los golpeados en la elección del domingo por el Partido Republicano- de cara a la discusión por las reformas del Ejecutivo, pues advierten que “endurecerán el tono”.
- Boric citó para el miércoles en Cerro Castillo a una reunión con su comité político y los presidentes de partidos de las dos almas de su Gobierno. A estos últimos les pidió consensuar posturas en los próximos ejes de su administración: la reforma tributaria y previsional.
- Lo cierto es que Boric tendrá que ceder, tal como lo expresó este lunes la vocera del Gobierno, Camila Vallejo: “Estamos disponibles a conversar distintas herramientas e instrumentos, pero que ninguno nos hipoteque la posibilidad de generar un aumento ahora. Tener un sistema que nos dé mayor seguridad social. (…) Entonces hay flexibilidad evidentemente, pero siempre poniendo en el centro a las personas, como lo hicimos con las 40 Horas”.
- Las concesiones del Gobierno incomodan en Apruebo Dignidad. En la coalición base del Presidente entienden que el resultado electoral es un batacazo. Pese a que Convergencia Social (CS) y Revolución Democrática (RD) sacaron un buen resultado -8 consejeros, muy por encima del único senador que ostenta el FA-, el frenteamplismo advierte una resaca electoral que los dejó en un muy mal pie.
- También, algunos partidos, como el PPD, tendrán instancias internas. La directiva encabezada por Natalia Piergentili agendó una sesión de la comisión política de la tienda desde las 18:00. En la instancia se espera que el secretario general -y también encargado electoral-, José Toro, presente su renuncia. Aún no se sabe si esta será aceptada, pues en pocos meses más la colectividad tendrá elecciones partidistas y el 94% de la comisión política optó por la idea de las dos listas y ampliar la base de apoyo del Gobierno, hipótesis que fracasó este domingo en las urnas.
Previsional, tributaria y las líneas rojas. El tema que más se repite en el Congreso, además de la derrota electoral, es qué hacer con la reforma tributaria y de pensiones. En el Socialismo Democrático insisten en que el Ejecutivo debe bajar las expectativas.
- La bancada del PPD ya le ha dicho al subsecretario de Previsión Social, Christian Larraín, que debe aspirar a disminuir el porcentaje de solidaridad y que del 6% se debe disminuir a un 3%, algo que también se repite en la bancada PS. Desde el socialismo incluso sostienen que se debe tener en cuenta la posibilidad de que sigan existiendo las AFP, con un sistema estatal paralelo, tal y como ocurre con Fonasa y las isapres.
- “No hay que tenerle miedo a la posibilidad que la gente tenga de elegir en qué sistema quiere estar. Si hay chilenas y chilenos que quieren mantenerse en el sistema de AFP, démosle esa libertad. Ahora, los que no quieren mantenerse dentro de la AFP, démosle la posibilidad de, a través de otras modalidades, puede ser un sistema mixto, público-privado o claramente público, para que puedan cambiarse. Obviamente el tiempo dirá qué sistema va a sobrevivir”, dice el diputado Jaime Naranjo (PS).
- En el caso de la reforma tributaria la postura del Socialismo Democrático sigue siendo que lo importante es recaudar y no el cómo. Por eso apunta a que Chile Vamos presente alternativas que puedan reemplazar a fórmulas como el impuesto a los súper ricos o al royalty minero. Este último, antes de que el lunes se llegara a un acuerdo entre el Ejecutivo y senadores de oposición, desde la derecha apuntaban a que era un mal proyecto, pero ahora se espera que se apruebe este martes en la Cámara Alta.
- La opinión actual de Apruebo Dignidad es una encrucijada. Hasta antes del domingo tenían líneas rojas, como eliminar sí o sí a las AFP en el caso de la reforma de pensiones, o el impuesto a los súper ricos en la tributaria. Pero hasta ahora no han realizado mayores análisis de qué hacer con los proyectos claves del programa de Gobierno. De hecho, fuentes apuntan a que “recibieron el golpe” y que aún no saben cómo abordar la situación, sobre todo en el Frente Amplio.
- La encrucijada, señalan desde el sector, es porque el Gobierno llegó con “banderas de lucha” que apuntan directamente a su electorado, pero que saben no tienen apoyo en el Congreso.
- Desde el Socialismo Democrático esperan que Apruebo Dignidad “entienda” que la derrota del domingo fue contundente y que por tanto, no pueden continuar con líneas rojas, sino que se debe ir al fondo del asunto: recaudar más recursos y mejorar las pensiones, independiente de la forma.
Los golpes a Boric que se avizoran esta semana. Esta semana el Gobierno enfrenta duros desafíos en el Congreso. El proyecto que sube el salario mínimo a $500 mil sería discutido este lunes en la comisión de Trabajo de la Cámara, para seguir su curso el martes en la comisión de Economía y ser votada en la Sala el miércoles. El proyecto acordado entre el Ejecutivo y parte de la oposición por el Royalty Minero se revisará el miércoles en la Sala del Senado.
- La Cámara también revisará esta semana la ley de Inteligencia Financiera que impulsan sectores de Apruebo Dignidad, que busca establecer la ruta del dinero y levantar el secreto bancario.
- Se trata de tres proyectos clave para este nuevo tiempo político por el que pasa la Administración Boric, que arriesgan ser rechazados por el endurecimiento en la postura de Chile Vamos frente a la arremetida del Partido Republicano en las urnas.