En las últimas semanas hemos asistido a varios casos de populismo judicial por parte de jueces y fiscales, como el caso Tomás. Es un fenómeno que se alimenta de factores como la búsqueda del aplauso fácil de las masas y la excesiva influencia del sistema político en los nombramientos judiciales. El virus del populismo tienen muchas mutaciones y es cada vez más dificil erradicarlo.
El traslado del virus al ámbito judicial. El populismo es un concepto que tradicionalmente se ha aplicado a una categoría de políticos que se valen de propuestas falsas, engañosas, inviables o perjudiciales para el interés general con el propósito de obtener el apoyo social que necesitan. El populista busca obtener la mayor cantidad de seguidores sin importar las consecuencias; lo único que le interesa es empatizar con las demandas que percibe como populares capitalizando el descontento y las aspiraciones.
- El “virus” del populismo se alimenta por las redes sociales y por los medios de comunicación, especialmente los matinales de televisión que premian al político populista con reiteradas apariciones que van acompañadas de entrevistas en vivo con ciudadanos que lo respaldan.
- El “virus” de populismo, como todos, ha experimentado mutaciones que hacen más difícil combatirlo y ahora se ha trasladado al ámbito judicial afectando a jueces y a fiscales del Ministerio Público.
- El populismo judicial, como lo ha definido el abogado y académico Español José María Ruiz Soroa es “una praxis de aplicación del derecho que tiende sistemáticamente a dar la razón a la parte que pudiéramos llamar [gente común] en los conflictos actuales…sobre todo cuando percibe que hay un público expectante a su favor”.
- El populismo judicial es hacer justicia como la reclama el sentimiento popular en el caso concreto conducta que es valorada por los ciudadanos que aplauden al juez o al fiscal por su actitud valiente y “progresista”.
“La sociedad es culpable”. En el populismo judicial subyace la tesis de que la sociedad es culpable de que haya conductas antisociales en su seno. “Que los delincuentes son tales porque no tuvieron las oportunidades que los hubieren hecho sujetos pacíficos, honestos y virtuosos; que los poderosos de siempre los han excluido de los beneficios a que tienen derecho”. Revistaregional.cl p862. 18/08/2015.
- El aplauso de las masas no es la única causa. También está la excesiva influencia del sistema político en la estructura del poder judicial , como por ejemplo en la designación de los jueces y fiscales; lo que ha llevado a la dictación de sentencias más parecidas a discursos político electorales que a la aplicación rigurosa del la ley y a una preocupación excesiva por los efectos mediáticos y el impacto en las encuestas de opinión que tendrán los fallos de los tribunales o las actuaciones de los fiscales.
- Un ejemplo paradigmático de la enorme e impropia influencia del poder político en la designación de miembros del aparato de administración de justicia fueron las conversaciones privadas con senadores para designar al Fiscal Nacional que termino con el nombramiento de Jorge Abbott, que incluyó cenas en la residencia particular de Guido Girardi junto a otros senadores con varios de los candidatos.
Polarización en los nombramientos judiciales. En el caso del poder judicial la creciente politización de las designaciones de Ministros de Corte es aún más preocupante.
- Todo magistrado aspira a llegar a la cima de la carrera, lo que depende en último término del Senado. Ya no se trata solo de satisfacer el “sentido de justicia” de la opinión pública, sino que de no ofender con sus fallos la sensibilidad político-ideológica de quienes tendrán en sus manos su futuro profesional.
- El populismo judicial se ha manifestado en varios fallos de las cortes de apelaciones como por ejemplo el que prohibió el uso de ciertos elementos disuasivos por carabineros (Valparaíso), el que aprobó retiro de fondos de las AFP (Antofagasta), el que declaró ilegal la expulsión de inmigrantes (Iquique) y la sentencia del Ministro Alejandro Madrid que condeno por homicidio a diversos médicos por el presunto asesinato del ex Pdte Eduardo Frei Montalva y que fue revocado por la unanimidad de la Corte de Apelaciones de Santiago.
El populismo del Ministerio Público. En el ambito Ministerio Público hay varios ejemplos recientes.
- El caso del carabinero Sebastián Zamora – acusado de empujar un joven al rio Mapocho mientras reprimía una protesta- desató la ira de la opinión pública y una ola de violentas protestas, la Fiscal Chong se ensañó con el carabinero formalizándolo por homicidio y solicitando la medida cautelar más gravosa de prisión preventiva la que finalmente fue revocada.
- Lo mismo ocurrió en Panguipulli con la muerte del malabarista al recibir impactos de bala de un carabinero contra el cual se abalanzó con dos cuchillos. Una turba desenfrenada incendió el edificio municipal y el Fiscal desechó la legítima defensa por parte del carabinero y lo formalizo por homicidio dejándolo en prisión preventiva.
- La historia se repite con el caso del niño Tomás Bravo; la turba atacó y destruyo el cuartel de la PDI de Lebu donde el presunto asesino estaba siendo interrogado y el fiscal se apresuró a formalizar al imputado por homicidio simple y luego lo reformalizo por homicidio calificado solicitando prisión preventiva pese a carecer de antecedentes suficientes.
Casos anteriores. Vale la pena mencionar dos casos no tan recientes pero donde también hubo indicios de populismo judicial.
- La publicitada visita que hizo un Juez de garantía en pleno estallido social para verificar la existencia de un “centro de detención y torturas” en la Estación Baquedano, noticia que dio la vuelta al mundo que resulto ser totalmente falso.
- El caso Caval fue calificado por los fiscales como el más grande escándalo político y judicial de carácter penal, tráfico de influencias y defraudaciones por miles de millones de pesos donde fue imputada al nuera de la entonces presidenta Bachelet, causando el desfonde de su popularidad de la que nunca se recuperó; y que terminó con una acusación por tres “pinches” boletas ideológicamente falsas por la suma total de $11.000.000!
Un problema grave. El populismo judicial es algo muy grave pues destruye el Principio de Objetividad, que es uno de los pilares sobre los cuales se sustenta nuestro sistema penal.
- El Ministerio Público debe investigar con igual celo tanto los hechos y circunstancias que funden o agraven la responsabilidad del imputado, como los hechos que lo eximan de esa responsabilidad, la extingan o la atenúen. Es altamente probable que un fiscal ansioso y presionado por satisfacer el clamor popular por “justicia” lo pase a llevar.
- La Convención Constituyente debería abordar este problema, estableciendo mecanismos de designación de jueces, ministros de corte y fiscales que impidan la politización de los nombramientos de modo que no sea necesario “hacer buena letra” con los políticos para ser nombrados ni promovidos.